Un caso asombroso de afici¨®n

Ayer se hubiera llenado Las Ventas, a pesar de la lluvia torrencial. Hay que tener en cuenta que era la und¨¦cima corrida de feria. Once corridas consecutivas es, se mire por donde se mire, un atrac¨®n de toros -incluso para los muy aficionados- y, sin embargo, la expectaci¨®n, aun con el mal tiempo, aun con la relativa o muy escasa calidad de los carteles, ha sido creciente en lo que llevamos de abono. Un caso asombroso.Cuando alguien dice que no hay afici¨®n a los toros seguramente es porque le ha faltado curiosidad para darse una vuelta por la plaza de Las Ventas en d¨ªa de corrida. La evidencia es que s¨ª hay afici¨®n; una gran afici¨®n en potencia, que s¨®lo necesita para que acuda masivamente a las. plazas que exista autenticidad en el espect¨¢culo.

El d¨ªa en que haya garant¨ªas de que es habitual el toro en los ruedos, y de que los festejos se desarrollan con seriedad, la fiesta volver¨¢ a tener el m¨¢ximo calor popular, a nivel (si no a¨²n m¨¢s arriba) que el espect¨¢culo de mayores audiencias. El tir¨®n cierto de la feria de San Isidro es ahora m¨¢s firme, precisamente porque, pese a todos los manejos del taurinismo y sus fintas para colar el fraude, se est¨¢ restituyendo en ella la emoci¨®n del toro.

La afici¨®n de Madrid ha demostrado estos d¨ªas que es la primera del mundo. La intransigencia con que ha protestado el medio toro, el entusiasmo con que se ha entregado a los diestros cuando demostraban su torer¨ªa, categorizan aquella condici¨®n. Y ha creado un ambiente, tantas veces duro, siempre apasionado, que configura la personalidad de la feria y de la plaza.

La actual empresa, en lo que resta de temporada, y a¨²n m¨¢s si contin¨²a con el arriendo del coso, tiene aqu¨ª el elemento fundamental para poner la fiesta de toros en la cumbre. Con menos personalismos y m¨¢s afici¨®n que hasta ahora podr¨¢ conseguido, y en muy poco tiempo. Siempre que no sea exclusivamente el dinero lo que le interese, lo cual es mucho suponer, pues los s¨ªntomas, hasta ahora, no son otros.