El Partido Socialista italiano se une bajo la direcci¨®n de Craxi

Se reuni¨® ayer en Roma el Comit¨¦ Central del Partido Socialista para analizar su situaci¨®n, despu¨¦s del ¨¦xito de las ¨²ltimas elecciones administrativas. Si despu¨¦s del congreso de Tur¨ªn, Craxi fue el gran vencedor recogiendo una gran mayor¨ªa del partido, hoy se presenta como la ?estrella polar?. Sus m¨¢s ac¨¦rrimos enemigos, Martino-Manca y Giacomo Mancini, se disolvieron ayer. Queda como ¨²nica oposici¨®n el peque?o grupo de la nueva izquierda de Michelle Achilli, que recoge muy pocos votos desde que el gran l¨ªder de la izquierda, Ricardo Lombardi, se uni¨® a Craxi.
Francesco de Martino, ex secretario del partido, uno de los candidatos como presidente de la Rep¨²blica en diciembre pr¨®ximo, disolvi¨® ayer su corriente. De Martino declar¨® que ?con esta decisi¨®n intentamos hoy dar nuestra colaboraci¨®n a la atormentada b¨²squeda de la unidad del partido acerca de la pol¨ªtica de unidad nacional y a la construcci¨®n de un Partido Socialista nuevo, sin tendencias. Algunas horas despu¨¦s, Giacomo Mancini, con algunos ¨ªntimos de su tendencia (Balzamo, Landolfi, Finocchiaro, etc¨¦tera) anunciaba que se un¨ªa a la mayor¨ªa de Craxi: ?Estamos haciendo todo lo posible para consolidar el proceso unitario del partido. Estamos seriamente interesados en esta nueva fase de la vida del partido. Ahora Craxi se tendr¨¢ que comportar correctamente.?No habr¨¢, pues, grupos org¨¢nicamente en contraposici¨®n a la l¨ªnea de Craxi y Signorile. Habr¨¢, en cambio, personalidades diversas e inevitables diferencias a la hora de discutir los problemas y tomar decisiones, ya que se trata de un partido democr¨¢tico, pero oficialmente no existir¨¢n grupos distintos dentro del partido.
Por ahora, la intenci¨®n de la mayor¨ªa es de no cambiar los cargos en la direcci¨®n, aunque se piensa que de alguna manera la secretar¨ªa de Craxi tender¨¢ a dar a sus hombres de mayor confianza los principales cargos del partido.
La prensa dio ayer gran relieve a este ?milagro? unitario y del PSI, cuya enfermedad en estos a?os fue, precisamente, la multiplicaci¨®n de grupos dentro del partido, que se cambiaban continuamente al primer soplo de viento.
Discusi¨®n parlamentaria
En el Senado continu¨® durante todo el d¨ªa de ayer la discusi¨®n acerca del terrorismo y del asesinato de Moro. Despu¨¦s de la discusi¨®n de la C¨¢mara baja, setenta senadores democristianos, pr¨®ximos a Fanfani, hab¨ªan pedido una discusi¨®n tambi¨¦n en el Senado. Fue un golpe para Andreotti.Ganaron la batalla el grupo de los setenta, y Andreotti abri¨® el debate declarando que no le resulta extra?o que en el drama Moro hayan intervenido fuerzas extranjeras del este de Europa. Cervoni fue el senador democristiano conservador autor de la iniciativa, hab¨ªa pedido el debate para que se aclarase si era verdad que en el caso Moro hubo un complot de la derecha.
Cervoni dijo ayer en la discusi¨®n -que la prensa esperaba con cierta curiosidad- que era falso que la iniciativa de abrir un debate en el Senado tuviera intenciones de ?desestabilizar? el pa¨ªs. Dijo tambi¨¦n que lo que ocurre es que la gente est¨¢ cansada de violencia y que tiene ganas de trabajar en paz y que no es correcto hacer recaer sospechas y dudas contra la Magistratura, las fuerzas del orden y contra algunos exponentes de la derecha democristiana.
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