"La ¨¦poca franquista es el gran desaf¨ªo para los novelistas espa?oles"
Entrevista con G¨¹nter Grass
G¨¹nter Grass vive, estos d¨ªas madrile?os, la presentaci¨®n de un libro que le sigue siendo cercano, aunque tenga ya veinte a?os en casi todas las lenguas. Efectivamente, el pasado mi¨¦rcoles fue la figura de honor de la Fiesta de Cumplea?os de la Editorial Alfaguara, y la traducci¨®n de El tambor de hojalata, con algunas alusiones cargadas de ese especial humor germ¨¢nico, a su ¨²ltimo libro, El rodaballo, fueron el eje de su primera intervenci¨®n p¨²blica en Madrid. La primera, porque ayer conced¨ªa, en el Instituto Alem¨¢n, una rueda de prensa, hoy tendr¨¢ un d¨ªa complicado pol¨ªtica y culturalmente, y ma?ana ser¨¢ conducido, en un vag¨®n fletado especialmente por su editor, a visitar esa fusi¨®n de arte contempor¨¢neo y piedras antiguas que es Cuenca. Con todo, Grass ha concedido a EL PAIS la entrevista que ofrecemos a continuaci¨®n.
?El hecho de que veinte a?os m¨¢s tarde de su publicaci¨®n mi primera novela, El tambor de hojalata, haya encontrado un editor en Espa?a es ya un s¨ªntoma del cambio -dijo G¨¹nter Grass-. Este libro no pod¨ªa publicarse mientras existiera esa forma de fascismo en su ¨²ltima etapa que fue el franquismo, precisamente porque en ¨¦l, adem¨¢s de otras cosas, se da una radiograf¨ªa del nacimiento del fascismo y de las clases sociales que lo sustentaron. Por eso he venido contento a Espa?a, cuyo proceso de cambio me interesa mucho. No es mi primer viaje: yo estuve aqu¨ª, como integrante de la delegaci¨®n del Partido Socialdem¨®crata alem¨¢n, en el primer congreso del Partido Socialista espa?ol en la legalidad. Ya entonces me impresion¨® positivamente la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola, y eso que entonces no era tan segura. Creo yo que el pueblo espa?ol ha dado prueba de una madurez que no han tenido otros, como Portugal, y que los partidos, y hablo de los socialistas y comunistas, han trabajado con sentido de la medida, con oportunidad y acierto. ??En lo que se refiere al campo cultural, tengo una gran curiosidad por ver c¨®mo se va a reflejar la ¨¦poca franquista en la novela de los espa?oles que ha de escribirse. Creo que el franquismo, como ¨¦poca cerrada, ofrece el material ideal, ¨¦pico, para una novela. Esa novela indudablemente no ha sido escrita, pero creo que es el gran desaf¨ªo con que se han de enfrentar los novelistas de este pa¨ªs, y que ya est¨¢n siendo esperados sus resultados, con curiosidad e inter¨¦s, en toda Europa.?
Sobre el compromiso del escritor, dijo: ?La noci¨®n del escritor comprometido me parece artificial. Hay dos posibilidades de compromiso: el activo, como ciudadano normal, y luego basta hablar de escritor, que en su literatura hace sociedad. Para el escritor es obligatorio tomar partido ante su mundo, de una u otra manera, directamente o a distancia, pero no conviene mezclar el compromiso literario con el que se debe a la acci¨®n pol¨ªtica. De esa confusi¨®n nacen obras aburridas, una literatura insoportable.?
Al margen del realismo social
Respecto a la alternativa pol¨ªtico-literaria de G¨¹nter Grass, dice: ?He separado siempre mi acci¨®n militante en el Partido Socialdem¨®crata de mi trabajo como escritor. Al margen del realismo social, lo que yo quisiera con mi obra es ensanchar la noci¨®n de realidad. Si en el siglo pasado, y vivimos de ¨¦l, s¨®lo era realidad novelable lo que se ve, lo que se sabe y se puede nombrar, ahora sabemos que gran parte de lo que se refiere a la persona humana se desarrolla en su interior y es lo bastante ambiguo como para necesitar un nombre incierto. Son los deseos, las proyecciones, las imaginaciones de la persona. Yo he querido tomar en serio esta parte, y la he integrado en mi literatura, al mismo nivel de realidad. Creo que la literatura, y, todas las artes, tienen esa obligaci¨®n: ensanchar la noci¨®n de realidad que ha sido estrechada por nosotros mismos y particularmente por la pol¨ªtica. Las claves para conseguirlo est¨¢n en la imaginaci¨®n, que es una parte de la realidad, y como tal hay que leerla.?Por ¨²ltimo, sobre El tambor de hojalata dijo: ?Me sorprende que en Espa?a haya sobrecogido a la gente mi personaje, Oscar. Me sorprende porque si tiene ra¨ªces est¨¢n, como las de buena parte de la narrativa europea, en la novela picaresca espa?ola. Como ella, da cuenta de su tiempo. Y como ella, tambi¨¦n, tiene esas dimensiones interiores que tambi¨¦n son ¨¦picas.?
Babelia
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