Porta, responsable ante Dios y ante la historia

Pablo Porta, como presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, s¨®lo se siente responsable ante Dios y ante la historia. Pablo Porta, como presidente de la Federaci¨®n, entiende que no tiene que dar explicaciones a nadie y que en Espa?a nadie puede ped¨ªrselas. Porta se siente muy seguro de s¨ª mismo y de sus actos, y pr¨¢cticamente no admite que nadie entienda que la labor de Kubala como seleccionador nacional no ha sido, en todas sus partes, la m¨¢s id¨®nea. Porta, que le ha renovado el contrato a Kubala por dos a?os, que es un modo de renov¨¢rselo por cuatro, porque a mitad del camino del pr¨®ximo Mundial podr¨ªa parecer un error el relevo, est¨¢ dispuesto a mantener su decisi¨®n contra viento y marea.

En Argentina ha nacido una especie de mayor¨ªa silenciosa que agacha la cabeza cuando se le pregunta por la labor de Kubala, pero que ni individual ni colectivamente se atreve a decir p¨²blicamente lo que piensa. Me refiero a los entrenadores espa?oles que andan por aqu¨ª. Ninguno de los que yo conozco est¨¢ de acuerdo con lo que hace Kubala, pero ninguno quiere manifestar sus impresiones rotundas por un sentido de compa?erismo que el propio Kubala es el primero en no respetar.En Buenos Aires se encuentran Miguel Mu?oz y Pepe Santamar¨ªa, pero ninguno de los dos, como alguien ha manifestado, se ha encargado de espiar a los adversarios de Espa?a y, ni mucho menos, de informar al seleccionador. Mu?oz y Santamar¨ªa est¨¢n preparando un informe para la Escuela Nacional de Preparadores, como hicieron cuatro a?os antes en el Mundial de Alemania. Santamar¨ªa y Mu?oz, por tanto, no tienen responsabilidad alguna con respecto a la selecci¨®n.

Por Buenos Aires andan Di St¨¦fano, H¨¦ctor N¨²?ez, Garc¨ªa Traid, Vicente Miera, Pasieguito, Manolo Mestre, Betancor, Amancio, L¨¢ngara, Zubieta y, probablemente, alg¨²n gran ex jugador y entrenador m¨¢s, cuya estancia me resulta desconocida. Pues bien, a Ladislao Kubala, seg¨²n manifest¨® a EL PA?S Pablo Porta, le informan, no los esp¨ªas paraguayos, sino esp¨ªas de otras nacionalidades tan afines a Espa?a como Yugoslavia.

Es seguro, seg¨²n Porta, que hay un yugoslavo por aqu¨ª amigo de Kubala. De los otros dos, pues por lo visto tiene tres, no ha sido revelada su nacionalidad.

El pasado mi¨¦rcoles, en el Austria-Suecia, no estuvo en el V¨¦lez Sarsfield ni siquiera Gustavo Biosca, segundo de Kubala. Seg¨²n Porta, no se desplaz¨® a espiar a los suecos, adversarios para hoy porque siempre puede producirse un accidente que deje fuera de combate a Kubala y es necesario que su segundo est¨¦ en condiciones de reemplazarle. Es decir, que en la selecci¨®n son necesarios dos entrenadores. Es decir, que la Federaci¨®n es tan ro?ica que ni siquiera trae a tres para que uno se dedique a ver a los contrarios. Porque eso s¨ª, seg¨²n Porta, los esp¨ªas de Kubala no cobran. Le informan por amor al arte. Una maravilla.

Para Pablo Porta todo est¨¢ bien. Como, por ejemplo, que Ur¨ªa, siempre zurdo, juegue a la derecha, como, por ejemplo, que se seleccione a Guzm¨¢n como el descubrimiento del a?o, no se le alinee y s¨®lo sirva para reemplazar a un defensa cuando su puesto habitual es el de centrocampista.

A Pablo Porta todo le parece bien y normal. A Pablo Porta le va la marcha. Le gusta que le alimenten el infarto. Claro que como se siente tan por encima del bien y del mal no se lleva nunca sobresalto alguno.

A Pablo Porta le parece bien que la selecci¨®n espa?ola haya realizado tres partidos preparatorios para el Mundial, ante Italia, Noruega y M¨¦xico, y en ninguna de las tres ocasiones se haya mantenido el mismo criterio para formar la selecci¨®n. A Pablo Porta debe parecerle bien que se seleccione contra Italia, por ejemplo, a Carrete, que lo hizo bien y ha tenido una temporada plena de acierto, y, luego, se le sustituya por De la Cruz. A Pablo Porta debe parecerle bien que Kubala llenara sus listas con jugadores de equipos que atravesaban tan buen momento de juego que estaban a punto de descender de categor¨ªa. Como a Porta todo le parece bien y, adem¨¢s, en Espa?a no tiene que dar explicaciones a nadie, de ahora en adelante habr¨¢ que pensar si en lugar de hablar de selecci¨®n nacional no ser¨¢ mejor referirnos al equipo del se?or Porta y su amigo Kubala.