Descubierto un f¨¢rmaco contra las depresiones amorosas
El profesor alem¨¢n Hugo Kraemer, de Munich, cree que el nuevo f¨¢rmaco significar¨¢ el poder controlar los efectos dram¨¢ticos de la decepci¨®n amorosa. Algo as¨ª como abrir una ventana de esperanza al d¨¦bil de coraz¨®n o cerebro. Y no s¨®lo eso: el nuevo f¨¢rmaco (quiz¨¢ uno m¨¢s de los 50.000 productos que venden las boticas alemanas de los que los ciudadanos de este pa¨ªs consumen cada a?o 12.000, millones de tabletas) se considera aun antes de aparecer en el mercado y de darse a conocer su nombre, como un efectivo auxiliar en el tratamiento de las depresiones por ?decaimiento amoroso?. Seg¨²n los investigadores, el cerebro segrega una sustancia cuando el sujeto se siente amado y comprendido: la endorfina. Esta secreci¨®n es la causa de que nos encontremos a gusto con una persona determinada. El nivel de ?calor? amoroso depender¨¢ pues del volumen de endorfina. La qu¨ªmica se propone ahora intervenir con p¨ªldoras de esta sustancia en casos en los que la secreci¨®n haya cesado por falta de est¨ªmulo exterior, situaci¨®n que suele ir acompa?ada por signos externos, a veces tr¨¢gicos, seg¨²n grados afectivos. Es posible que la Rep¨²blica Federal de Alemania se convierta en unos meses en un impenitente consumidor de estas pastillas, a juzgar por estos signos externos que padecen sus ciudadanos. Los conflictos afectivos son, seg¨²n doctores y estad¨ªsticos, una causa clave en ciertas enfermedades e incluso en el modo de morir. Quince millones de alemanes se quejan de persistentes dolores de cabeza, mill¨®n y medio se encuentran en tratamiento siqui¨¢trico, aunque, seg¨²n la Academia Alemana de Psicoan¨¢lisis, deber¨ªan comparecer ante el psiquiatra uno de cada diez alemanes. En cuanto a dolencias card¨ªacas, puede considerarse un ¨ªndice significativo: el que en la RFA anden por las calles 100.000 personas provistas de marcapasos y que cada a?o acudan 10.000 pacientes a tratamientos cardiol¨®gicos. Tambi¨¦n cada a?o se observan 50.000 casos de lesiones cerebrales. Las tensiones de la vida moderna deficientemente afrontadas hacen que en Alemania occidental haya seis millones de hipertensos agudos. Otras afecciones que suelen ser fuente de conflictos sociales del paciente, y que los m¨¦dicos esperan poder aliviar tambi¨¦n con el nuevo f¨¢rmaco, son las insuficiencias auditivas y visuales: en este pa¨ªs hay tres millones y medio de sordos y la cuarta parte de su poblaci¨®n tiene dificultades para distinguir los colores rojo, azul y verde. El daltonismo alcanza hoy al 22% de los europeos, mientras que en 1938 s¨®lo estaba afectado por este defecto el 3%. Seg¨²n el profesor Ridmer, estos enfermos suelen padecer una depresi¨®n constante debido a sus dificultades en el trabajo, especialmente cuando se encuentran en locales con luz artificial.Las ?muertes de amor? son, sin duda, el objetivo primero del tratamiento con las tabletas que est¨¢n a punto de fabricarse industrialmente. El profesor Hermann PohImeier ha declarado a este respecto que la sociedad para la prevenci¨®n del suicidio que preside conf¨ªa en un tratamiento directo. Seg¨²n ¨¦l, cada a?o se quitan la vida por amor unos 7.000 alemanes.
Seg¨²n el Instituto de Estad¨ªstica de Wiesbaden el suicidio es la causa de muerte m¨¢s importante entre la juventud alemana, despu¨¦s de los accidentes de tr¨¢fico. En cuanto a ¨ªndices, se estima que se elevan los casos a un 13,5 por 100.000. El Ministerio para la Juventud, la Familia y la Salud inform¨® a este respecto que entre 1971 y 1975 se suicidaron en la RFA 2.800 chicos con edades entre quince y diecinueve a?os. Cada a?o perecen por esta causa en Alemania Federal unas 7.000 personas, seg¨²n el doctor Arthur Reiner, de la Universidad de Heidelberg, que ha tratado en su vida profesional a seiscientos pacientes que superaron al filo de la muerte una situaci¨®n depresiva extrema.
El profesor Reiner, conf¨ªa igualmente en que las pastillas de endorfina contribuir¨¢n a remediar las causas de los suicidios, porque ?la mayor¨ªa de los suicidas, seg¨²n se refleja en los casos tratados, no quieren morir, sino simplemente quedar libres de un problema afectivo?. Esta es la raz¨®n, seg¨²n el doctor de Heidelberg, de que el 80% de quienes optan por esta tr¨¢gica alternativa hayan anunciado previamente que se proponen quitarse la vida.
Seg¨²n el doctor citado, las causas de los suicidios son, por este orden: conflictos amorosos, aislamiento social enfermedades incurables.
El nivel de preocupaci¨®n de los organismos alemanes por prevenir estos casos es muy alto. A la vista de que el 84,1 % de los suicidios se producen en la RFA mediante el salto desde un edificio a la calle, una iniciativa -?acci¨®n casa segura?- se propone dificultar a los presuntos suicidas su prop¨®sito dotando a ventanas y azoteas de sistemas de seguridad. Las nuevas tabletas puede completar esta campana desde otra perspectiva. Sin embargo, quedan otras motivaciones dif¨ªcilmente controlables, a pesar del desarrollo econ¨®mico y social de este pa¨ªs: estas motivaciones se reflejan en otras cifras estad¨ªsticas no menos alarmantes. Seg¨²n ellas, en la RFA el 48% de sus ciudadanos tiene verdadera angustia cuando piensa en el futuro y solamente la mitad de los alemanes dice que cada d¨ªa encuentra alg¨²n momento de verdadera satisfacci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.