Quince a?os de continuas divisiones
Mayo de 1963, Addis-Abeba: el nacimiento de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA) es presentado como la prueba de madurez a que han llegado sus integrantes, con el prop¨®sito de formalizar una estrategia coherente que preserve la unidad continental por encima de las divergencias ¨¦tnicas y tribales. La ?Carta de la Unidad Africana? aprobada en tal ocasi¨®n se?ala que los objetivos de la OUA ser¨¢n, entre otros: reforzar la solidaridad entre los Estados africanos y malgache; coordinar su cooperaci¨®n; defender su soberan¨ªa, integridad territorial e independencia y eliminar el colonialismo bajo todas sus formas. Para ello, la OUA se declara partidaria de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, afirma que respetar¨¢ las fronteras heredadas del pasado colonial y se pronuncia por una pol¨ªtica de no alineamiento que excluya su subordinaci¨®n a los intereses de cualquier bloque.La formaci¨®n de una comisi¨®n de mediaci¨®n y arbitraje y el compromiso solemne de recurrir a la v¨ªa pac¨ªfica para solucionar las diferencias internas dan a suponer que la organizaci¨®n africana ser¨¢ tal vez la primera instituci¨®n internacional que rompa el ostracismo al que se ven condenadas desde su creaci¨®n las Naciones Unidas, pero esa esperanza queda r¨¢pidamente defraudada. ?Progresistas? y ?moderados? constituyen desde 1965 dos bloques antag¨®nicos, con su propia concepci¨®n de las bases pol¨ªticas en las que debe asentarse la cariacontecida unidad continental.
Angola, motivo de divisiones
Las divisiones en el seno de la OUA han llegado a ser tan profundas que incluso los partidafios m¨¢s ac¨¦rrimos de su creaci¨®n, como Argelia, se interrogan sobre la oportunidad de mantenerla en su estado actual, mientras se profundizan las contradicciones pol¨ªticas. Sin embargo, hasta finales de 1975, la organizaci¨®n africana logr¨® Preservar una apariencia de unijad, gracias a la voluntad de la mayoria de sus miembros por diluir los conflictos de orden local en aras de la lucha.contra los ¨²ltimos focos del colonialismo en Zimbabwe, Namibla y Africa del Sur. As¨ª, cuando por iniciativa de Argelia la ?cumbre? africana celebrada en Argel el 20 dejulio de 1968 adopta la primera recomendaci¨®n relativa a la ?africanidad? del archipi¨¦lago canario y decide formar una comisi¨®n investigadora, ser¨¢ la propia Argelia la que favorezca el congelamiento de los trabajos de la citada comisi¨®n.
La crisis angole?a precipita las divisiones de la organizaci¨®,n africana y brinda a la opini¨®n p¨²blica internacional un triste espect¨¢culo, al que no es ajeno la intervenci¨®n personal del por entonces presidente en ejercicio de la OUA, el mariscal ugand¨¦s Amin Dada.
La ?cumbre? extraordinaria de la OUA sobre Angola, planteada durante una reuni¨®n celebrada en Kinshasa el 24 de noviembre de 1975 por siete pa¨ªses africanos (Burundi. Gab¨®n, Mauritania. Uganda, Senegal, Africa Central y Togo), tiene lugar el 10 de enero de 1976, en la- capital de Etiop¨ªa y consagra el fracaso de la organizaci¨®n al no dar ning¨²n resultado. Veinitid¨®s. Gobiernos votan a favor de una resoluci¨®n presentada por Senegal, partidaria de una coalici¨®n entre los tres movimientos de liberaci¨®n angole?os Ven contra de la intervenci¨®n militar extranjera en ese pa¨ªs, y otros veintid¨®s se declaran favorables a la moci¨®n presentada por Nigeria, en el sentido de apoyar ¨²nicamente al MPLA. Una reuni¨®n restringida de los presidentes de Botswana. Mozambique, Tanzania y Zambia, celebrada el 13 de ese mes en Dar-Es-Salam, fracasa no menos estrepitosamente.
Mientras se celebran esos conci¨¢bulos, la ofensiva conjunta MPLA-cuerpo expedicionario cubano alcanza la frontera del r¨ªo Zaire. Las ¨²ltimas localidades importantes del pa¨ªs bacongo (San Antonio do Zaire y Maquela do Zombo) caen el 18 de enero en tanto que en el frente Sur la expedici¨®n surafricana y las fuerzas de la UNITA de Jonas Sawimbi son detenidas en las m¨¢rgenes del r¨ªo Queve, a 200 kil¨®metros de Luanda. El 11 de febrero, el presidente Amin Dada proclama en nombre de la OUA el reconocimiento del Gobierno de Neto, que pasa a convertirse en el 47 Estado miembro de la organizaci¨®n africana.
Diferencias ideol¨®gicas
La OUA, que en sus transacciones anteriores no ha logrado imponer el entendimiento entre las fracciones rivales angole?as, da raz¨®n a Neto, quien declaraba desde noviembre de 1975 que la ¨²nica soluci¨®n para imponer un Gobierno de la mayor¨ªa era proseguir la guerra. La victoria militar del MPLA provoca el reconocimiento en cadena del Gobierno de Neto por los dem¨¢s pa¨ªses africanos, con algunas excepciones raras, como las de Senegal y Zaire.
La crisis de Angola va a revelar dram¨¢ticamente los l¨ªmites reales de la organizaci¨®n africana para propiciar soluciones pol¨ªticas de los¨¦onflictos internosal continente y demostrar, de paso, que en el mejor de los casos la OUA s¨®lo consigue aplazar el estallido de nuevas zonas de conflicto, mien tras se agravan las diferencias de sus miembros en el plano ideol¨®gi co. La internacionalizacl¨®n del conflicto angole?o provoca en el grupo de pa¨ªses moderados un sentimiento de frustraci¨®n que se ve aumentado posteriormente con la crisis del Sahara occidental y el recrudecimiento de la tensi¨®n en tre Chad y Liblia, Sud¨¢n y Etiop¨ªa. Proposiciones de ?cumbres? extraordinarias, en lo que concierne al Sahara, y constituci¨®n de comisiones de conciliaci¨®n, en los dem¨¢s casos se suceden entre la 13 y 14 ?cumbre? ordinarias de Port-Louis y Libreville sin resulta do pr¨¢ctico.
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