No podemos fracasar

?La historia de la transici¨®n, ayer hizo un a?o, abr¨ªa su pen¨²ltima p¨¢gina. Cuando el Rey acudi¨® a la apertura de la legislatura de estas primeras Cortes democr¨¢ticas y pronunci¨® un discurso incitador, sobrio y esperanzado, se iniciaba la singladura constitucional. Han pasado 365 d¨ªas, miles de enmiendas, cientos de debates, algunos estremecimientos, nos ha visitado, a veces, la muerte irracional y el terrorismo de la sangre, pero aquella p¨¢gina, contra viento y marea, est¨¢ a punto de cerrarse. La Constituci¨®n ya est¨¢ en el disparadero, cobijando las aspiraciones que don Juan Carlos, en nombre de todos, proclam¨® ante los representantes de nuestro pueblo. "Es necesario -dijo entonces- un sistema pol¨ªtico libre y justo, dentro del cual puedan vivir en paz todos los espa?oles". Estas palabras constituyeron el primer impulso, el primer aliento, el primer soplo, el primer espaldarazo a nuestra carrera hacia el futuro, y por eso, hoy, recobran actualidad y se convierten en el acicate que no ha perdido vigencia, que debe seguir impulsando el esfuerzo conjunto de todos. 23 julio