El asesinato de los militares, hacia la lista de casos sin soluci¨®n

Cinco d¨ªas despu¨¦s del doble asesinato de un general y de un teniente coronel del Ej¨¦rcito, en Madrid, las investigaciones policiales no s¨®lo no han avanzado hacia extremos positivos que permitan la detenci¨®n de los terroristas, sino que parece que ¨¦stas se hunden en un mar de dudas y confusiones que, hacen recordar otros casos anteriores pendientes de soluci¨®n por parte de la polic¨ªa.Ning¨²n organismo competente ha facilitado nota oficial alguna que permita esclarecer los puntos oscuros que persisten en la investigaci¨®n policial, tales como el hecho de que se haya levantado pr¨¢cticamente el cerco policial sobre Miraflores, despu¨¦s de desechar esta pista -se cree que los asesinos pudieran estar en un piso franco o similar en la capital de Espa?a-, o los datos en los que la polic¨ªa est¨¢ susterizando la supuesta connivencia ETA-GRAPO, aceptada directa o indirectamente por la polic¨ªa a trav¨¦s de los niedios de comunicaci¨®n.

Ayer no hubo ninguna noticia sobre las investigaciones policiales Estas se han extendido desde Miraflores y,su ¨¢rea de influencia donde parece que se ha levantado el cerco, a varias provincias espa?olas, carreteras nacionales e importantes n¨²cleos de comunicaci¨®n. M¨¢s de cien polic¨ªas especializados en terrorismo, al mando del comisario Conesa -a quien se ha encargado directamente del hecho-, siguen trabajando ininterrumpidamente para detener a los asesinos y est¨¢n investigando en medios de ETA y GRAPO.

Algunos indicios y contradicciones permiten suponer que el caso de los dos jefes militares asesinados puede pasar a engrosar la ya larga lista de hechos no esclarecidos en materia de terrorismo en los ¨²ltimos, meses. Podr¨ªan existir, a la vista de los datos que se est¨¢n manejando, paralelismos con el caso de la calle del Correo (septiembre de 1974), El Papus (septiembre 1977), Carlos Gonz¨¢lez (verano 1975) y de algunos interro-antes no aclarados en los secuestros de Oriol y Villaescusa.