Rodesia lanza un ataque masivo contra bases guerrilleras en Mozambique

Mientras prosiguen en Londres las conversaciones entre el obispo Abel Muzorewa, uno de los miembros del consejo ejecutivo del Gobierno de transici¨®n en Rodesia, y el ministro ingl¨¦s de Exteriores, David Owen, las ¨²ltimas noticias que llegan a la capital brit¨¢nica confirmaron ayer la amplitud e intensidad de? ataque que realizan comandos aerotransportados de? Ej¨¦rcito de Salisbury contra bases de guerrilleros nacionalistas situadas dentro de Mozambique.

La ejecuci¨®n de este nuevo ataque en gran escala por parte del Ej¨¦rcito rodesiano y el apoyo incondicional a esta acci¨®n de fuerza otorgado por todos los miembros del presente Gobierno transitorio, incluidos los tres dirigentes negros nacionalistas moderados, son temas esenciales en la entrevista de Muzorewa con Owen.

El representante rodesiano ha venido a Londres con el objetivo de lograr el apoyo del Gobierno laborista al llamado acuerdo interno pactado en Salisbury, el 3 de marzo pasado.

El ZANU, principal objetivo

El nuevo ataque de los soldados rodesianos -seg¨²n algunas estimaciones participan varios cientos de paracaidistas y comandos especiales- comenz¨® anteanoche, cuando las fuerzas aerotransportadas cruzaron la frontera con Mozambique muy cerca de la ciudad de Umtali. La sucesi¨®n de ataques ejecutados desde entonces tienen corno objetivos prioritarios bases de guerrilleros del grupo ZANU (Zimbabwe African National Union), que dirige Robert Mugabe, uno de los miembros del Frente Patri¨®tico. Las acciones de los soldados fueron precedidas de misiones de bombardeo ejecutadas por aviones rodeslanos que partieron. sobre todo, de la base de New Sarum, en las afueras de Salisbury.

Noticias de ¨²ltima hora llegadas a Londres se?alan que contin¨²a el flujo de aviones, de transporte y cazas, que siguen cruzando con cierta regularidad la frontera, en las dos direcciones. Parece fuera de toda duda que la mayor parte de las fuerzas que intervienen en esta nueva ?operaci¨®n de limpieza.? dentro de Mozambique no regresaron todav¨ªa a sus bases.

Se trata del segundo gran ataque realizado en los nueve pasados meses contra bases del grupo de Robert Mugabe, situadas en el vecino pa¨ªs. En noviembre, centenares de soldados y comandos especiales rodesianos cruzaron otra vez la frontera, atacando los campos de refugiados de Chimoio y Tembue. Centenares de guerrilleros nacionalistas, as¨ª como mujeres y ni?os de los refugiados, murieron a consecuencia de aquel ataque. Anteriormente, en agosto de 1976, la aviaci¨®n de Salisbury bombarde¨® el campo de refugiados de Pungwe, donde murieron uno.s quinientos guerrilleros nacionalistas.

Operaci¨®n de ?protecci¨®n?

Portavoces militares de Salisbury han justificado el raid de este fin de semana como ?una operaci¨®n de protecci¨®n? dirigida contra los terroristas del grupo de Mugabe. Textualmente, el comunicado militar facilitado ayer en la capital rodesiana dice as¨ª: ?Las operaciones exteriores de las fuerzas de seguridad rodesianas se realizan en apoyo de? Gobierno interino de Rodesia. Est¨¢n montadas contra terroristas de la facci¨®n de Mugabe. No est¨¢n dirigidas contra personas civiles o contra las fuerzas armadas de Mozambique, con las que no hay problemas.?

Seg¨²n el mismo comunicado, ?esos terroristas han el llamamiento para participar en un alto el fuego?; se les acusa, adem¨¢s, de incrementar las infiltraciones de comandos arniados en Rodesia, con el fin de intimidar y asesinar a quienes aceptan el acuerdo interno. Por todo lo cual ?resulta absolutamente fundamental la operaci¨®n de prevenci¨®n de las fuerzas rodesianas?.

Seg¨²n opinaban esta tarde especialistas en la cuesti¨®n rodesiana, esta operaci¨®n de castigo sobre bases nacionalistas en Mozambique trata de cubrir, entre otros, los siguientes objetivos: replicar al incremento de las actividades guerrilleras dentro del territorio rodesiano, lleg¨¢ndose a producir enfrentamientos en las afueras de Salisbury; tratar de levantar la moral de las fuerzas de seguridad, muy afectada por las recientes consignas conciliatorias dictadas por el Gobierno de transici¨®n, y demostrar la consistencia y uniformidad de criterios entre los miembros -blancos y negros- del Gobierno rodeslano en lo que respecta a mantener en pie las bases del acuerdo interno.