La urgente nececidad de un nuevo modelo de desarrollo
La sociedad actual -cuatro mil millones de personas- demanda continuamente m¨¢s alimentos, m¨¢s agua, m¨¢s energ¨ªa, m¨¢s de todo. Mientras tanto, los Gobiernos est¨¢n inmersos en la tarea de llenar tantas bocas y no ven mucho m¨¢s all¨¢ de las siguientes elecciones.Con cada vez mayor frecuencia surgen cient¨ªficos como Alexander King, que nos recuerdan una serie de cifras de todos conocidas. Si los ¨ªndices de crecimiento -que nuestros pol¨ªticos citan con orgullo- son ciertos, el actual proceso de desarrollo habr¨¢ agotado en treinta a?os tantos recursos que dif¨ªcimente podr¨¢n comer esos 8.000 millones de habitantes previstos para entonces.
Esta perspectiva es tan negra que nadie se la quiere creer. Sin embargo, en su informe sobre la situaci¨®n de nuestro planeta. Alexander King no hace sino enumerar una serie de problemas actuales que de no corregirse podr¨ªan llevarnos a esa situaci¨®n catastr¨®fica.
La situaci¨®n de nuestro planeta
Alexander KingInformes al Club de Roma Editorial Taurus. Madrid, 1978.
El agotamiento del petr¨®leo en un plazo de m¨¢s o menos treinta a?os es un dato tan cierto como el hecho de que ante la escasez de energ¨ªa los pol¨ªticos s¨®lo se sienten preocupados por cubrir la demanda, a corto plazo, y no por planificar un modelo de sociedad que consuma poca energ¨ªa.
El problema surge a partir de un crecimiento demogr¨¢fico que supera los l¨ªmites de los recursos de la Tierra. Un control f¨¦rreo de la natalidad es una de las premisas para abordar posibles soluciones a la crisis. La estrecha relaci¨®n entre poblaci¨®n, alimentos y energ¨ªa plantea la necesidad de adoptar medidas de conjunto.
?La mayor parte de estas medidas est¨¢n condenadas de antemano a ser impopulares?, dice Alexander King, ?y ning¨²n estadista continuar¨ªa como tal si intentara promulgarlas sin que su necesidad fuera entendida por todos; incluso en ese caso no se puede presumir que ser¨ªan aceptadas.?
Es previsible que las medidas correctoras que nos neguemos a aceptar ahora, tendentes a cambiar nuestros h¨¢bitos de consumo, tengamos que adoptarlas sin m¨¢s remedio, y con mayor trauma, en el momento en que un desarrollo mal entendido llegue a ese callej¨®n que nos anuncian personas que aciertan a ver por encima de los problemas cotidianos.
?Hay que llegar a una mayor comprensi¨®n de las dificultades presentes y de los peligros potenciales en todo el mundo?, a?ade Alexander King. ?especialmente entre las personas que hayan de tomar decisiones, ya sea a nivel local nacional o internacional. Este libro no es sino una modesta contribuci¨®n a algo que habr¨¢ de convertirse en un movimiento mundial, si es que se quiere que resulte efectivo.?
Se puede ser pesimista u optimista. afirmaba recientemente Jean Dorst, bi¨®logo franc¨¦s. autor de la obra Antes de que la Naturaleza muera. En el primero de los casos podemos imaginar un futuro bastante siniestro, que posiblemente acabe con una guerra at¨®mica. En el segundo, es de esperar que el hombre haga uso de su inteligencia y busque otro modelo de sociedad.
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