?Apoya el Rey a Su¨¢rez?

?En tal situaci¨®n, es de suponer que Adolfo Su¨¢rez se dedique, en el tiempo inmediatamente anterior a las siguientes elecciones, a capitalizar todo lo positivo de su gesti¨®n, cosa que hasta ahora no ha realizado. Tendr¨¢, quiz¨¢ -¨¦l y la sociedad entera-, que asimilar al guna otra embestida del terrorismo desestabilizador. Y entonces se contemplar¨¢ de nuevo el amago de la maniobra pol¨ªtica: el Rey debe cesar al presidente Su¨¢rez. Atr¨¢s quedaron las pretensiones interinas de un ?Gobierno de concentraci¨®n?, aunque bien es verdad que una cierta ?concentraci¨®n? descafeinada ha habido en el consenso y en los pactos de la Moncloa. Ante el amago del ??fuera Su¨¢rez!?, los presuntos apologistas del presidente esgrimir¨¢n en su defensa el apoyo que le presta el Rey. Ning¨²n favor hacen a Su¨¢rez quienes as¨ª se expresan.Y no le benefician por varias razones. La primera, porque parecer¨ªa que don Juan Carlos est¨¢ detr¨¢s de todas y cada una de las decisiones concretas de Su¨¢rez. La figura arbitral del Monarca quedar¨ªa as¨ª muy peligrosamente parcializada, dando la impresi¨®n de que Su¨¢rez utiliza el prestigio y la potencia de la Corona para sus logros pol¨ªticos personales. La segunda raz¨®n -consecuencia de la anterior-, porque ser¨ªa f¨¢cil sostener que Su¨¢rez no va m¨¢s all¨¢ de ser un mero ejecutor de las decisiones adoptadas por el Rey. La tercera entra?ar¨ªa la fulminante desaparici¨®n de Su¨¢rez de la arena pol¨ªtica el d¨ªa en que don Juan Carlos se ?cansara? del actual presidente; o sea, la plena desvalorizaci¨®n de Adolfo Su¨¢rez, a quien se le imputar¨ªa el ?ya pod¨ªa, con el Rey apoy¨¢ndole en todo?. ( ... )

Las relaciones entre don Juan Carlos y Su¨¢rez son las l¨®gicas entre el Rey y el presidente del Gobierno, justo cuando estamos en los umbrales de la Constituci¨®n. Tan s¨®lo una grav¨ªsima situaci¨®n de expectativas podr¨ªa aconsejar al Rey la dimisi¨®n de Adolfo Su¨¢rez.

, 21 agosto