La polic¨ªa y el Gobierno

En este marco hay que contemplar la nota de la Asociaci¨®n Profesional del Cuerpo General de Polic¨ªa. No desde detr¨¢s de las fr¨ªas mesas de despacho, sino de las fr¨ªas mesas del dep¨®sito de cad¨¢veres. Es all¨ª donde fue redactada la apasionada nota que repet¨ªa como estribillo aquel ?estamos hartos ... ?.Es cierto que el contenido de la nota no es prudente ni seguramente oportuno. Pero las cosas merecen considerarse dentro de un con texto, sin el cual, el sentido puede variar sustancialmente. El contexto es este: la polic¨ªa ve c¨®mo mueren algunos de sus hombres y c¨®mo muchos otros escapan, afortunadamente, de atentados. Ve que, en lo que va de a?o, han muerto diecis¨¦is servidores del orden p¨²blico. Ve que, presuntos o convictos delincuentes que han sido detenidos salen a veces de la c¨¢rcel como si aquello fuera una fonda, y reciben orden de capturarlos de nuevo. Ve que los que no salen se entretienen en quemar colchones, subirse a los tejados o hacer ?juicios populares ? a otros presos. Ve, por fin, que se acusa a la polic¨ªa de in¨²til, incapaz o franquista... y mientras tanto van muriendo uno aqu¨ª, otro all¨¢.

Lo que nos parece extra?o es que un Gobierno que se ha caracterizado siempre por su debilidad espere esta ocasi¨®n para manifestar firmeza y aplique sanciones en consideraci¨®n a que se han transgredido reglamentos, cuando nos tiene tan acostumbrados a una pol¨ªtica de vista gorda, tolerancia y permisibilidad.

1 septiembre