Polic¨ªa y ciudadanos

?La "nota" de la Asociaci¨®n Profesional del Cuerpo General de Polic¨ªa, la r¨¦plica de la Direcci¨®n General de Seguridad, los expedientes incoados con suspensi¨®n de empleo a ocho directivos de la citada agrupaci¨®n y las discrepancias y solidaridades que en torno a ellos se extienden han dado ocasi¨®n para que se visualice una peligrosa polarizaci¨®n de actitudes dentro de los Cuerpos de Seguridad del Estado. ( ... )Ha sido precisamente la democracia la que ha extendido la seguridad social a las fuerzas del orden p¨²blico, que carec¨ªan.de ella, y la que ha reconocido el derecho de asociaci¨®n a los funcionarios del Cuerpo General de Polic¨ªa, que han podido as¨ª constituir la Asociaci¨®n de cuya existencia ha cobrado abrupto conocim iento la opini¨®n p¨²blica mediante la nota que. venimos comentando. ( ... )

( ... ) El titular de la cartera del Interior ha sido adem¨¢s, al mismo tiempo, extraordinariamente conservador en cuanto a las personas a quienes ha encomendado responsabilidades policiales. Las cr¨ªticas m¨¢s frecuentes que ha debido encarar en el ¨¢mbito parlamentario han nacido precisamente de esa actitud. El ministro ha querido justificarse declarando su oposici¨®n a cualquier depuraci¨®n por motivos ideol¨®gicos o pol¨ªticos.

Hay que exigir de la polic¨ªa eficacia y hay que ayudarla con civismo en su misi¨®n al servicio de tod¨¢ la sociedad, bajo la autoridad del Gobierno y sometida al control del Parlamento. Esa es la ley de la democracia y no es ocioso recordarla, aunque los inspiradores del terror quieran producir, como ahora vuelve a anunciar ETA, una crispacion en quienes deben entregarse al servicio p¨²blico para que llegaran a traicionarse a si mismos. ?

1 septiembre