La farsa c¨®mico-pol¨ªtica
Hace unos a?os la politizaci¨®n del teatro, por parte de la izquierda, gener¨® estrenos y, en general, representaciones crispadas, emotivas y participantes. Al teatro, como lugar de ?reconocimiento?, asist¨ªan ins¨®litos y poco vistos espectadores ¨¢vidos de o¨ªr la palabra esperada. Fueron, en general, espect¨¢culos severos y aun de un s¨²bito negro funeral. Y ahora, aprendida la lecci¨®n, la derecha devuelve la pelota. Espectadores tradicionalmente poco atentos a los fen¨®menos teatrales se precipitan convulsamente a los locales m¨¢s politizados en defensa de la ideolog¨ªa sufriente y gozan los tradicionales b¨¢lsamos de la vieja y siempre excelente catarsis final. Es interesante que esto suceda y aun es superior para que no decaiga la fiebre espectadora.Sucede, curiosamente, que por encima de declaraciones y an¨¢lisis trascendentales y con los datos objetivos que ya est¨¢n a la vista puede decirse que a los oscuros patetismos del teatro de la izquierda responde el de la derecha con claridad c¨®mica. As¨ª sucede en esta propuesta de Olano, que no se molesta lo m¨¢s m¨ªnimo en organizar una estructura dram¨¢tica completa, sino que se concentra en un di¨¢logo de l¨¢tigo, frase burlona y humor r¨¢pido y directo. La farsa no es, precisamente. ese desarrollo lento, premios¨ªsimo, sin capacidad de sorpresa, sin ambici¨®n. Esto es, en cambio, un excelente ?c¨®mic? que ha bebido en dos magn¨ªficas fuentes: la vivacidad del periodismo de combate,y la supereficacia de la estupenda y antigua revista patri¨®tica tradicional. Olano ataca divert¨ªdamente. No a la izquierda, sino al travestismo escalador. Lo hace de forma desigual. pero con hallazgos verbales abundantes. A veces salva bien el eterno peligro de defender a golpe de di¨¢logo situaciones no profundizadas y a veces se despe?a en cuanto le fallan media docena de frases. Es lo normal.
Cara al sol con la chaquta nueva, de Antonio D
Olano. Director: V¨ªctor Andr¨¦s Catena. Decorados. figurines y ambientaci¨®n: Gonzalo S. de Erice. M¨²sica: Juan Pardo. Int¨¦rpretes: Mari Bego?a, Perla Cristal, Pilar Laguna, Susana Mayo, De Ravmond, Salvador Vives y Valeriano Andr¨¦s.En el teatro Valle Incl¨¢n.
Salvo Perla Cristal. que confiere cierto peso a su personaje, los dem¨¢s actores flotan penosamente sin otra apoyatura que la frase que les toca. Hay una pegadiza canci¨®n de Juan Pardo. Y hay una ingeniosa concepci¨®n decorativa de Gonzalo S. de Erice que ¨¦se s¨ª que no se deja enga?ar. Su coloreada ambientacion renuncia a la atm¨®sfera de la comedia y apunta a una clave real del espect¨¢culo. Aqu¨ª no hay que recordar a Balmes ni a Mu?oz Seca. Hay que acordarse, pura y simplemente, de aquel excelente, risue?o y ?patri¨®tico? espect¨¢culo que se llamaba Las corsarias.
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