El magnetismo: un fen¨®meno observable desde hace dos mil a?os
La curiosidad del hombre por el magnetismo se despierta con la observaci¨®n del fen¨®meno de atracci¨®n entre la piedra im¨¢n y trozos de hierro. Este hecho contin¨²a encerrando todo su misterio y poder de fascinaci¨®n. El origen de la palabra magnetismo permanece velado en la lejan¨ªa hist¨®rica.Lucrecio (98-55, a.d.C.) asegura, en el libro VI de De Rerum Natura, que en Magnesia abunda la piedra im¨¢n, por lo que su poder de atracci¨®n se denomin¨® poder magn¨¦tico. Plinio (27-71 A.d.C.) refiere una bonita leyenda tomada del poeta griego Nicandro, siglo II antes de Cristo, en la que se refiere que un pastor llamado Magnes, apacentando su reba?o en las faldas del monte Ida, observ¨® asombrado c¨®mo su bast¨®n de hierro era atra¨ªdo por una piedra cercana que, desde entonces, se conoci¨® como piedra de Magnes. La piedra im¨¢n ha sido descrita en los Vedas con el nombre de Chumbuk o piedra que besa.
El empleo, por vez primera, de la br¨²jula se atribuye a los chinos. Este artificio, de gran utilidad n¨¢utica, se desarroll¨® considerablemente durante las cruzadas. Durante el largo per¨ªodo de tiempo en que el culto a la ciencia desapareci¨® en gran parte de Europa, quedando como patrimonio del mundo ¨¢rabe, hasta el Renacimiento, el ¨²nico nombre ligado con el del magnetismo es el de Pedro de Maricourt o Pedro el Ermita?o, quien escribi¨® un breve manuscrito, De Magnete, en el que se describe la br¨²jula de pivotes.
En 1600 aparece la obra, en seis tomos, de Williams Gilbert (1540-1603): De Magnete, magnelisque corporibus, et magno magnete tellure....
La teor¨ªa del campo electromagn¨¦tico se desarrolla y cierra en un siglo, concretamente, entre 1785 y 1887, fechas respectivas de los experimentos de Coulomb y de Michelson-Morley. En 1820, Oersted descubre que el efecto de una corriente el¨¦ctrica es an¨¢logo al producido por la piedra im¨¢n. Ampere explica la existencia de imanes, como una consecuencia de que en el interior de algunos cuerpos fluyan corrientes el¨¦ctricas microsc¨®picas. Faraday, haciendo uso de su proverbial habilidad experimental, mostr¨® c¨®mo la acci¨®n de los campos magn¨¦ticos sobre los cuerpos produce siempre una reaccion en ¨¦stos, no siendo, por tanto, exclusiva del hierro y el n¨ªquel. Faraday descubri¨® la utilidad de la susceptibilidad de la materia al influjo de los campos magn¨¦ticos. Sucede, no obstante, que esta reacci¨®n, generalmente una fuerza, es en el hierro varios millones de veces superior a la presentada por el agua, por ejemplo. Con las ecuaciones de Maxwell se cierra el sistema conocido como electr¨®magnetismo cl¨¢sico. Las propiedades de la perturbaci¨®n producida en el espacio por las cargas y corrientes el¨¦ctricas queda resumida en estas ecuaciones diferenciales de car¨¢cter eminentemente macrosc¨®pico.
La tarea que la historia del magnetismo destina al siglo XX es la de analizar la trama microsc¨®pica que origina la manifestaci¨®n macrosc¨®pica resumida en las ecuaciones de Maxwell.
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