Cr¨®nica turbadora
La peque?a (Pretty Baby).Louis Malle es un cineasta inc¨®modo. Desde cal¨ªgrafo burgu¨¦s hasta profesional del esc¨¢ndalo, de Malle se ha dicho de todo. Lo que m¨¢s diferencia a Malle de los realizadores de la nouvelle vague -movimiento con el que en realidad, nunca tuvo nada que ver- es su aparente falta de un estilo f¨¢cilmente etiquetable y reconocible. Un hombre que firma obras tan distintas a todos los niveles como El fuego fatuo y Zazie dans le m¨¦tro, como Vida privada y Calcuta, como Les amanis y iViva Mar¨ªa!, escapa a los tradicionales esquemas de una cr¨ªtica habitualmente estrecha. Conclusi¨®n: Malle no es un autor. Sin embargo, se dir¨ªa que el ¨²nico delito cometido por Malle -su gran virtud- es no copiarse a s¨ª mismo, huir de la autoimitaci¨®n, de los caminos conocidos y no temer las m¨¢s dif¨ªciles y espinosas empresas.Con su reputaci¨®n de escandaloso ocurre otro tanto: si en los a?os sesenta Les amants escandaliz¨® al mundo entero, fue por su libertad en la forma de plantearse una escena de amor -por otro lado, delicad¨ªsima-, as¨ª como por la ausencia de culpabilidad con que present¨® un adulterio. En Le souffle au coeur hizo otro tanto con el incesto y, a ra¨ªz de Lacombe Lucien, dej¨® al descubierto la gazmo?er¨ªa de gran parte de la cr¨ªtica de izquierdas que se empe?¨® en ver en su aguda reflexi¨®n una apolog¨ªa justificatoria del fascismo inocente.
Director: Louis Malle
Gui¨®n: Polly Platt, basado en una historia de Polly Platt y Louis Malle. Fotograf¨ªa: Sven Nvkvist. Adaptaci¨®n y supervisi¨®n musical. Jerry Wexler. Temas adicionales por la New Orleans Ragtime Orchestra. Int¨¦rpretes: Brooke Shields, Keith Carradine, Susan Sarandon, Frances Fave, Antonio Fargas y Barbara Steele. Norteamericana, 1977. Locales de estreno: Infantas y Pe?alver.
Lo que escandaliza de Louis Malle es su forma de enfrentarse sin prejuicios a los temas m¨¢s dif¨ªciles. Los caramelos de Malle esconden dentro una carga de nitroglicerina. Nada m¨¢s lejos de ¨¦l que el esc¨¢ndalo obtenido qu¨ªmicamente, artificial, torpe y rebuscado, a la Russell o a la Cavani... Junto con Rohmer, Malle es uno de los grandes moralistas del cine europeo.
Con Pretty Baby Louis Malle parece haber llegado m¨¢s lejos a¨²n al narrarnos la historia de Violet, una ni?a de doce a?os, nacida y educada en un burdel de Soryville (Nueva Orleans) a principios de siglo. La forma en que su virginidad es subastada y su posterior matrimonio con un fot¨®grafo que la triplica en edad es un camino sembrado de trampas que Malle sortea con una habilidad angelical. Pretty Baby es un producto radicalmente subversivo presentado con una envoltura elegante y preciosista, un verdadero alarde de buen gusto logrado por el m¨¢s dif¨ªcil de los caminos.
Louis Malle no juzga a sus personajes, los contempla -esa es su moral- y nos obliga a un verdadero stript-tease de prejuicios farise¨ªsmos y normas adquiridas. Tras conseguirlo con una honestidad fuera de toda sospecha. Malle no aprovecha nuestra desnudez para vendernos una nueva moral, para hacer la propaganda de un c¨®digo de recambio. Porque su fin no es sino dejarnos en blanco, hacernos volver a un punto cero desde el cual mirar las cosas de nuevo y replantearnos la existencia y las relaciones humanas en su totalidad. El que este arriesgado y radical ejercicio de honestidad espante a muchos es la mejor prueba. de su validez y efectividad.
Tras Black moon, Pretty Baby es el segundo filme americano de Malle y no conozco ning¨²n cineasta europeo al que el hecho de trabajar en la industria americana haya condicionado menos. En Pretty Baby encontramos a Malle ¨ªntegro e intacto. Sus im¨¢genes alcanzan un preciosismo y una belleza dif¨ªcilmente superables. En ellas sobresale la inquietante y seductora presencia de Brooke Shields, fascinante adolescente.
Babelia
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