La agricultura italiana y la CEE: una estrategia a "tres"

Director de ?La Actualidad agraria?

Las recientes visitas a nu estro pa¨ªs del comisario para las Comunidades Europeas, Claude Cheysson, y del ministro de Agricultura ¨ªt¨¢liano, Giovani Marcora, parecen enmarcarse dentro de un mismo plan de intensificaci¨®n del acercamiento de Espa?a a la Comunidad Europea, aunque sus repercusiones, en lo pol¨ªtico y en lo econ¨®mico, tengan un signo muy diferente. Mientras Claude Cheysson valora la agricultura europea como ?un frente de choque a nivel mundial?. el ministro italiano act¨²a en un terreno m¨¢s pragm¨¢tico, se?alando, sin ambages, que existe un flagrante desequilibrio entre las producciones del ¨¢rea continental y del sur de Europa. Esta apreciaci¨®n, que por lo dem¨¢s nos parece indiscutible con cifras presupuestarias en la mano, alcanza singular,rel¨ªeve en lo que afecta al destino de los 9.000 millones de d¨®lares que la Comunidad destina a la agricultura. De ¨¦stos, tan s¨®lo se utiliza la exigua cantidad de cuatrocientos millones en reformar las estructuras. La jugada es perfecta: en el norte de Europa no es necesaria una reforma de las estructuras porque ¨¦stas, si no perfectas al menos son aceptables. Pero en lo que ata?e a los pa¨ªses del Sur, sobre todo a los del ¨¢rea mediterr¨¢nea, la consecuci¨®n de unos niveles m¨ªnimos de competitividad pasa por una inexcusable reforma de las estructuras. He aqu¨ª, por de pronto, una primera valoraci¨®n de las conversaciones mantenidas por Giovani Marcora con su colega espa?ol. Y, lo que es m¨¢s importante, he aqu¨ª una primera garant¨ªa de apoyo por parte de Italia a nuestro'ingreso en la CEE.

Sin embargo, ha sido necesario que el ministro de Agricultura italiano viniera a Espa?a para que se produjera un cambi¨® radical en unas posturas iniciales marcadas por la desconfianza y las reticencias en torno a dos productos b¨¢sicos en la agricultura de ambos pa¨ªses: el aceite de oliva y el vino. No han de dolernos prendas si valoramos las conclusiones de esta visita corno de una sagacidad a toda prueba por parte del ministro italiano y de una enorme capacidad de negociaci¨®n por parte de su colega espa?ol. As¨ª es, en efecto, si nos detenemos a analizar la postura italiana a la llegada del Ministro a Barajas, y las conclusiones que el se?or Marcora manifest¨® a los informadores en una rueda de prensa pocas horas antes de su marcha. Desaparecidos los temores iniciales, parece que hay consenso en la necesidad de que Espa?a e Italia caminen unidos en un frente com¨²n. Cuando menos, existe el convencimiento de que las dificultades son superables.

Por lo dem¨¢s, quiz¨¢ convenga poner especial ¨¦nfasis en lo que, a mi juicio, constituye la esencia de las declaraciones del ministro: ?No hay m¨¢s pol¨ªtica comunitaria realista que la pol¨ªtica agraria.? Significa esto -pese a todos los matices que se quieran dar al tema- que el. mayor peso y la mayor responsabilidad de nuestro ingreso en la Comunidad Econ¨®mica Europea la tiene el Ministerio de Agricultura. La clave de Europa, queramos o no, es la clave agraria. Y nuestra clave, por el momento, es la clave mediterr¨¢nea. Francia, Italia y Espa?a tienen todav¨ªa un largo camino por recorrer. Mientras tanto, nuestra t¨¢ctica de hoy a ma?ana puede ser una reuni¨®n tripartita, al m¨¢s alto nivel, entre los ministros de los tres pa¨ªses mediterr¨¢neos. A partir de ah¨ª es posible que comience la aut¨¦ntica fuerza de choque europea.