Dificultades de los conservadores para superar la crislis pol¨ªtica sueca
Ninguno de los tres partidos suecos de la coalici¨®n liberal conservadora ha podido hasta ahora ofrecer una soluci¨®n viable a la crisis pol¨ªtica, en los se¨ªs d¨ªas que el presidente del Riksdag (Parlamento), Henry Allard, lleva empleados en conversaciones con los grupos pol¨ªticos.Olaf Ullsten, el jefe liberal y viceprimer ministro en ejercicio, es mencionado todav¨ªa como el posible candidato a ser confirmado en el cargo, pero no ha logrado en sus ex socios el consenso que le permita aducir respaldo parlamentario suficiente.
Los liberales poseen ¨²nicamente 39 bancas en un Parlamento de 349, y su necesidad de acuerdo hacia su derecha (con el jefe conservador Gosta Bohman) o hacia el centrismo de Faelldin, aparece como inevitable. Sin embargo, Ullsten alarde¨® esta semana de su intenci¨®n de formar un Gabinete exclusivamente liberal, lo cual fue refutado de inmediato por Faelldin y Bohman.
En las ¨²ltimas horas, sorpresivamente, la socialdemocracia de Olof Palme descarg¨® un golpe maestro. Hasta ayer a mediod¨ªa el sard¨®nico Palme hab¨ªa sonre¨ªdo en numerosos reportajes de la televisi¨®n, como el experto que mira de lejos la torpeza de los novatos: ?Hay una mayor¨ªa burguesa en el Parlament¨® -coment¨®- y corresponde a ella formar nuevo Gobierno. Nos conformamos con asistir a este extra?o espect¨¢culo desde la platea, pero no participamos en ¨¦l.?
Horas despu¨¦s, con una noci¨®n exacta del tiempo pol¨ªtico, Palme cambiaba abruptamente de posici¨®n: ?Si permitimos que este juego miserable contin¨²e y llegamos al fin, de acuerdo a la Constituci¨®n, a una inevitable llamada a nuevas elecciones, habremos dejado transcurrir semanas de descomposici¨®n moral?, dijo anoche.
?Qu¨¦ soluci¨®n propone? Palme revel¨® que hab¨ªa ofrecido a Allard que la socialdemocracia se hiciera cargo del nuevo Gobierno. ?Llamaremos inmediatamente a elecciones?, a?adi¨®.
La jugada del jefe socialdem¨®crata confirma la notoria superioridad de su sentido pol¨ªtico, en contraposici¨®n al provincianismo de estilo y concepci¨®n que caracteriza a los partidos burgueses.
La socialdemocracia tiene ahora s¨®lo 152 bancas en el Parlamento y la oposici¨®n socialista no llega a la mayor¨ªa absoluta ni siquiera con el agregado de las diecisiete bancas del Partido Comunista. Entrar a una coalici¨®n con Ullsten (como se sugiriera desde medios liberales) supondr¨ªa para la socialdemocracia continuar prisionera de su condici¨®n minoritaria.
Una inmediata llamada a elecciones, en cambio, puede transforrnar en realidad lo que las encu estas de opini¨®n p¨²blica afirman desde mayo ¨²ltimo: que el partido de Palme, si hay elecciones, obtendr¨¢ m¨¢s del 50% de los esca?os parlamentarios.
Con su fina noci¨®n de la oportunidad, Palme ha dejado desgarrar a la coalici¨®n ?burguesa?, prisionera de sus propias incompatibilidades, hasta la situaci¨®n de impotencia en que parecen encontrarse sus tres partidos. Y la socialdemocracia asoma ahora como la conciencia pol¨ªtica del pa¨ªs.
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