Dudas sobre la estrategia a seguir para el desarrollo de la energ¨ªa nuclear
La problem¨¢tica de las centrales nucleares contin¨²a siendo el tema cumbre del Plan Energ¨¦tico Nacional. El debate, en su ¨²ltima parte, se centra, al igual que ayer, en la bondad o no de la energ¨ªa nuclear y en la necesidad espa?ola de abordar un plan nuclear concreto. La divisi¨®n de opiniones es perfectamente clara, aunque en t¨¦rminos generalizados pocas son las discrepancias sobre la necesidad de utilizar la energ¨ªa nuclear. Las dudas surgen sobre la estrategia a seguir en relaci¨®n con este tema.
EL PAIS. Un aspecto inicial antes de abordar a fondo el tema nuclear es el realizar una valoraci¨®n sobre la necesidad o no de esta forma de energ¨ªa de cara a resolver los problemas energ¨¦ticos futuros.Centeno. Bueno, sobre eso creo que no existe ning¨²n tipo de. dudas. La energ¨ªa nuclear tiene inconvenientes importantes que no est¨¢n suficientemente solucionados pero es la ¨²nica alternativa energ¨¦tica al petr¨®leo que existe en la actualidad a nivel mundial, y por tanto considero que en los pr¨®ximos treinta o cuarenta a?os la energ¨ªa nuclear ser¨¢ el ¨²nico recurso de donde echar mano para cubrir la demanda.
Costa Morata. En mi opini¨®n, imprescindible no la considero. Nuestro nivel de consumo de energ¨ªa primaria en la actualidad es irrelevante y para 1987 el PEN dice que consumiremos un 14,8%, porcentaje que tampoco lo considero importante. Por ello, no considero justificada la puesta en funcionamiento de ninguna de las centrales de las que esperan autorizaci¨®n definitiva.
Solana. Hay una verdad en todo esto y es que quer¨¢moslo o no, ya estamos nuclearizados y lo estamos de una, manera ca¨®tica como ha sido el desarrollo industrial de este pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os. Creo que el sector nuclear en Espa?a estar¨ªa -especialmente desde el punto de vista econ¨®mico- sobredimensionado si acept¨¢semos m¨¢s centrales dejas que ya est¨¢n en funcionamiento y en avanzado estado de construcci¨®n. M¨¢s que hablar de si va a ser necesaria la energ¨ªa nuclear, yo me preguntar¨ªa como pol¨ªtico y como ciudadano si va a ser conveniente para el pa¨ªs aumentar m¨¢s lo nuclear en t¨¦rminos de coste por kilowatios /hora y en t¨¦rminos de empleo. Y a ello contestar¨ªa que no, de acuerdo con nuestros estudios. En este sentido me gustar¨ªa ser muy claro y considero que sobran las tres o cuatro centrales que el PEN contempla y que se encuentran con autorizaci¨®n previa, por las razones antes apuntadas.
Triana. Brevemente dir¨ªa que hay que hacer una valoraci¨®n global. Es decir, si el programa nuclear se plantea en los t¨¦rminos que dice el PEN no es posible aceptar ese programa nuclear. O sea que es inaceptable que el subsector nuclear est¨¦ absolutamente en manos privadas sin los mecanismos necesarios de control p¨²blico en lo referente a la seguridad, emplazamientos o asimilaci¨®n tecnol¨®gica. En estas condiciones, lo que hay que valorar es la vulnerabilidad de? sistema energ¨¦tico espa?ol. El PEN actualmente en las Cortes dice que se reduce la vulnerabilidad del sistema, pero cualitativamente se aumenta si se contrata las centrales nucleares sin asimilar la tecnolog¨ªa, sin dominar la fase del ciclo de combustible con decisiones aisladas que encarecen todav¨ªa m¨¢s el sistema.
Si eso se llevara a cabo as¨ª abr¨ªa que pensar que podr¨ªa ser m¨¢s positivo incluso aprovechar al m¨¢ximo nuestra capacidad instalada en fuel-oil.
Careti. Mi postura es totalmente a favor de las centrales nucleares. Otra cuesti¨®n es la forma en que el PEN contempla el tema nuclear la cual en mi opini¨®n es deficiente,
Con respecto a la. proposici¨®n del PSOE de cancelar unas y congelar la construcci¨®n de otras centrales nucleares, me gustar¨ªa hacer unas matizaciones. Para 1987, el PEN prev¨¦ que el 14,8% de nuestra energ¨ªa primaria sea nuclear, porcentaje que supone un alza sustancial sobre el 2% en que nos encontramos en la actualidad, y que habr¨ªa que sustituir por otro tipo de energ¨ªa. A mi me gustar¨ªa que el PSOE no s¨®lo propugnase la cancelaci¨®n y congelaci¨®n, sino que ofreciese solyciones alternativas. En mi opini¨®n resulta imposible hallar fuentes energ¨¦ticas sustitutivas en los vol¨²menes requeridos.
P¨¦rez Pita. Mi opini¨®n es que las centrales nucleares son un sistema econ¨®mico y seguro de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. Con respect¨® a las normas de seguridad, s¨ª me gustar¨ªa hacer una precisi¨®n y es la de que en Espa?a se aplican las normas internacionales que continuamente van aprob¨¢ndose. Esto mismo no se puede deciren cambio de nuestras centrales de carb¨®n. Con la calidad del carb¨®n que en la actualidad se quema en Espa?a para producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, las centrales t¨¦rmicas de carb¨®n resultar¨ªan econ¨®micamente inviables si se les aplicasen las normas americanas. insisto en que en mi opini¨®n la opci¨®n nuclear es v¨¢lida y necesaria para el abastecimiento energ¨¦tico espa?ol.
Solana. El debate nuclear s¨ª nuclear no, es un debate absurdo en los tiempos en que vivimos pues nos encontramos con un hecho consumado. La cuesti¨®n planteada por m¨ª anteriormente es qu¨¦ soluci¨®n se da a las centrales. Con independencia de la interpretaci¨®n juridic¨¢ que se le d¨¦ al tema, el punto fundamental que me interesa destacar es el relativo a la clarificaci¨®n de la postura del PSOE al que antes se ha aludido. Quiero hacer una diferencia extrema entre lo que puede ser una postura de si o no a lo nuclear, que en todo caso debe abordarse mediante un debate nacional y la postura pol¨ªtica que surge de la concepci¨®n de la pol¨ªtica energ¨¦tica del PSOE, como una m¨¢s de las formas que tiene el pa¨ªs de optimizar sus recursos. Lo que quiero decir es que as¨ª como el PEN del Gobierno parte de un solo objetivo, cual es el de la balanza de pagos, el PSOE entiende, por el contrario, que la m¨¢xima prioridad de un PEN debe ser el cumplimiento de los objetivos. de m¨¢ximo empleo y m¨¢ximo desarrollo tecnol¨®gico.
Centeno. Entrando de lleno en el tema nuclear, quiero, en primer lugar hacer una matizaci¨®n:a Javier Solana en el sentido de que la diferencia entre Espa?a y los pa¨ªses europeos no es tan grande. Yo considero que las cuatro centrales que contempla el PEN son absolutamente necesarias, aunque haya que hacer estudios m¨¢s detallados ,para el resto, ya que,la soluci¨®n para m¨ª, no est¨¢ en la alternativa de quemar m¨¢s fuel-oil, que es bastante m¨¢s gravoso para la balanza de pagos; esto est¨¢ cuantificado en el PEN y existe una diferencia dem¨¢s de mil millones de d¨®lares`¨¢fio, entre ir a una situaci¨®n todo fuel-oil o todo nuclear.
EL PAIS. Podr¨ªa ser interesante que cada uno de los presentes realizaran el an¨¢lisis cr¨ªtico de la pol¨ªtica nuclear contemplada en el PEN.
Triana. Tal y como est¨¢ tratado el tema nuclear en el plan, ¨¦ste no es aceptable. En primer lugar hay que decir que. la situaci¨®n est¨¢ determinada por decisiones administrativas tomadas antes de la democracia y que han llevado a que nuestro programa nuclear ocupe el sexto puesto en el mundo. A pesar de la reducci¨®n que contempla el Plan actual, en 1987 estaremos por encima de la media europea en cuanto a energ¨ªa de origen nuclear, a pesar de que Espa?a no est¨¢ en las condiciones tecnol¨®gicas de pa¨ªses a los que superamos en n¨²mero de, centrales.
A continuaci¨®n me gustar¨ªa referirme a una serie de aspectos que considero importantes. En primer lugar, no existe dentro del PEN una pol¨ªtica de almacenamiento de re siduos radiactivos, lo cual es realmente,grave. Por otra parte tampoco existe consideraci¨®n alguna de los servicios de almacenamiento que a mi modo de ver es una actividad comercial por la cual se debe cobrar a las empresas el¨¦ctricas el servicio. A m¨ª me parece bien que ENUSA se encargue de esta funci¨®n siempre que las empresas el¨¦ctricas corran con los costes de esas operaciones.
Otro aspecto concreto es el del famoso Consejo de Seguridad Nacional, que para nosotros debe depender directamente del Congreso y que tenga competencias en el licenciamiento de centrales y en asegurar los niveles de control y de cumplimiento de normas.
De todas formas el problema m¨¢s grave es el de esa definici¨®n absoluta que hay en el tratamiento del combustible irradiado, ya que no existe para el mismo ning¨²n emplazamiento definido.
Adem¨¢s de estos problemas e?isten multitud de ellos m¨¢s que van desde el organismo de Seguridad Nuclear a la pol¨ªtica de asimilaci¨®n tecnol¨®gica, pasando por la propia gesti¨®n de las centrales. Sobre esto est¨¢ claro que todas estas decisiones de que se ha hablado, no pueden ser adoptadas sin la intervenci¨®n real y fuerte del sector p¨²blico. Sabemos que es un hecho consumado el tener dentro de unos a?os diez grupos en funcionamiento, pero nosotros creemos que no se debe poner en funcionamiento ni un s¨®lo grupo m¨¢s sin que antes se hayan resuelto todos los problemas que conlleva la energ¨ªa nuclear en Espa?a.
Ese cambio institucional que propugno crear¨ªa beneficios importantes para la econom¨ªa espa?ola; beneficios en cuanto que tendr¨¢n un efecto multiplicador de la econom¨ªa, espa?ola, ya que permitir¨ªa esa negociaci¨®n conjunta con sus principales suministradores, lo cual resolver¨ªa multitud de problemas con que en la actualidad las empresas el¨¦ctricas se est¨¢n, enfrentando.
Yo estoy convencido de que ning¨²n partido de izquierda va a aceptar el programa nuclear en estas condiciones. Hay que ser absolutamente en¨¦rgicos porque de lo contrario, dentro de unos a?os vamos a estar en unas condiciones de dependencia muy superiores a las de ahora. La dependencia econ¨®mica en divisas disminuye aparentemente en el PEN, pero la dependencia cualitativa a trav¨¦s de las ligaduras del programa nuclear es mayor y termina convirti¨¦ndose a la larga en una dependencia cuantitativa.
Otro aspecto que parece inaceptable es la escasa preponderancia que se concede a los organismos auton¨®micos y regionales a la hora de decidir sobre su futuro nuclear.
P¨¦rez Pita. Mis objeciones concretas al PEN que actualmente se encuentra en las Cortes, las he expresado ya en las anteriores intervenciones. Personalmente creo que el PEN se queda a medio camino. Pienso que el pa¨ªs necesita unas reformas profundas en eI sector energ¨¦tico, reformas que adem¨¢s son de m¨¢xima urgencia dada la situaci¨®n en que este sector se encuentra, debido a dos razones fundamentales: laprimera, la crisis de 1973, y la segunda la falta absoluta de medidas que desde 1973 se deber¨ªan haber tomado para mitigar la crisis.
De una forma general, y analizando el plan en dos aspectos, creo que por una parte el plan no aco- mete las reformas institucionales necesarias sino que de hecho parece omitirlas, si bien reconoce los graves problemas que aquejan el sector en este campo. En cuanto al aspecto t¨¦cnico, el plan deja mucho que desear. Si bien hay que reconocer el poco tiempo que el actual ministro ha tenido para elaborar el plan, creo que se deber¨ªa haber sido, al menos, m¨¢s modesto en sus conclusiones.
Centr¨¢ndonos ahora en la problem¨¢tica nuclear, lo primero que se nota es una absoluta falta de datos que respalden las propuestas del PEN y as¨ª es imposible adoptar una postura real sobre el tema nuclear. Por ¨²ltimo, hay otro tema importante y b¨¢sico en mi opini¨®n que es el de los emplazamientos, los cuales creo deben ser elegidos y seleccionados desde una perspectiva nacional y no ¨²nicamente desde una ¨®ptica empresarial, como se ha venido haciendo hasta la fecha.
Solana. Yo esperaba que con la llegada de la democracia, los planes energ¨¦ticos se hicieran de otra manera, que estuvieran al servicio de la mayor¨ªa y no de unos pocos. Aqu¨ª me he equivocado. Todos los argumentos, todas las ideas que se han lanzado sobre esta mesa son suscribibles por la mayor¨ªa, menos por el PEN. El PEN es un plan que casi yo me atrever¨ªa a tachar de chapucero y que quiz¨¢ en este momento lo m¨¢s conveniente ser¨ªa devolverlo al Gobierno para que hiciera otro nuevo.
Yo quiero referirme aqu¨ª a alguno de los p¨¢rrafos m¨¢s significativos sobre lo que hizo el grupo de trabajo del anterior PEN. Hay frases que no se contemplan en el de ahora que son enormemente significativas. En un momento se?ala que se hace necesario realizar un estudio completo sobre el cap¨ªtulo de inversiones; esto es enormemente importante, ya que el hecho de que se pretenda detraer del orden de los 300.000 millones para la construcci¨®n de tres centrales nucleares m¨¢s, parece cuando menos alarmante, m¨¢xime cuando en este momento tenemos m¨¢s de un mill¨®n de parados y una necesidad de recursos financieros muy importantes.
Me parece importante resaltar otra frase igualmente significativa y que dice textualmente que ?a causa del alto porcentaje en costes de capital resulta m¨¢s econ¨®mico retrasar e incluso cancelar proyectos que no se encuentren en avanzado estado de construcci¨®n del proyecto?. Creo que si juntamos las dos cosas como es la falta de estudios serios, como admite el propio plan, y la frase anteriormente rese?ada, se ofrece un espect¨¢culo imponente y en donde est¨¢ en juego ni m¨¢s ni menos que 300.000 millones de pesetas. Una idea de la magnitud de esta cifra podemos encontrarla si observamos que durante 1977 el Yrida invirti¨® en transformaci¨®n de regad¨ªos 7.900 millones de pesetas o que las importaciones agr¨ªcolas durante 1977 fueron del orden de los 260.000 millones y las exportaciones 165.000. Estas cifras son interesantes y significativas.
La conveniencia de lo nuclear queda bastante en entredicho. Por ¨²ltimo, me gustar¨ªa llamar la atenci¨®n sobre el hecho curioso de que el sector p¨²blico, no posee ninguna central nuclear y la ¨²nica que ten¨ªa en proyecto ha sido definitivamente descartada, tenga que soportar los gastos de la Empresa Nacional del Uranio en un 50% y lo m¨¢s ins¨®lito que en el PEN se proponga su total nacionalizaci¨®n precisamente cuando los gastos de ENUSA van a ser mayores.
Rodr¨ªguez de Pablo. La opci¨®n nuclear me parece absolutamente necesaria si se quiere mantener y superar, el nivel de bienestar de nuestra sociedad. Por lo que respecta al n¨²mero de centrales, en mi opini¨®n creo que tras la reducci¨®n con respecto al primer PEN, est¨¢ bastante ajustado a la demanda media previsible de la econom¨ªa espa?ola. Otra cosa es si las nuevas centrales que se prev¨¦n, hidr¨¢ulicas y de carb¨®n, se puedan realizar en su totalidad; aunque creo que se pecar¨ªa,de oplimista si se piensa que se vayan a construir.
El PEN adopta seguridades para la cobertura de la demanda, margen de seguridad que puede caer o por el lado del carb¨®n, o por el nuclear o el propio lado de la generaci¨®n hidroel¨¦ctrica en Espa?a. El PEN no dice c¨®mo se van a coordinar las alternativas de generaci¨®n el¨¦ctrica si se cumple todo el programa.
Sobre los problemas institucionales que ya hemos mencionado, el problema m¨¢s grave que encuentro es la necesidad de clarificar qu¨¦ aspectos deben quedar totalmente dentro de la propia Administraci¨®n Central del Estado y cu¨¢les deben depender de la esfera econ¨®mica privada, y dentro de ¨¦sta el papel de la empresa p¨²blica en el contexto de la econom¨ªa as¨ª como su relaci¨®n con la propia Administraci¨®n.
Caretti. Quiero se?alar que la ¨²ltima versi¨®n del PEN prev¨¦ un cambio sustancial respecto al modo de vida de la sociedad espa?ola, pues durante el periodo 65-77 la elasticidad renta del consumo de energ¨ªa era de 1.34 mientras que el Plan prev¨¦ para los pr¨®ximos a?os una cifra de 1.05. Esto a mi modo de ver supone un cambio de tipo sociol¨®gico enormemente importante y dif¨ªcilmente factible. Sin embargo es de lamentar que tanto estas cifras como otras que ofrece el PEN no est¨¦n suficientemente fundamentadas por lo que es verdaderamente dif¨ªcil hacer una valoraci¨®n t¨¦cnica de las previsiones y por consecuencia de las conclusiones. Pienso que los diferentes planteamientos pol¨ªticos que finalmente contemple el PEN deben estar fundamentados en una correcta resoluci¨®n de los aspectos t¨¦cnicos, por lo que yo suger¨ªa someter a una cr¨ªtica detallada y realista de bases cuantitativas del Plan.
Con respecto a la mayor participaci¨®n del Estado en la construcci¨®n de las centrales nucleares creo que en estos momentos se debe centrar en la potenciaci¨®n de los medios de control y seguridad, no pareci¨¦ndome ni t¨¦cnicamente posible ni justificada la asignaci¨®n radical e inmediata al Estado de la exclusividad de tal construcci¨®n como soluci¨®n espec¨ªfica a los problemas del sector. Por cierto que quiero llamar la atenci¨®n sobre lo frecuente que viene siendo la utilizaci¨®n fr¨ªvola de t¨®picos y medias verdades al tratar del tema nuclear. As¨ª, se hable de nuclearizaci¨®n ca¨®tica cuando la experiencia espa?ola se est¨¢ utilizando como ejemplo a seguir por muy diversos pa¨ªses de nuestra dimensi¨®n. Se habla de sobreequipamiento del sector el¨¦ctrico y nuclear confundiendo muchas veces conceptos tales como energ¨ªa y potencia, energ¨ªa de punta, de base y de regulaci¨®n, etc. Otras veces se hacen afirmaciones tajantes en base a comparaciones con la estructura de energ¨ªas primarias de otros pa¨ªses olvidando los recursos propios de cada pa¨ªs. Si se trata de independencia tecnol¨®gica, se olvida que tan dependientes del exterior somos en la tecnolog¨ªa de base utilizada en las centrales nucleares como en las de carb¨®n o fuel-oil. Por cierto que no menor dependencia sufrimos en otros muchos campos como por ejemplo el petr¨®leo, la automoci¨®n, la inform¨¢tica, etc¨¦tera. Por otra parte se argumenta sobre la magnitud de los recursos que inmoviliza una nuclear sin tener en cuenta que los recursos requeridos por unidad de potencia para una central decarb¨®n, que ser¨ªa el ¨ªndice a comparar, cada vez se aproximan m¨¢s a los de la nuclear, y olvidando totalmente el factor coste del kilowatio/hora generado. Se podr¨ªan poner otros muchos ejemplos.de falta de rigor en los argumentos empleados, por lo que ser¨ªa de desear que en el debate que se avecine sobre el PEN se utilizaran por los partidos criterios realistas y objetivos. Me atrever¨ªa a decir que esa misma falta de rigor se refleja en la redacci¨®n del PEN.
Uno, de los objetivos del Plan es potenciar la independencia tecnol¨®gica, tema en relaci¨®n con el cu¨¢l me gustar¨ªa decir que hemos llegado a un punto de desarrollo en el cual las centrales nucleares tendr¨¢n un 80-85% de la inversi¨®n total de origen nacional, aunque evidentemente al no disponer de tecnolog¨ªa b¨¢sica propia, este no es un factor demasiado significativo en t¨¦rminos de independencia, aunque s¨ª lo es para poner de manifiesto el poder de generaci¨®n de empleo en Espa?a de estas inversiones.
La potenciaci¨®n de esta independencia pasa, como se ha dicho aqu¨ª, por la unificaci¨®n de tecnolog¨ªas que se debe realizar a trav¨¦s de la adquisici¨®n de una determinada tecnolog¨ªa de base y su posterior desarrollo en Espa?a. Estoy hablando de la creaci¨®n de la llamada Sociedad de Sistemas o Suministrador Principal, decisi¨®n cr¨ªtica que habr¨ªa que abordar desde ya, pues parece evidente la necesidad de iniciar una nueva etapa en el desarrollo nuclear una vez agotado -el modelo seguido hasta ahora. Por tanto, en mi opini¨®n el PEN deber¨ªa establecer con claridad la voluntad pol¨ªtica y los criterios a seguir en este tema.
Costa Morata. Antes que nada debo decir que no acepto la tesitura nuclear s¨ª, nuclear no, ya que una cuesti¨®n previa a cualquier Plan Energ¨¦tico es un amplio debate nacional.
Hasta el momento, en mi opini¨®n, no se ha tratado a fondo el tema energ¨¦tico fundamental y que reside en si hay que consumir m¨¢s o menos energ¨ªa. Para m¨ª, la conclusi¨®n es que hay que consumir menos energ¨ªa a nivel primario.
Desde luego, yo creo que no se puede demostrar a ning¨²n nivel, ya sea pol¨ªtico, energ¨¦tico, econ¨®mico o social, la conveniencia de la energ¨ªa nuclear. Para m¨ª el punto clave est¨¢ en decir s¨ª o no a la energ¨ªa nuclear para la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, y esto es lo que el Plan pretende eludir.
El Gobierno hace un folleto que lo denomina PEN, lo manda al Parlamento y todav¨ªa hace unaimpronta democr¨¢tica. El tema nuclear, es evidente que supone una cuesti¨®n de poder pol¨ªtico y econ¨®mico. Por esta raz¨®n, tanto la derecha como la izquierda est¨¢n interpsadas en controlarlo. Por eso, yo creo que ning¨²n espectro pol¨ªtico en Espa?a est¨¢ interesado en resolver el problema energ¨¦tico o al menos en plante¨¢rselo a nivel b¨¢sico de discusi¨®n. Realmente, unos y otros est¨¢n haciendo el juego a quienes se van a beneficiar de todo esto.
Una alternativa pol¨ªtica realmente imaginativa y un poco distinta, debe ser restrictiva e incluso contraria a las centrales nucleares.
Mi idea ¨²ltima es que lo que realmente hace falta son medidas y no planes para frenar dr¨¢sticamente el consumo de energ¨ªa primaria, es decir, tomar las medidas que no se adoptaron en los a?os m¨¢s duros de la crisis. Esto quiere decir que hay que racionalizar el sistema energ¨¦tico y el econ¨®mico, pero sin miedo a las consecuencias.
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