Feria Internacional de Par¨ªs
Como estaba previsto, la FIAC 1978 es la feria de la calidad. Y, si bien tiene mucho de arte, tiene menos de contempor¨¢neo; en realidad es historia. Todo lo expuesto est¨¢ consagrado, como en un museo o en una catedral.Aunque no puede negarse el placer de contemplar los magn¨ªficos objetos de Man Ray, la escultura de Max Bill, la colecci¨®n de Legers, de Mir¨®s o de Mondrians, uno de ellos asegurado en m¨¢s de un mill¨®n de francos y que algunos suponen es la pieza anunciada en el Informe de prensa como ?la obra maestra estimada en diez millones de francos, nuevos?, pero que, en realidad, nadie sabe cu¨¢l es, pues la galer¨ªa (que tampoco se conoce) se ha negado a decirlo. Cuando se recorre la feria pacientemente, circular entre centenares de espectadores no es f¨¢cil, nada ins¨®lito, nuevo o imprevisto sorprende la mirada del espectador.
La FIAC de este a?o es como una caja fuerte llena de lingotes de oro. Todo lo expuesto es v¨¢lido (econ¨®mica y art¨ªsticamente), pero resulta mon¨®tona, sobre todo para quien la frecuenta con la esperanza de encontrar una panor¨¢mica de las distintas vanguardias del arte actual.
Sin duda alguna, est¨¢ montada respondiendo al inter¨¦s que desde hace algunos a?os tiene Par¨ªs por recuperar el puesto que tuvo en otras ¨¦pocas, dentro del mundo del arte, que como cualquier otro comercio produce divisas. La ¨²nica sorpresa ha sido la t¨ªmida contestaci¨®n de ocho galer¨ªas de vanguardia (tres belgas, una alemana y cuatro francesas: Laurant-Dessert, Eric Fabre, Yvon L¨¢mbert y Ghislain Mollet-Vi¨¦ville/Jean Paul Najar) que han montado una muestra paralela denominada FOCUS 78 en el Centro Cultural de Marais simult¨¢nea a la ?oficial? (arte conceptual, land-art, etc¨¦tera), con la edici¨®n de un cat¨¢logo que, aunque m¨¢s humilde, est¨¢ mucho m¨¢s cuidado y, desde luego, es m¨¢s interesante que el de la FIAC, cuyo aspecto nos recuerda el de los editados por cualquier gran almac¨¦n de venta por correspondencia.
En escultura, adem¨¢s de la obra del franc¨¦s Dodeigne, quince figuras que nos sugieren inevitablemente el ?Balzac? de Rodin, pero que no por eso dejan de ser impresionantes. Es interesante el trabajo de tres artistas finlandeses (G. Arket) Kivij?ivi, granito, y Hartman y Tapper, que emplean el tronco de ¨¢rbol, material tradicional de la arquitectura finlandesa, de forma muy diferente a la de G. Wolman con su ?¨¢rbol separado?, un tilo con ramas, partido a lo largo en dos partes, que se tienen de pie en el espacio de la galer¨ªa Spies. En tierra cocida, los ?durmientes? de G. Jeanclos es lo m¨¢s interesante.
El trabajo del ceramista abstracto Kazuo Yagui (G. Kasakara), una serie de Haikus, equivalente en cer¨¢mica negra al poema tradicional japon¨¦s, el de Takeo Yamaguchi (G. Minami), un ?abstractorrealista?, como ¨¦l mismo se define (?toda expresi¨®n pl¨¢stica es realista y s¨®lo la elaboraci¨®n es abstracta?, dice), y Shinjo Saito (que con frecuencia trabaja en Espa?a en el taller que la galer¨ªa UMEDA tiene en Santillana), es quiz¨¢ lo m¨¢s destacable de la representaci¨®n japonesa.
Dentro del hiperrealismo, los cuadros de Chan Kin Chung (G. Yomuri de Par¨ªs), de una sutileza inigualable, contrastan con los del suramericano Morales (G. Alberbach, Londres), que ha vendido en los dos primeros d¨ªas toda la obra expuesta, debido quiz¨¢ a la aburrid¨ªsima repetici¨®n del mismo tema: la mujer desnuda con las piernas bien abiertas dejando ver claramente su sexo. Las formas de prostituirse son muchas, y el artista no est¨¢ a salvo de algunas de ellas. La obra ?m¨¢gica? de Xul Solar (1887-1963), presentado por la G. Rubbers de Argentina, es felizmente uno de los encantos de la FIAC.
Las galer¨ªas espa?olas presentes son: Maestro Mateo (Novoa), Juana Mord¨®, Madrid (Orella?a), Punto, Valencia (Quero, premio de la XII Bienal de Alejandr¨ªa), Theo, Madrid (Fraile), Valera, Bilbao (De Vargas, Millares, Farreras, Guinovart), Prats, Barcelona (Guinovart) e Ynguanzo (esculturas de Broglia).
Babelia
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