"Si el sha no se va, recurriremos a la lucha armada
?El futuro del Gobierno militar formado en Teher¨¢n ser¨¢ como el futuro de la pretendida reconciliaci¨®n nacional. Hoy, ellos (el sha y sus partidarios) no pueden hacer nada, ni con las bayonetas, ni con los ca?ones, ni con el enga?o. Y con el sha no existe otra soluci¨®n.? Con esta manifestaci¨®n a EL PAIS comenz¨® la conversaci¨®n que mantuvimos ayer, a primera hora de la tarde, con el jefe espiritual de los chiitas, el ayatollah Khomeini, que desde hace unos d¨ªas se ha refugiado en Francia, en la villa de Neauphle-le-Chateau, a unos cuarenta kil¨®metros de Par¨ªs. El ayatollah, unos setenta a?os, reside en un modest¨ªsimo y peque?o chalet, alquilado sin muebles. S¨®lo las paredes blancas. El periodista ha de descalzarse antes de entrar en la habitaci¨®n reducida, vac¨ªa, en la que, segundos despu¨¦s, aparece el ayatollah Khomeini, con su barba blanca, su chilaba morada, mirando al suelo, p¨¢lido, escu¨¢lido, inquisidor de algo intemporal. El jefe chiita se sienta en el suelo y el periodista, en cuclillas, por indicaci¨®n de un ayudante e int¨¦rprete, inicia el interrogatorio:EL PAIS. La actitud de Washington respecto al sha no ofrece duda alguna, pero en algunos medios informativos se ha dicho que la URSS apoyar¨ªa la contestaci¨®n del pueblo. ?Qu¨¦ opina usted?
Khomeini. Es propaganda para desviar a la opini¨®n p¨²blica del pa¨ªs. En Ir¨¢n, salvo el pueblo que lucha, ninguna fuerza extranjera interviene.
P. ?Cu¨¢l es el porvenir de la rebeli¨®n del pueblo iran¨ª de los ¨²ltimos d¨ªas?
R. El futuro del movimiento actual es la ca¨ªda del sha.
P. ?Qu¨¦ mensaje es el suyo, en estos momentos, para sus fieles?
R. El mismo de siempre: que desaparezcan de Ir¨¢n todos los imperialismos, americano, chino, sovi¨¦tico, sionista, y que el pueblo conduzca la lucha hasta el fin.
P. Y si el sha no se va, convocar¨¢ usted al pueblo a la lucha armada?
R. En tal caso cambiaremos de mensaje y llamaremos al pueblo a la lucha armada.
P. ?Qu¨¦ es la Rep¨²blica isl¨¢mica que usted preconiza para Ir¨¢n?
R. El Gobierno isl¨¢mico ser¨¢ establecido por un refer¨¦ndum popular.
P. El s¨¢bado ¨²ltimo, una personalidad francesa, pr¨®xima al presidente de la Rep¨²blica, afirm¨® que la ¨²nica falta que ha cometido el sha consist¨ªa en que hab¨ªa realizado una evoluci¨®n econ¨®mico-industrial demasiado r¨¢pida en Ir¨¢n, no admitida por ciertas mentalidades religiosas. La religi¨®n que usted encarna. ?es un obst¨¢culo a la evoluci¨®n del pa¨ªs?
R. Todo eso es propaganda cara al exterior. El sha llama libertad a la represion y a la censura, y la corrupci¨®n y la destrucci¨®n son para el r¨¦gimen el progreso y la civilizaci¨®n. Una rep¨²blica isl¨¢mica basada en un refer¨¦ndum para consesiuir la libertad y la independencia es la que se ocupar¨¢ de los oprimidos y de los pobres, social, econ¨®mica y pol¨ªticamente.
Inalterable, el ayatollah Khomeini dio por terminada la conversaci¨®n y, levant¨¢ndose, mirando al infinito, hizo un gesto breve con la mano derecha antes de entrar en la habitaci¨®n contigua.
Como todos los d¨ªas, ayer a la una de la tarde, el ayatollah precedido de fot¨®grafos y periodistas, inmutable, sali¨® de su chalet, atraves¨® la carretera colindante, entr¨® en el jardincillo de otro chalet similar dedicado a sus colaboradores y visitantes y presidi¨® el rezo de las oraciones cotidianas: sobre el c¨¦sped humedecido se coloc¨® un pl¨¢stico rectangular en el que, tras descalzarse, se sentaron las tres docenas de fieles que a lo largo de los d¨ªas se turnan en esta campestre capital del Ir¨¢n religioso. Poco m¨¢s de un cuarto de hora de meditaci¨®n, c¨¢nticos y rezos. El ayatollah, acto seguido, escoltado siempre por fot¨®grafos y periodistas, y por gritos de Allah, regres¨® a su chalet-cuartel general. Y los fieles y colaboradores y periodistas presentes comieron pan y queso, y bebieron agua, en el rect¨¢ngulo de pl¨¢stico: las mujeres en un corro, los hombres en otro, y todos descalzos. En espera de una nueva aparici¨®n, al d¨ªa siguiente, del ayatollah, los fieles iran¨ªes, j¨®venes en su mayor¨ªa, llegados algunos de Teher¨¢n, reanudaron los comentarios: ?El pueblo no ceder¨¢, nunca ceder¨¢ ya, porque ha tomado conciencia?, exclamaba una estudiante. Y un estudiante: ?No somos una fuerza espec¨ªficamente pol¨ªtica, pero en el Islam es imposible disociar pol¨ªtica y religi¨®n. Y somos el 95 % de la poblaci¨®n iran¨ª.?
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