El reparto de un territorio
Hace hoy tres a?os se firm¨® en Madrid el acuerdo tripartito por el que Espa?a ced¨ªa el Sahara a Marruecos y Mauritania a cambio de una serie de compensaciones econ¨®micas y, seg¨²n fuentes oficiosas, de ciertas concesiones diplom¨¢ticas. Culminaba as¨ª un proceso en el que una fuerte presi¨®n marroqu¨ª, unos oscuros intereses econ¨®micos y la delicada situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola determinaron un giro radical en nuestra pol¨ªtica, desde una decidida defensa del principio de autodeterminaci¨®n del Sahara, de acuerdo con las recomendaciones de las Naciones Unidas, al pacto directo con Rabat y Nuakchott.Once meses atr¨¢s, Pedro Cortina Mauri, ministro de Asuntos Exteriores, hab¨ªa declarado: ?Espa?a no se ha apartado en ning¨²n momento de una l¨ªnea de actuaci¨®n congruente con la doctrina de la ONU aplicable a este territorio, que propugna el principio de la libre determinaci¨®n de la poblaci¨®n.? Esta misma postura se reafirmar¨ªa en los meses siguientes, tanto en las declaraciones, de los representantes espa?oles como en las de diversas autoridades militares con responsabilidades en el tema sahariano.
Dictamen del Tribunal Internacional de Justicia
El 16 de octubre de 1975 el Tribunal Internacional de Justicia hizo p¨²blico el dictamen consultivo que le hab¨ªa sido pedido por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Redactado de forma equ¨ªvoca, fue interpretado por cada una de las partes de la forma que m¨¢s favorec¨ªa a sus intereses. Esa misma noche, el rey Hassan II anunciaba por televisi¨®n una marcha pac¨ªfica, la marcha verde, de 350.000 voluntarios marroqu¨ªes sobre El Aai¨²n. Inmediatamente, Espa?a solicit¨® una reuni¨®n extraordinaria del Consejo de Seguridad para ocuparse del tema. El Gobierno de Madrid parec¨ªa, por tanto, intentar buscar la soluci¨®n dentro del marco de las Naciones Unidas. Sin embargo, el 21 de ese mismo mes, Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz, ministro secretario general del Movimiento, efectuaba un viaje rel¨¢mpago a Marruecos para entrevistarse con el rey Hassan. Tres d¨ªas despu¨¦s, el ministro marroqu¨ª de Asuntos Exteriores, Ahmed Laraki, prosegu¨ªa las conversaciones en Madrid. Para tener las manos libres en caso de acuerdo, el Gobierno envi¨® a las Cortes un proyecto de ley que confer¨ªa el derecho a descolonizar el Sahara. Mientras tanto, la iniciativa parec¨ªa haber pasado de Asuntos Exteriores a la Presidencia del Gobierno, cuyo titular, Antonio Carro Mart¨ªnez, era partidario, junto con Carlos Arias y con Sol¨ªs, del acuerdo con Marruecos.
El 2 de noviembre, el Pr¨ªncipe Juan Carlos, Jefe de Estado en funciones, como consecuencia de la enfermedad de Franco, visit¨® inopinadamente El Aai¨²n, donde afirm¨® que Espa?a respetar¨ªa sus compromisos internacionales. El 6 de noviembre, la vanguardia de la marcha verde franqueaba sin incidentes la frontera saharaui. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, Antonio Carro se entrevist¨® con el rey Hassan en Agadir y al d¨ªa siguiente el monarca marroqu¨ª declaraba terminada la marcha, dando la orden de repliegue.
Las negociaciones continuaron en Madrid, donde las delegaciones de Marruecos y Mauritania llegaron los d¨ªas 11 y 12 de noviembre. El 14, un comunicado conjunto anunciaba la conclusi¨®n de un acuerdo, sin dar precisiones sobre su contenido. De hecho, Marruecos y Mauritania acababan de repartirse el Sahara.
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