Carter ordena vuelos de espionaje sobre Cuba
El presidente norteamericano, Jimmy Carter, orden¨® la reanudaci¨®n de los vuelos de reconocimiento fotogr¨¢fico sobre Cuba, para determinar s¨ª los reactores sovi¨¦ticos del modelo Mig-23 basados en la isla tienen capacidad para transportar armas at¨®micas.Estos vuelos de reconocimiento corrieron a cargo de aviones SR-71 Blackbird, uno de los m¨¢s sofisticados aparatos de espionaje a¨¦reo que se construyen en Estados Unidos.
Aunque algunos medios informativos hablan ya de una nueva ?crisis de los misiles? similar a la de 1962, lo cierto es que por el momento el Gobierno norteamericano se ha limitado a expresar su ?preocupaci¨®n? por la presencia en Cuba de los Mig-23 y a reconocer que se hab¨ªan efectuado misiones de reconocimiento sobre la isla.
La justificaci¨®n de la Administraci¨®n Carter sobre estos vuelos de reconocimiento se basa en que si los aviones sovi¨¦ticos pueden transportar armas nucleares, se tratar¨ªa de una violaci¨®n del acuerdo de 1962 que puso fin a la crisis de los misiles. Seg¨²n este acuerdo, alcanzado por Kennedy y Kruschev, los rusos se comprometieron -a no estacionar armas ofensivas en Cuba y los norteamericanos a no invadir la isla.
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A Mig-23, seg¨²n los expertos norteamericanos, es el aparato sovi¨¦tico destinado a desarrollar un ataque nuclear contra Europa. su radio de acci¨®n es de unos 1.000 kil¨®metros, y existen varios modelos o versiones de este avi¨®n, unos destinados a la intercepci¨®n de aparatos enemigos y otros de ataque. Esta ¨²ltima versi¨®n permite el transporte de bombas at¨®micas.
Hasta el momento parece haberse confirmado la presencia en Cuba, desde hace algunos meses, de una quincena de Mig-23, aunque no se sabe con certeza si se trata de la versi¨®n de ataque o de la de intercepci¨®n. De ah¨ª la orlen dada por el presidente Carter le que se efect¨²en misiones de espionaje a¨¦reo sobre la isla.
Mientras que en algunos medios se magnifica el peligro que para Estados Unidos podr¨ªa representar la presencia de estos aviones a s¨®lo 150 kil¨®metros de sus costas, y se asegura que aun en el caso de que se trate de interceptores, su adaptaci¨®n al modelo de ataque es muy f¨¢cil de hacer, en otros sectores se resta importancia al aspecto militar del asunto y se insiste en la trascendencia pol¨ªtica que podr¨ªa suponer la violaci¨®n de un acuerdo por la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Curiosamente, la ?minicrisis de los Mig-23? se Produce cuando las relaciones entre Washington y La Habana estaban mejorando de forma evidente y cuando se est¨¢ a punto de alcanzar un acuerdo con los rusos sobre un nuevo tratado de limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas (SALT).
El Departamento de Estado norteamericano reiter¨® ayer su ?preocupaci¨®n? por la presencia de los Mig-23 en Cuba y la posible violaci¨®n del acuerdo de 1962 que ello supone. La portavoz del, Departamento, Jill Schuker, confirm¨® que hay una investigaci¨®n en curso, pero no quiso dar detalles porque es un asunto que entra en el campo de la inteligencia militar.
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