"No quisiera adelantarme en los pron¨®sticos sobre el desarrollo de las relaciones Espa?a-URSS"
Pregunta. Desde el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas entre Espa?a y la URSS, es usted el segundo embajador de su pa¨ªs acreditado en Madrid. ?Se inicia ahora una nueva etapa en las relaciones entre ambos pa¨ªses?Respuesta. Ante todo, quisiera decir unas palabras sobre los fundamentos de principio en los que se desarrollan las relaciones entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Espa?a. Estos fueron determinados por los Gobiernos sovi¨¦tico y espa?ol hace poco m¨¢s de un a?o y medio al haberse establecido las relaciones diplom¨¢ticas. Entonces en primer plano se coloc¨® la tesis de que estas relaciones se constituyeran sobre la base del principio de coexistencia pac¨ªfica.
Esto es una base, comprobada ya por el tiempo, para las buenas relaciones entre los Estados que tienen distintos sistemas socioecon¨®micos. Su esencia consiste en que estas diferencias, diferencias ideol¨®gicas, no son, desde luego, obst¨¢culos para que pueblos de estos pa¨ªses vivan en paz, cooperen en inter¨¦s de fortalecer la seguridad internacional, realicen el comercio de beneficio mutuo, hagan intercambio de valores culturales, en una palabra, que desarrollen m¨²ltiples relaciones de coexistencia pac¨ªfica para el beneficio mutuo en inter¨¦s de la seguridad internacional.
Al establecerse relaciones diplom¨¢ticas entre la URSS y Espa?a tambi¨¦n se decidi¨® que estas relaciones se desarrollasen en concordancia con la Carta de la ONU y sobre la base de los acuerdos, de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea.
Todo lo anteriormente dicho constituye una base sobre la cual, especialmente durante los ¨²ltimos a?os, recibieron un desarrollo positivo las relaciones de la Uni¨®n Sovi¨¦tica con muchos pa¨ªses de Europa occidental -Francia, Alemania Federal, Italia, Gran Breta?a, etc¨¦tera-. Resumiendo, esta es la base reconocida por todos y que corresponde a las realidades del mundo contempor¨¢neo.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica emprendi¨® relaciones con Espa?a con disposici¨®n de desarrollarlas.
El secretario general del Comit¨¦ Central del PCUS, presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, L. I. Brejnev, dijo en 1977: ?Ultimamente se ha establecido ya una cooperaci¨®n con Espa?a bastante buena, en general, en los asuntos econ¨®micos. Ahora puede pensarse que nuestras relaciones recibir¨¢n un desarrollo posterior.?
Los estadistas espa?oles tambi¨¦n se pronuncian por activar relaciones con nuestro pa¨ªs.
Por lo visto, tal coincidencia de puntos de vista permite considerar que entre la URSS y Espa?a se abren posibilidades para activar relaciones y elevar el nivel de los contactos interestatales.
P. ?En qu¨¦ campos -pol¨ªtico, cultural y econ¨®mico-comercialcree usted que pueden mejorar, a corto plazo, estas relaciones?
R. Est¨¢ completamente claro que la pol¨ªtica de distensi¨®n abre posibilidades para avanzar en todos los terrenos. En lo que se refiere a las medidas concretas se puede prever que se tomar¨¢n all¨ª donde exista un inter¨¦s mutuo correspondiente.
Quisiera mencionar un campo m¨¢s, que tiene gran importancia para las relaciones entre los Estados: se trata del fortalecim?ento del respeto nitituo y de confianza. A prop¨®sito, en esta esfera los acuerdos logr¨¢dos en Helsinki tambi¨¦n crean un fundamento s¨®lido para avanzar hacia adelante. All¨ª, como es sabido, fueron formulados diez principios de relaciones entre los Estados participantes, entre los cuales figuran igualdad soberana, no injerencia en los asuntos internos, cooperaci¨®n entre Estados, etc¨¦tera. La Uni¨®n Sovi¨¦tica sigue estrictamente los acuerdos de Helsinki, guarda rigurosamente los principios all¨ª elaborados. Es conveniente mencionarlo particularmente para contestar de una vez a todos aquellos quienes, recurriendo a fuentes de informaci¨®n de mala calidad, tratan de inculcar la idea sobre la participaci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en unos u otros acontecimientos de car¨¢cter interior que suceden en Espa?a ?Esto no existe! Y nos gustar¨ªa que lo sepan en Espa?a.
Despu¨¦s de largos a?os de casi plena ausencia de relaciones entre la URSS y Espa?a y, sobre todo teniendo en cuenta que las relaciones de la Uni¨®n Sovi¨¦tica con otros pa¨ªses de Occidente se adelantaron, nuestros pa¨ªses tienen no pocas posibilidades para un trabajo fructuoso. Pero, por supuesto, la elecci¨®n de pasos concretos depender¨¢ de la voluntad de ambas partes. En esto no quisiera adelantarme en los pron¨®sticos.
P. En Mosc¨² se celebra la primera exposici¨®n industrial espa?ola. ?Constituye este acto un principio clave de la cooperaci¨®n industrial-comercial?
R. La exposici¨®n industrial espa?ola en Mosc¨² es un notable acontecimiento en las relaciones sovi¨¦t¨ªco-espa?olas en general. Como se sabe, el ministro de Comercio y Turismo, se?or Garc¨ªa D¨ªez, quien se encuentra en Mosc¨² para la inauguraci¨®n oficial de la exposici¨®n, fue recibido el 28 de noviembre por el presidente del Consejo de Ministros de la URSS, A. N. Kosiguin.
La decisi¨®n tomada por el Gobierno espa?ol de demostrar en Mosc¨² las posibilidades industriales de Espa?a fue acogida por nosotros con satisfacci¨®n. La misma ampliaci¨®n del conocimiento mutuo es indudablemente ¨²til. Pero, claro est¨¢, que el asunto no se limita con esto. Junto con la exposici¨®n llegaron a la Uni¨®n Sovi¨¦tica los hombres de negocios de su pa¨ªs, representantes de la Administraci¨®n espa?ola que se encargaron del comercio exterior. Tales contactos entre los representantes sovi¨¦ticos y espa?oles que trabajan en la esfera de cooperaci¨®n comercial-industrial se realiza por primera vez.
P. Espa?a es un pa¨ªs preocupado por la distensi¨®n y el desarme. En ello coinciden la mayor¨ªa de los partidos pol¨ªticos espa?oles. ?C¨®mo le parecen las posibilidades de cooperaci¨®n entre nuestros pa¨ªses en este campo?
R. Es bien conocido que la actividad de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en el campo internacional, est¨¢ atravesada por la preocupaci¨®n de profundizar la distensi¨®n, reforzar la seguridad, resolver el problema del desarme. Este es el fundamento sobre el cual intentamos desarrollar nuestras relaciones con los dem¨¢s pa¨ªses. Es evidente que la continuaci¨®n de la carrera armamentista, la ampliaci¨®n de sus fronteras constituye el principal peligro para la paz y la seguridad internacional. ?Pueden nuestros
"Desarrollo relaciones Espa?a-URSS"
pa¨ªses cooperar en el campo de distensi¨®n y desarme? Se puede con toda determinaci¨®n dar una respuesta afirmativa. Si hablamos de cooperaci¨®n, se puede decir que no existe otro campo m¨¢s importante y esencial que este. Hace poco el ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a, Marcelino Oreja, dec¨ªa en la XXXIII Sesi¨®n de la Asamblea General de la ONU que ?hoy ya ning¨²n pueblo puede eludir la pregunta clave de cu¨¢l es y cu¨¢l debe ser su participaci¨®n en la construcci¨®n de la paz, en la edificaci¨®n de un mundo m¨¢s pac¨ªfico y m¨¢s justo y en la construcci¨®n de un orden internacional que responda a las exigencias de nuestro tiempo hist¨®rico?.Tomamos, por ejemplo, la cuesti¨®n del fortalecimiento de la garant¨ªa de la seguridad de los Estados no nucleares. Esta cuesti¨®n, como se sabe, se discute en la actual sesi¨®n de la Asamblea General de la ONU. Espa?a, como evidencia la noticia publicada recientemente en su peri¨®dico, demuestra inter¨¦s en su soluci¨®n. Est¨¢ fuera de cualquier duda que la firma de un acuerdo internacional correspondiente ser¨ªa una aportaci¨®n a la causa de la distensi¨®n, a la causa del fortalecimiento de la confianza entre los Estados.
Otro ejemplo: hace poco entr¨® en vigor la convenci¨®n sobre la prohibici¨®n de utilizar t¨¦cnicas de modificaci¨®n ambiental con fines militares u hostiles. Esto ha sido posible gracias a que lo ratificaron veinte primeros Estados firmantes de la convenci¨®n, entre ellos la URSS y Espa?a.
P. El partido del Gobierno espa?ol, UCD, y el propio Gobierno han incluido en su programa el ingreso de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica. ?Podr¨ªa cambiarla URSS su apoyo a Madrid como sede de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea si Espa?a solicita antes de 1980 el ingreso en la OTAN?
Conocida es la posici¨®n pol¨ªtica de la URSS, contraria al ingreso de Espa?a en la OTAN y a la ampliaci¨®n de los bloques militares. ?Ser¨ªa distinta esta postura si Espa?a firma s¨®lo el Tratado de Washington y no ingresa en la organizaci¨®n militar aliada, quedando en situaci¨®n similar a la francesa?
R. En realidad, sus preguntas formulan la misma idea: ?Cu¨¢l es la pol¨ªtica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica sobre los bloques pol¨ªtico-militares? Nuestra postura acerca de este problema es conocida desde hace tiempo. La Uni¨®n Sovi¨¦tica, junto con sus aliados, confirm¨® esos d¨ªas estar dispuesta a disolver la organizaci¨®n del Tratado de Varsovia si al mismo tiempo se disuelve la organizaci¨®n de la OTAN y como primer paso a la liquidaci¨®n de las organizaciones militares de ambos tratados, empezando por la reducci¨®n rec¨ªproca de su actividad militar. Eso ser¨ªa una etapa importante en la construcci¨®n de la paz. s¨®lida.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica aboga, al mismo tiempo, a favor de la realizaci¨®n de una propuesta conocida de que todos los Estados participantes en la Conferencia Europea asuman el compromiso de no ser los primeros en utilizar las armas nucleares unos en contra de otros, de que los Estados de la OTAN y los Estados del Tratado de Varsovia no ampl¨ªen el n¨²mero de participantes en ambas alianzas, de que los pasos de confianza convenidos en la Conferencia Europea se extiendan a la cuenca del Mediterr¨¢neo.
P. En 1980 Madrid ser¨¢ la sede de la Conferencia Europea de Seguridad y Cooperaci¨®n. ?C¨®mo ve la URSS el futuro de esta conferencia en Madrid y la marcha de los preparativos actuales?
R. Por lo visto no puede haber dudas que el acuerdo de celebrar en 1980 en Madrid el encuentro de los representantes de los Estados-participantes de la Conferencia Europea tiene significaci¨®n positiva. Con este encuentro se enlaza la esperanza que en el marco del proceso multilateral impulsado por la Conferencia Europea la causa de la seguridad y la cooperaci¨®n sea avanzada realmente y que el encuentro de Madrid contribuir¨¢, sobre todo, al progreso en el campo de la distensi¨®n militar y del desarme.
En cuanto a la parte sovi¨¦tica, ella ya ha expresado su decisi¨®n de hacer su aportaci¨®n al ¨¦xito de ese encuentro.
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