Inspector Clouseau, quinta entrega

Alguien dijo que el actor que mejor sufr¨ªa en la pantalla era Marlon Brando. Cierto. Ultimo tango en Par¨ªs, La ley del silencio, La jaur¨ªa humana y algunas otras pel¨ªculas as¨ª lo atestiguan. Blake Edwards ha descubierto que el actor cuyo sufrimiento provoca m¨¢s carcajadas en el p¨²blico es Peter Sellers. Y ha realizado seis pel¨ªculas -El guate y las cinco de la serie de la Pantera Rosa- para demostrarlo, desarrollarlo y explotarlo. Adem¨¢s, con la serie de la Pantera Rosa ha demostrado unas cuantas cosas m¨¢s: que las segundas, terceras y sucesivas partes pueden mejorar a las primeras, y que a¨²n es posible hacer re¨ªr a la gente practicando el cine c¨®mico duro -Keaton, Chaplin y Langdon son c¨®micos tiernos, que no blandos-, en la m¨¢s pura tradici¨®n del cine mudo yanki: Mack Sennet, Larry Semon, Ben Turpin, etc¨¦tera.En manos de Edwards, Peter Sellers se ha encontrado a s¨ª mismo. En el inspector (jefe) de la Suret¨¦ de Par¨ªs, Clouseau, ha encontrado su personaje. Eterna v¨ªctima e involuntario verdugo, Clouseau bate en su propio terreno a todos los gendarmes de la serie De Funes. Sellers se disfraza de Fu-Manch¨², de el Padrino o de Toulouse-Lautrec y se convierte en una verdadera m¨¢quina de risa. Edwards ha encontrado un fil¨®n en la serie y da lecciones a las penosas continuaciones de Tibur¨®n, La Profec¨ªa, El Exorcista y tantas otras. Su comicidad tiene una elegancia y un encanto ¨²nicos en el cine c¨®mico