El Rey hace una llamada a la disciplina a los miembros de las Fuerzas Armadas

El discurso que el rey de Espa?a, don Juan Carlos, pronunci¨® ayer ante representaciones de los tres Ej¨¦rcitos y de las fuerzas de orden p¨²blico, con motivo de la Pascua militar, revisti¨® el car¨¢cter de un sereno y severo llamamiento a la disciplina. Don Juan Carlos, que vest¨ªa uniforme de capit¨¢n general en su condici¨®n, reconocida por la Constituci¨®n, de mando supremo de las Fuerzas Armadas, bas¨® fundamentalmente su discurso en un examen, de las virtudes militares y, m¨¢s en concreto, en la de la disciplina, llegando a afirmar que un Ej¨¦rcito que la ha perdido ya no es un Ej¨¦rcito. El Rey felicit¨® expresamente al ministro de Defensa por la labor desarrollada en su departamento.

El acto, que tuvo lugar en el palacio de Oriente, con asistencia del Gobierno en pleno y representaci¨®n del Parlamento, se inici¨® con un discurso del vicepresidente primero y ministro de Defensa, teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado. El ministro de Defensa record¨® que la obediencia a los mandatos del Rey con fidelidad y disciplina y el mantenimiento de una actitud serena es el verdadero camino que debe seguir el Ej¨¦rcito y ?no el de algunas inadmisibles, aunque excepcionales, actitudes que, con car¨¢cter minoritario o individual. se han producido?. El teniente general Guti¨¦rrez Mellado, tras referirse a las reformas legales habidas en 1978 en las Fuerzas Armadas, afirm¨® la lealtad de las mismas a la Corona y manifest¨® el deseo de una Espa?a que sienta suyas a las Fuerzas Armadas y en la que desaparezca la adulaci¨®n al Ej¨¦rcito porque todos lo respeten y quieran como algo que les pertenece.Por su parte, el Rey, tras expresar su dolor e indignaci¨®n por los viles atentados sufridos por compa?eros muy queridos, record¨® que, como Rey de todos los espa?oles, ha de estar por encima de opciones concretas y de parciales opiniones y expres¨® su deseo de que los miembros de las FAS encierren tambi¨¦n en lo m¨¢s ¨ªntimo de su coraz¨®n los sentimientos y opiniones pol¨ªticas personales.

Se?al¨® que el espect¨¢culo de una indisciplina, de una actitud irrespetuosa, originada por exaltaciones moment¨¢neas en que los nervios se desatan con olvido de la serenidad necesaria en todo militar, es francamente bochorno, y afirm¨® que menguada disciplina ser¨¢ aquella que para mantenerse exija explicaciones o permita objeciones basadas en c¨®nocimientos fragmentarios, en apreciaciones subjetivas o en persomales interpretaciones.

Don Juan Carlos se refiri¨® a las nuevas Reales Ordenanzas Militares y resalt¨® el ejemplar comportamiento del conjunto de las Fuerzas Armadas, a las que expres¨® su agradecimiento. Especiales palabras de afecto dirigi¨® al ministro de Defensa: ?No era f¨¢cil refundir en uno solo las misiones antes encomendadas a tres departamentos ministeriales, y por ello felicito al teniente general Guti¨¦rrez Mellado, que, con la colaboraci¨®n decidida del Gobierno, al que constitucionalmente corresponde dirigir la Administraci¨®n civil y militar del Estado, y con el apoyo de las Cortes, tanto ha trabajado para conseguir aquel objetivo.?

El Rey aludi¨® expresamente a los agentes de orden p¨²blico ?inmolados en el cumplimiento de su deber? y record¨® la vinculaci¨®n entre las FOP y las Fuerzas Armadas. ?El dolor es profundo y un¨¢nime, pero tambi¨¦n lo es nuestra decisi¨®n. Porque no puede haber alternativa: de ninguna manera el terrorismo de unos pocos puede prevalecer sobre los deseos de paz y libertad de un pueblo entero.?

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