Cesados los bi¨®logos, y especialistas de la Red de Vigilancia Costera
La aplicaci¨®n de esta orden supone el despido de 57 personas, bi¨®logos, qu¨ªmicos y personal auxiliar, que ven¨ªan prestando sus servicios a la Red de Vigilancia, en los laboratorios de Vigo, La Coru?a, Santander, M¨¢laga, Mar Menor (Murcia), Palma de Mallorca y Tenerife. La sede central del IEO, radicada en la calle de Alcal¨¢, de Madrid, parece que ha sido afectada por los despidos.La repercusi¨®n social de esta medida es importante. Supone que el litoral espa?ol se quede sin un servicio esencial para la salud p¨²blica en todo lo referente al consumo de mariscos. Regiones costeras con tanta importancia marisquera como Galicia, ¨²ltimamente tan castigada, se ver¨ªan seriamente afectadas. Los despidos de seis contratados en Vigo y otros cinco en La Coru?a dejar¨ªan a Galicia sin Red de Vigilancia y obligar¨ªan a suspender un estudio sobre contaminaci¨®n en la r¨ªa de Vigo, que se estaba llevando a cabo a bordo del Naucrates.
Funciones de la Red de Vigilancia
La Red de Vigilancia fue creada en enero de 1977 como una necesidad (las previsiones, anteriores a las cat¨¢strofes, parece que no se conciben en nuestro pa¨ªs), a ra¨ªz de las intoxicaciones producidas por el consumo de mejillones afectados por la purga de mar t¨®xica del oto?o de 1976. Adem¨¢s de los da?os producidos en la salud p¨²blica, el sector mejillonero se vio seriamente afectado en el plano econ¨®mico. Por ¨²ltimo, las presiones de pa¨ªses europeos como Francia, importadores de mejill¨®n espa?ol, fueron decisivas para que la Administraci¨®n pusiera en funcionamiento la Red de Vigilancia. En aquella ¨¦poca, V¨ªctor Moro (recientemente dimitido del cargo de subsecretario de Pesca y Marina Mercante para presentarse a las pr¨®ximas elecciones) ocupaba el cargo de director general de Pesca.Los miembros de la Red de Vigilancia, adem¨¢s de medir los par¨¢metros ambientales (temperatura, salinidad, ox¨ªgeno, etc¨¦tera), salen al mar y toman muestras peri¨®dicas de agua. Estas muestras marinas son analizadas en los laboratorios para detectar la posible presencia de organismos o sustancias t¨®xicas. Caso de que ¨¦stas existan, la Red de Vigilancia alerta inmediatamente a las Jefaturas de Sanidad. En varias ocasiones la oportuna alarma de la Red ha servido para prevenir intoxicaciones.
La purga de mar
Es un fen¨®meno biol¨®gico natural (a diferencia de la contaminaci¨®n por petr¨®leo u otras sustancias minerales) que suele producir la toxicidad en los mariscos, sobre toda en el mejill¨®n. El fitoplancton viene a ser un conjunto de algas microsc¨®picas que constituyen el principio de la vida en el mar y el primer eslab¨®n de toda la cadena alimenticia. Siempre hay en el mar una cierta cantidad de estos microorganismos que en proporciones moderadas son inofensivos. En determinadas condiciones clim¨¢ticas (calor ambiental, estabilidad del mar, lluvias) la proporci¨®n y n¨²mero de estos organismos puede aumentar considerablemente. Entonces se hacen visibles en la forma de grandes manchas rojas en el mar (marea roja). El mejill¨®n y los otros mariscos que se alimentan del fitoplancton los asimilan r¨¢pidamente. Parece ser que la especie con creta Gonyanlax tamarensis-excavata es una de las m¨¢s t¨®xicas. El mejill¨®n puede asimilar, sin ning¨²n peligro para su organismo una alta cantidad de toxinas, que se encuentran en la propia carne del molusco y que afectan seriamente al hombre. El proceso normal de lavado y depuraci¨®n del mejill¨®n antes de su consumo se limita a la limpieza de las impurezas y bacterias en el interior de su intestino. No se puede limpiar la carne contaminada ¨ªntegramente por la toxina.Las frecuentes denuncias de la precaria situaci¨®n en que tienen que realizar su trabajo los cient¨ªficos e investigadores espa?oles se han repetido hasta la saciedad. El personal contratado del Instituto Oceanogr¨¢fico no es una excepci¨®n. Falta un cauce administrativo uniforme para acceder a los escasos puestos que existen. Muchos de los bi¨®logos contratados deben pasar per¨ªodos irregulares de uno o dos a?os de espera, haciendo cosas por su cuenta sin ning¨²n apoyo oficial, antes de conseguir un contrato o una beca. Como no hay reglas, la suerte influye bastante, as¨ª como las relaciones personales. Al no haber suficientes plazas de ocean¨®grafos, muchos licenciados tienen que ocupar, como mal menor, puestos de auxiliares, analistas o preparadores, para los que no se necesitan estudios universitarios.
Los contratos son anuales, pero al haberse renovado varios a?os, muchos de los contratados son ahora fijos. El IEO depende de la Subsecretar¨ªa de Pesca y Marina Mercante, dentro del Ministerio de Transportes. Muchos de los contratados se rigen por el convenio sidero-metal¨²rgico. Las subidas peri¨®dicas del sueldo llegan tarde casi siempre. Ahora un despido, por telegrama, sin cartas de despido personal, trunca su callada labor. Uno no entiende nada, excepto que investigar es llorar en Espa?a.
Seg¨²n declaraciones del director del laboratorio del IEO de Vigo, Rafael Robles Pariente, a El Pueblo Gallego, ?el despido de los contratados se deb¨ªa a la no aprobaci¨®n por las Cortes de los Presupuestos Generales del Estado para 1979. Pese a que se prorrogaron los de 1978, la asignaci¨®n para la Red de Vigilancia sal¨ªa de unos fondos especiales que en este ejercicio no se han podido destinar al mismo fin que el a?o anterior, por lo que la direcci¨®n del IEO se ha visto obligada al despido del personal de esta red y a la suspensi¨®n de las actividades?. En el mismo sentido se manifestaba Miguel Oliver, director cient¨ªfico del IEO y subdirector del mismo, en declaraciones a El Faro de Vigo: ?El problema es, l¨®gicamente, econ¨®mico. Al no haber seguido adelante los Presupuestos Generales del Estado se ha paralizado el proceso de asignaci¨®n de fondos para la Red. Desde su creaci¨®n hasta el presente hemos venido movi¨¦ndonos en precario, de los fondos que arbitraba la Subsecretar¨ªa de la Marina Mercante, y que a su vez detra¨ªa de otras atenciones. Para superar esta situaci¨®n, elaboramos una petici¨®n formal de financiaci¨®n que est¨¢ atascada hasta que el nuevo Parlamento se ocupe de los presupuestos generales. Y de momento, no se ha resuelto la otra posibilidad de ayuda. El presupuesto general de la Red, que cubre todo el per¨ªmetro de la costa espa?ola es de sesenta millones de pesetas anuales.?
Soluci¨®n provisional
Tras enterarse de sus despidos y de la desaparici¨®n de la Red, un grupo de unos treinta bi¨®logos, de las 57 personas afectadas, se traslad¨® a Madrid. Hab¨ªa representantes de todos los laboratorios costeros, excepto de Canarias. Durante la ma?ana de ayer y tras ser recibidos por el subdirector y el secretario del Instituto, se les dieron garant¨ªas verbales de que el problema ya estaba resuelto. Una vez m¨¢s parece ser que el problema va a resolverse por medio de una transferencia de asignaciones dentro del Ministerio de Transportes, una vez enterado Hacienda. Todav¨ªa no se ha conseguido la elaboraci¨®n de una partida presupuestaria propia y formal.Los bi¨®logos del IEO, a los que tan poco caso se les hace en nuestro pa¨ªs, son autores de un estudio sobre las rutas petroleras que bordean la costa gallega en su paso hacia Europa. Seg¨²n dicho estudio, el tr¨¢fico de petr¨®leo que bordea el oeste de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica constituye un serio peligro para la fauna marina. Anualmente pasan por dicha ruta m¨¢s de 19.000 petroleros, que vierten ilegalmente al mar un 3% de su capacidad total en la forma de residuos, al limpiar sus tanques. Cada d¨ªa transitan frente a las costas espa?olas y portuguesas cerca de ocho millones de barriles de petr¨®leo.
Los miembros del IEO asisten tambi¨¦n a congresos internacionales en donde aportan ideas y trabajos para la soluci¨®n de los problemas ecol¨®gicos internacional es. As¨ª, a principios del pasado mes de noviembre de 1978, algunos de los bi¨®logos afectados ahora por la falta de presupuesto asistieron en Cayo Vizca¨ªno (Miami, Estados Unidos) a un congreso internacional de pa¨ªses de tres continentes sobre la purga de mar o marea roja.
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