Herederos de "Claudio"

?Luego so?ar¨¢s una historia diferente?, le dijo la Sibila a Claudio poco antes de morir. Nosotros moriremos tambi¨¦n con el sue?o de una televisi¨®n diferente. Poco antes del desenlace, el docto locutor de las 625 l¨ªneas, Juan Santamar¨ªa, informaba, seta en mano, que el criminal tenedor de Agripina iba montado con la Amanita phalloides. Hongo mortal, com¨²n en Espa?a y otros bosques de Europa Aquella fresca amanita de Juan, Santamar¨ªa parec¨ªa cortada del mismo Prado del Rey, de un luga entre el recinto de los patos y la ?casa del perro?.Muri¨® el telefilme brit¨¢nico con una serie de cortes brillantes, aplicados siempre sobre el cuerpo de las romanas. As¨ª, por ejemplo, en el pen¨²ltimo cap¨ªtulo le cortaron a Mesalina los peclacis que le hab¨ªa prestado la espl¨¦ndida Shella White. Los censores de Prado del Rey miden la piel de mujer con un cent¨ªmetro al lado de las tijeras As¨ª, el primer plano frontal de busto de una mujer de piel blanca (no en el caso de que la mujer sea de piel negra) es vino de los primeros art¨ªculos del c¨®digo moral de Autr¨¢n, el subdirector de progra mas ajenos, que equivale a ser como el subdirector gen¨¦rico de toda la TVE. Por el contrario, aquella misma semana, media masa de telespectadores estaba pendiente del desnudo de Judith que Victoria Vera ofrec¨ªa a Holofernes (y que previamente hab¨ªan promocionado en 625 l¨ªneas para atraer audiencia hacia los dram¨¢ticos). El desnudo result¨® tambi¨¦n un grosero fraude a la audiencia. El realizador, Alfredo Castell¨®n, de la escuela de Gustavo P¨¦rez Puig, eludi¨® el c¨®digo moral porque en vez del cent¨ªmetro utiliz¨® un transportador de ¨¢ngulos. Y el milagro de la c¨¢mara permiti¨® que el pez¨®n al sesgo de Judith se hiciese visible en una infinit¨¦sima de segundo por debajo del sobaco.

Se va Claudio y deja herencia en Prado del Rey de los tics, balbuceos y tartamudeos. A partir de ahora, puesto que ?la literatura y el cine europeos son muy tristes?, tendremos cine y telefilmes americanos en color, seg¨²n coment¨® con sus ¨ªntimos el propio Eduardo Autr¨¢n.

La Amanita phalloides no s¨®lo ha envenenado la programaci¨®n de TVE. Ha tocado de muerte a directivos y altos cargos. Desde arriba se ha desatado la lucha intestina y fratricida por el poder. Miguel Mart¨ªn cesa a Feliciano Lorenzo G¨¦lices; despu¨¦s, a Pedro Mac¨ªa. La purga llega hasta Juan Antonio Fern¨¢ndez Abajo (cesado de la jefatura de coordinaci¨®n de programas deportivos) y amenaza a m¨¢s subdirectores de TVE. El complejo de ser envenenado por las camarillas del c¨¦sar ha llegado al ¨²ltimo grado de contagio.