El vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, acusado de despilfarro

Seg¨²n el semanario, brit¨¢nico The Economist, Wilhem Haferkamp, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea responsable de las relaciones exteriores, hab¨ªa exagerado sus notas de gastos en varias ocasiones.

Junto a tal noticia, que provocar¨¢ cierto malestar en los medios comunitarios, se suma la censura por parte de la misma Comisi¨®n Europea de los resultados de una encuesta encargada por ella misma sobre las elecciones directas al Parlamento Europeo, cuyo sondeo daba amplia victoria a los socialistas. Los resultados no figuran en la ¨²ltima publicaci¨®n del Eurobar¨®metro, que trimestralmente resume las opiniones de los ciudadanos europeos en varios temas. Tales son los mini-watergates en los medios comunitarios europeos. Los resultados del sondeo se publicaron en EL PAIS el pasado domingo. En el caso de Haferkamp, el portavoz de la Comisi¨®n dijo que se extrapolaban datos y cifras de un contexto general y que, por el momento, no pod¨ªa hacer ning¨²n comentario. Seg¨²n los datos revelados por The Economist, el se?or Haferkamp, socialdem¨®crata alem¨¢n, con once a?os de carrera como miembro de la Comisi¨®n Europea, con un sueldo anual de unos doce millones de pesetas, sobrepas¨® los l¨ªmites de lo normal en varias notas de gastos de viaje. Cita las cifras de 2.000 d¨®lares (unas 140.000 pesetas) para tres d¨ªas de estancia en un hotel de Nueva York en noviembre de 1977; m¨¢s de un mill¨®n de pesetas para una recepci¨®n en Caracas con motivo de la apertura de la oficina de informaci¨®n de la CEE; unas 350.000 pesetas para una estancia de quince d¨ªas en un hotel de las cercan¨ªas de Ginebra, con motivo de las negociaciones comerciales multilaterales en el GATT, acompa?ada de una nota de gastos de transporte de otras 250.000 pesetas por el alquiler de un autom¨®vil con ch¨®fer, que, para el trayecto de diez kil¨®metros entre el hotel y el centro de conferencias, factur¨® 3.075 kil¨®metros.

Por ¨²ltimo, The Economist cita el caso de una atractiva int¨¦rprete de la Comisi¨®n Europea que acompa?¨® a Haferkamp en su ¨²ltimo viaje a China..., a pesar de que no conoc¨ªa el chino.

Las revelaciones del semanario de Londres no son m¨¢s que la ventilaci¨®n, a nivel de la opini¨®n p¨²blica, de los rumores sabidos entre los pasillos de la sede de la Comisi¨®n, y hay el peligro de provocar algunas reacciones en cascada de otras exageraciones de gastos en un organismo financiado por contribuci¨®n directa o indirecta -con impuestos a las importaciones- del ciudadano europeo.