Los profesores se oponen a los poderes ilimitados de los directores escolares
Las ¨²ltimas noticias en torno al conflicto del Instituto Santamarca apuntan hac¨ªa la posibilidad de que, finalmente, sean sobrese¨ªdo los expedientes. Sin embargo, ciertas actitudes de la Administraci¨®n y declaraciones concretas de sus responsables en relaci¨®n con este conflicto dejan entrever con toda claridad que es muy poco lo que est¨¢n dispuestos a ceder los actuales dirigentes de la pol¨ªtica educativa del pa¨ªs en beneficio de una m¨¢s clara y decidida participaci¨®n de padres, profesores y alumnos en la gesti¨®n de los centros.Los portavoces ministeriales han expresado m¨¢s o menos abiertamente su intenci¨®n de resucitar el extinguido cuerpo de directores escolares y han argumentado que la experiencia de los a?os que han seguido a su extinci¨®n ha puesto de relieve la ?grave equivocaci¨®n? que tal medida supuso.
En opini¨®n del director general de Ense?anzas Medias, Ra¨²l V¨¢zquez, la elecci¨®n del director por el claustro de los centros conlleva serios problemas, al permitir que ¨¦ste se sienta fundamentalmente portavoz del profesorado ante la Administraci¨®n, lo que puede plantear conflictos en el ejercicio de la autoridad necesaria para dirigir el centro.
En una informaci¨®n facilitada por Europa Press se se?alaba que sus fuentes ministeriales consideraban importante dejar claro que ?es la Administraci¨®n quien elige a los directores, aunque pueda ser conveniente consultar previamente y tener en cuenta las propuestas que formule el consejo o el claustro del centro?.
Referencias al modelo franc¨¦s
Una y otra vez las autoridades educativas se han venido refiriendo en las ¨²ltimas semanas a unas declaraciones hechas en Madrid por el ministro de Educaci¨®n de Francia, con ocasi¨®n de su reciente visita a Espa?a, invitado por su colega, I?igo Cavero.El se?or Beullac, en efecto, se mostr¨® absolutamente contrario a la idea de la autogesti¨®n de los centros educativos y con respecto al problema de la direcci¨®n declar¨® que ¨¦sta no es elegida en Francia por la base, sino que es nombrada por la Administraci¨®n del Estado. A?adi¨® que el poder del director se reduce con un consejo de centro, en el que los padres, profesores y alumnos pueden exponer su opini¨®n y llegar incluso a pedir a la Administraci¨®n su cambio.
Es curioso que esta sea, en definitiva, la filosof¨ªa que inspira el proyecto de convenio colectivo de la ense?anza privada, elaborado por las federaciones sindicales, y cuya negociaci¨®n se encuentra interrumpida en estos momentos por la negativa de las organizaciones empresariales a entrar en la discusi¨®n de lo que ellos consideran como un intento de ir hacia la ?escuela p¨²blica autogestionada?.
La participaci¨®n en los centros privados
Los empresarios del sector privado parecen, pues, mucho m¨¢s duros que la propia Administraci¨®n a la hora de plantearse el problema de la direcci¨®n de los centros, puesto que los trabajadores han dejado bien claro qu¨¦ lo ¨²nico que pretenden es que sea tenida en cuenta la opini¨®n de los claustros en el nombramiento del director, si bien reivindican su elecci¨®n cuando se trata de centros subvencionados al 100%.Tambi¨¦n resulta curioso y significativo el escaso eco que suscitaron en su momento otra parte importante de las declaraciones del ministro franc¨¦s de Educaci¨®n, realizadas en el mismo contexto del problema de la gesti¨®n de los centros. El ministro puso especial ¨¦nfasis al referirse a las ayudas estatales a la ense?anza privada cuando neg¨® toda posibilidad de que el Estado franc¨¦s financie una ense?anza confesional. El se?or Beullac manifest¨® que la caracter¨ªstica fundamental del sistema educativo franc¨¦s reside en el laicismo y la neutralidad ideol¨®gica.
Este hecho revela la escasa coherencia que supone mirar hacia el modelo franc¨¦s cuando se trata de defender el ?derecho a dirigir? las instituciones educativas creadas por la iniciativa privada y volver la vista en el momento de dilucidar si ese derecho a la direcci¨®n debe alcanzar tambi¨¦n a los centros confesionales que pretenden ser sostenidos econ¨®micamente por el Estado.
Con la ambig¨¹edad caracter¨ªstica y, como se ha dicho, inevitable, del texto constitucional, la cuesti¨®n de la participaci¨®n se contempla en el punto siete del art¨ªculo 27: ?Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendr¨¢n eri el control y gesti¨®n de todos los centros sostenidos por la Administraci¨®n con fondos p¨²blicos, en los t¨¦rminos que la ley establezca.?
El proyecto de estatuto de centros docentes no universitarios, estancado como consecuencia de la disoluci¨®n de las Cortes, es la ¨²nica referencia v¨¢lida para conocer las l¨ªneas por las que el partido del actual Gobierno desea que transcurra la gesti¨®n dernocr¨¢tica de los centros.
Este proyecto, como ya recogi¨® EL PAIS en las p¨¢ginas especiales de educaci¨®n del pasado 16 de septiembre, ha sido fuertemente criticado por todas las fuerzas pol¨ªticas y sindicales. De su cr¨ªtica se desprende fundamentalmente la escasa autonom¨ªa que pretende conferirse a los centros de EGB y de ense?anza media.
En el aspecto concreto de la direcci¨®n del centro, en el art¨ªculo 26 del mencionado proyecto se relegan a otro estatuto, el del profesorado, los requisitos para ejercer la funci¨®n directiva, as¨ª como el procedimiento de ?selecci¨®n?. Previamente, el art¨ªculo establece que el director ser¨¢ ?nombrado? entre profesores numerarios de EGB, catedr¨¢ticos numerarios de bachillerato y catedr¨¢ticos numerarios de formaci¨®n profesional.
La Federaci¨®n de Ense?anza de CCOO ha prestado gran atenci¨®n a este aspecto, que se refiere a qui¨¦nes pueden ser directores, denunciando la intenci¨®n que esto supone de mantener el car¨¢cter estamental que actualmente tienen los cuerpos docentes. A este respecto se?alan que la elecci¨®n, ¨²nica f¨®rmula admisible, debiera recaer sobre cualquier profesor, con independencia de las categor¨ªas actuales, que en el futuro deber¨ªan desaparecer.
La misma federaci¨®n de CCOO quiere ver los omn¨ªmodos poderes actuales del director, que en gran medida se mantienen, en el proyecto gubernamental, limitados a funciones gerenciales, mucho m¨¢s compartidos con el jefe de estudios y sometidos al ?consejo de centro? o consejo de direcci¨®n en el que, junto con director y jefe de estudios, se encontrar¨ªan representados el claustro, la asociaci¨®n de padres, los alumnos y el personal no docente.
FETE-UGT, por su parte, ha expresado a EL PAIS su absoluto rechazo de una direcci¨®n impuesta desde arriba. ?No creemos que se pueda plantear seriamente en una sociedad democr¨¢tica y participativa la dualidad comunidad escolar-Administraci¨®n como un enfrentam¨ªento que pueda conllevar un deterioro de relaciones.?
FETE-UGT cree tambi¨¦n que el resucitar ahora el cuerpo de directores indica que el Ministerio se ha asustado incluso de la peque?a democratizaci¨®n que supone el que el director pueda salir de una terna elegida por los profesores, ?una m¨ªnima democratizaci¨®n que est¨¢ haciendo que los centros funcionen mejor?.
En la misma direcci¨®n se pronuncia la Uni¨®n Confederal de Sindicatos de Trabajadores de la Ense?anza (UCSTE), que pone en relaci¨®n la democracia que se ha conseguido ya en algunos centros con la formaci¨®n de equipos educativos coherentes.
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