Callaghan busca un acuerdo salarial urgente con los sindicatos
Gobierno y sindicatos brit¨¢nicos se han lanzado a un renovado marat¨®n de reuniones y consultas destinadas a perfilar con urgencia los t¨¦rminos de un nuevo acuerdo salarial y de conducta, y a quitar hierro a la persistente conflictividad laboral, que ahora mismo se deja sentir especialmente en el sector hospitalario y en los servicios p¨²blicos dependientes de las autoridades locales.
Los efectos de las huelgas selectivas de los trabajadores manuales de los servicios p¨²blicos -quienes amenazan con intensificar su acci¨®n esta semana- est¨¢ not¨¢ndose especialmente en Londres, con ocho millones de habitantes, donde numerosos hospitales s¨®lo atienden casos urgentes, y los amontonamientos de basura sin recoger en algunas zonas com¨ªenzan a preocupar a los responsables sanitarios.Por su parte, los empleados que controlan el abastecimiento de agua ya han advertido que ir¨¢n a un paro nacional si sus salarios no aumentan al menos un 17 %.
El tel¨®n de fondo de la nueva entrevista de ayer, en Downing Street, entre el primer ministro y los l¨ªderes sindicales, ha sido el expl¨ªcito rechazo, producido horas antes, por las cuatro organizaciones que protagonizan la huelga de los servicios p¨²blicos, de una velada oferta del se?or Callaghan para permitir un aumento de hasta un 10 % en los sueldos de este mal pagado sector.
El premier lanz¨® su sonda el domingo, en una conferencia de su partido en Newcastle, en lo que se interpreta como una forzada suavizad¨®n de su r¨ªgida pol¨ªtica salarial motivada por urgencias electorales. El porcentaje tan fulminantemente rechazado mejoraba en un punto la subida que las autoridades municipales est¨¢n dispuestas a ofrecer al mill¨®n de huelguistas.
De otra parte, un nuevo frente, de disputa ha quedado abierto con la decisi¨®n de los enlaces sindicales de la British Leyland -100.000 trabajadores manuales- de apoyar una huelga total en las factor¨ªas de la mayor compa?¨ªa automovil¨ªstica del pa¨ªs si no se atienden sus reivindicaciones. A lo largo de esta semana se ir¨¢n pulsando las actitudes de los obreros hacia el paro, que de producirse, y seg¨²n los m¨¢s pesimistas, podr¨ªa significar la puntilla para un complejo caracterizado por su escasa productividad y su insaciable necesidad de fondos p¨²blicos.
Por momentos parece m¨¢s decisiva la necesidad de un acuerdo ,entre el Gobierno y los sindicatos, si el se?or James Callaghan ha de sobrevivir a las pr¨®ximas elecciones generales. Pero, adem¨¢s de imprescindible, se considera urgente -no m¨¢s de dos semanas-, y ya no podr¨¢ ce?irse a un mero compromiso salarial. Los acontecimientos; del ¨²ltimo mes, su repercusi¨®n en la opini¨®n pliblica, su utilizaci¨®n pol¨ªtica por la oposici¨®n conservadora y hasta su manipulaci¨®n informativa, obligan ahora al primer ministro a sellar lo m¨¢s convincentemente posible un pacto que, adem¨¢s de restaurar la maltrecha relaci¨®n especial entre ambas partes, garantice a los electores que las futuras reivindicaciones labozales se conducir¨¢n conforme a un c¨®digo de comportamiento y control m¨¢s estricto.
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