El Allul navega de nuevo
?Nuevamente somos noticia en base al dudoso honor del tr¨¢fico de armas, condenado internacionalmente, y con destino a sistemas y reg¨ªmenes caracterizados por usar m¨¢s de la bota -o Botha en este caso, pues se trata de Sur¨¢frica- que del di¨¢logo. El prestigioso semanario liberal brit¨¢nico The Observer nos coloca en la peculiar clasificaci¨®n de para¨ªso del tr¨¢fico ilegal de armas, de canal tercer¨®n y alcahuete para que otros puedan vender y lavarse las manos. Y como ayer, como siempre, sit¨²a a la empresa espa?ola Barreiros Hermanos en el lugar de honor, dirigente, de ese tr¨¢fico condenado.Peor todav¨ªa, con una investigaci¨®n a¨²n abierta, y que sepamos no concluida, sobre el extra?o buque fantasma Allul, el barco que lleva armas de una marca que luego se convierten en otra, el que hace escalas inveros¨ªmiles, y comenzando con un env¨ªo de 21.000 vainas vac¨ªas de cohetes acaba en Sur¨¢frica con los cohetes enteros, nos enteramos de que este barco sigue en su tema como si no pasara nada. No son ya fusiles, ya es armamento pesado, tanques Centuri¨®n incluidos. Y aqu¨ª no pasa nada, salvo la declaraci¨®n oficial ritual de que toda operaci¨®n armamental ser¨¢ investigada y sometida a los oportunos controles. Bien, ?cu¨¢ndo?
Hemos insistido en que el da?o que este tipo de operaciones est¨¢ haciendo a toda la naci¨®n es tan enorme que pone en entredicho, para comenzar, toda una pol¨ªtica exterior que se est¨¢ comenzando a hacer con trabajos, tropiezos y las dificultades propias de quien tiene que elaborarla mientras el pa¨ªs se institucionaliza. Uno de los pivotes de esa pol¨ªtica son los derechos humanos. Pues bien, mientras el tr¨¢fico de muerte siga hacia pa¨ªses que hacen con esos derechos humanos motivo de risa, nuestro pivote pol¨ªtico interior y exterior no existir¨¢. Sencillamente, mientras el Allul navegue, cualquier parlamentario europeo le hubiera podido decir a Su¨¢rez, en Estrasburgo, que estaba mintiendo.
8 febrero
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