Legislaci¨®n anacr¨®nica

Sorprendido y d¨¦go¨²t¨¦ queda cualquiera que no sea un farsante o un reprimido al leer en EL PAIS del 7 del presente mes la informaci¨®n sobre ?Un pintor franc¨¦s, condenado a tres a?os por amar a una menor?.Un c¨®digo penal como el franc¨¦s, que castiga con grav¨ªsimas penas a todo acceso carnal, aun sin enga?o ni violencia f¨ªsica, con persona menor de quince a?os, es anacr¨®nico y reaccionario. Anacr¨®nico, porque la madurez ps¨ªquica de una joven es hoy d¨ªa anterior en varios a?os a ese tope de quince a?os, que data de 1832. Reaccionario porque en el fondo responde al prejuicio judeo-cristiano o judeo-paulino de que la actividad sexual es intr¨ªnsecamente perversa e inmoral y s¨®lo debe tolerarse con vistas a procrear hijos para el cielo.

La aplicaci¨®n al caso concreto del art¨ªculo 332 del mencionado c¨®digo, imponiendo la incre¨ªble pena de tres a?os, el comentario del presidente (?usted comprender¨¢ cuando tenga una hija?), la escandalosa violaci¨®n -¨²nico hecho que merece ese nombre- del diario ¨ªntimo de Elisabeth, todo ello nos lleva a la conclusi¨®n de que la tradici¨®n liberal francesa tiene sus excepciones y sus naufragios, cuyos responsables inmediatos son el legislador y alg¨²n tribunal como el sentenciador del caso, pero cuyo responsable ¨²ltimo y principal es el ciudadano franc¨¦s que, controlando la vida p¨²blica y promulgando sus leyes mediante el voto mayoritario, consiente que legalmente puedan nacer situaciones tan injustas, tan medievales, tan tristes.