Los problemas profesionales del escritor, analizados en cuarenta y cinco ponencias
Con el retraso de toda una jornada tras el accidentado viaje que tanto los escritores de Madrid como los de Barcelona han sufrido, el I Congreso de Escritores de Espa?a inaugurado ayer en Almer¨ªa se ha convertido en un marat¨®n de ponencias en las que los congresistas se van turnando. Desde los problemas profesionales del escritor -temas a los que acuden proporcionalmente m¨¢s- hasta los problemas de la creaci¨®n o de la cr¨ªtica. Las ponencias tienen todas un aire pol¨¦mico que se acent¨²a con la compresi¨®n a que obliga la necesidad de leer 45 en dos jornadas.
El m¨¦todo propuesto es el de la lectura del resumen de las ponencias, que ser¨¢n publicadas posteriormente, una detr¨¢s de otra y con una duraci¨®n media de cinco a diez minutos. Para evitar la dispersi¨®n que con todo se siente en el bar inmediato a la casi improvisada sala de sesiones, las ponencias se agrupan por temas. Toda la jornada de hoy domingo se dedicar¨¢ al debate que de momento no sigue a cada ponencia, y al final, es decir, el lunes, se redactar¨¢ colectivamente un plan de propuestas a modo de conclusiones definitivas.En cualquier caso la discusi¨®n se va dando ya entre pasillos con un aire favorecido por esa solidaridad que surge de un viaje matador. El jueves por la tarde, el avi¨®n que ten¨ªa que conducir a m¨¢s de ochenta escritores madrile?os hasta Aguadulce, en las inmediaciones de Almer¨ªa, fue uno de los suspendidos por la huelga de los pilotos de Iberia, tras un retraso de cuatro horas. Si ya en el aeropuerto los congresistas ofrec¨ªan un aspecto cansado progresivamente, a la llegada a Almer¨ªa, tras quince horas de autob¨²s, este aspecto era directamente macilento. Por los pasillos del hotel Aguadulce lo que se ve¨ªa eran sombras y cuando por la tarde comenzaron las sesiones sin tiempo oficial para dormir, las bromas acerca del sue?o y las conferencias arreciaron y tambi¨¦n los contertulios del bar.
Comenz¨® la tarde con una defensa del escritor redactada por el asesor jur¨ªdico de la asociaci¨®n, cuyas conclusiones ser¨ªan recogidas m¨¢s tarde en la ponencia colectiva. Pasaron por el estrado, tras la elecci¨®n de la mesa y los saludos de Angel Mar¨ªa de Lera, Andr¨¦s Sorel y el delegado de Cultura, Juan Moll¨¢. Alvaro Salvador habl¨® de los problemas de la poes¨ªa joven, Carlos Meneses y Rafael Castellano, que hizo un apasionado llamamiento por los derechos del cr¨ªtico literario; Francisco V¨¦lez y Castillo Puche; Rafael Florez, que habl¨® del papel del Ateneo como antesala de una universidad popular y Rafael S¨¢nchez Segura, sobre la funci¨®n del escritor.
Joaqu¨ªn Marcos ley¨® su ponencia sobre cr¨ªtica literaria, antecedida por la de Antonio Mart¨ªnez Menchen sobre el mismo tema, y Pablo del Barco realiz¨® un furibundo ataque al anquilosado modo de ense?ar la literatura en la universidad espa?ola, proponiendo una serie de medidas que empujen y potencien la creaci¨®n entre los alumnos, que es m¨¢s que posible que lleguen a formar parte de las conclusiones finales.
El d¨ªa terminar¨ªa en el Ayuntamiento de Almer¨ªa con un vino ofrecido y saludado por el alcalde y tras el primer paseo nocturno de los escritores por una ciudad que, por primera vez en cien a?os, el viernes vio nevar. Unas tailandesas en una boite de la misma urbanizaci¨®n del hotel, a once incomunicados kil¨®metros de Almer¨ªa, han cerrado una jornada de este congreso que s¨®lo ayer, tras el sue?o de la noche, empieza a divertirse.
Objetivo: defender al escritor espa?ol
Tal vez la que centr¨® el tema ayer, adem¨¢s de la ponencia del colectivo latinoamericano, es la colectiva de la Asociaci¨®n de Escritores, que va a la mesa avalada por una serie de firmas improvisadas al calor del desayuno. Propone esa ponencia una colecci¨®n de medidas de defensa del escritor espa?ol y se apresura a considerar espa?ola la producci¨®n de espa?oles en todas sus lenguas y la de los latinoamericanos en espa?ol publicados aqu¨ª.Para la defensa, pues, del libro espa?ol, frente a la abundancia de traducciones, propone la ponencia colectiva la concesi¨®n de cr¨¦ditos de producci¨®n en funci¨®n de la propuesta de libros espa?oles o hispanoamericanos, y ese mismo criterio para la concesi¨®n de ayudas a los libros de inter¨¦s cultural y social. Desgravaci¨®n fiscal para su exportaci¨®n, prima porcentual sobre el papel de edici¨®n a favor de los libros espa?oles, o, lo que es lo mismo, precio pol¨ªtico e integraci¨®n mayoritaria del fondo de bibliotecas p¨²blicas por libros espa?oles. Colecciones para in¨¦ditos a editar en la Editora Nacional y otras formas de ayuda.
Respecto a la defensa del escritor, sigue en la ponencia colectiva y seguramente en las conclusiones finales una nueva ley de propiedad intelectual, que revise la ya centenaria actualmente vigente y que estudie de nuevo la relaci¨®n entre propiedad privada y dominio p¨²blico. En ese sentido, se propone que los derechos de autor, tras su paso al dominio p¨²blico, no reviertan en el acervo privado de los editores, sino que vuelvan a la propiedad p¨²blica pasando a engrosar fondos colectivos de ayuda a los escritores y fomento de la cultura. Se pide un reglamento que haga efectiva la ley del Libro, un sistema autom¨¢tico u obligatorio de control de la tirada, la obligatoriedad de un contrato tipo, arbitrado por la Administraci¨®n. La instauraci¨®n del discutido canon de lectura en bibliotecas p¨²blicas, como parte de los derechos de autor, a engrosar un fondo de protecci¨®n de autores vivos y la participaci¨®n de los escritores en la elaboraci¨®n de la pol¨ªtica cultural.
El Primer Congreso de los Escritores de Espa?a est¨¢ organizado por la Asociaci¨®n Colegial que preside Angel Mar¨ªa de Lera. Durante los cuatro d¨ªas que tendr¨¢ de duraci¨®n el congreso se est¨¢ procediendo a la discusi¨®n de los probleinas que afectan a la literatura nacional. Participan en ¨¦l escritores y colectivos de creaci¨®n, as¨ª como numerosos oyentes de diversos pa¨ªses europeos y americanos.
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