Animadores culturales

Hace unos meses he le¨ªdo en alg¨²n peri¨®dico nacional -no recuerdo en cu¨¢l, ni qui¨¦n era la persona portavoz de la noticia- que en Espa?a, al igual que- en otros pa¨ªses -este ¨²ltimo caso he podido comprobarlo personalmente-, se iba a instaurar la profesi¨®n de anima dores culturales, destinados a ser vir de nexo entre fas entidades consagradas al estudio y la difusi¨®n del fen¨®meno cultural y el ministerio correspondiente. Pues bien: asistente asidua a muchos de los actos que, respecto al intelecto, programan regularmente los centros y asociaciones de marcado car¨¢cter cultural (ateneos, casas regionales. institutos, etc¨¦tera), he tenido oportunidad, en el curso de varios a?os, de conocer a poetas, escritores, periodistas, compositores, pintores y toda clase de intelectuales que, llevados de su entusiasta vocaci¨®n, dedican la mayor parte de su tiempo libre a ofrecer a los dem¨¢s el fruto de su experiencia y conocimientos. Y, ante esto, me pregunto: ?es que estos y otros :se?ores no podr¨ªan constituir un buen plantel de animadores culturales? ?O acaso se piensa seguir con los ?animadores culturales? de siempre, es decir, con quienes durante decenios se est¨¢n repartiendo, por la v¨ªa digital, premios musicales y literarios, encargos oficiosos y toda clase de prebendas?Hace unos d¨ªas -es un triste ejemplo- tuvimos noticias del fallecimiento de don Rafael Albert, considerado por eminentes entendidos de aqu¨ª y for¨¢neos como el m¨¢s grande compositor espa?ol de nuestros d¨ªas: Y preguntamos: ?qui¨¦n conoc¨ªa su nombre?, ?cu¨¢ntos homenajes se le han dedicado desde la esfera oficial?.