Jomeini ordena la suspensi¨®n de los procesos pol¨ªticos
El ayatollah Jomeini, tras una campa?a de presi¨®n de su Gobierno, orden¨® ayer la suspensi¨®n de todos los procesos pol¨ªticos y la pr¨®xima sumisi¨®n de los llamados tribunales revolucionarios isl¨¢micos al control del primer ministro, Melidi Bazargan. La orden de Jomeini, le¨ªda ayer en radio Teher¨¢n, parece ir orientada a poner fin a la ola de ejecuciones sumar¨ªsimas de los antiguos colaboradores civiles y militares del derrocado sha.Una de las primeras consecuencias de la orden del l¨ªder c1iiita es la suspensi¨®n del proceso seguido contra el ex primer ministro del sha Amir Abbas Hoveida -con petici¨®n de pena de muerte-, que hab¨ªa tenido una enorme repercusi¨®n en Europa y Estados Unidos y hab¨ªa provocado, hasta ayer, la intervenci¨®n del Parlamento Europeo, varias comisiones internacionales de derechos humanos y hasta del dirigente pol¨ªtico franc¨¦s Edgar Faure, ex presidente de la Asamblea Nacional.
La decisi¨®n de Jomeini prev¨¦ que el Gobierno civil de Ir¨¢n controle todos los procesos pol¨ªticos seguidos contra dirigentes del viejo r¨¦gimen, para los que se tendr¨¢n adem¨¢s, que elaborar unas normas estrictas de c¨®mo deben desarrollarse. La orden de Jomeini se hizo p¨²blica tras una nueva entrevista entre el l¨ªder religioso y Melidi Bazargan, que ha amenazado varias veces con dimitir si no se anula el efecto pernicioso para la imagen mundial de la revoluci¨®n iran¨ª de los llamados comit¨¦s revolucionarios isl¨¢micos.
El caso Hoveida, hasta ahora quiz¨¢ el m¨¢s importante, dado que fue el m¨¢s directo colaborador del sha en los quince ¨²ltimos a?os, estaba listo para sentencia desde el jueves, cuando el fiscal solicit¨® la pena de muerte. Observadores pol¨ªticos de la capital iran¨ª se?alaban que el objetivo de Bazargan, m¨¢s que evitar la sentencia, era impedir la ejecuci¨®n de la misma, ya que hubiese puesto en entredicho el respeto a la ley establecida del acusado, a quien se le priv¨® de cualquier tipo de garant¨ªa judicial.
Sintom¨¢tico de la expectaci¨®n que este caso hab¨ªa creado en el mundo fue el llamamiento realizado ayer por el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, que pidi¨® en una declaraci¨®n que se pongan fin a las ejecuciones en Ir¨¢n y, sobre todo, se le dote a Hoveida de una defensa legal apropiada.
Mientras tanto, continu¨® ayer en Ir¨¢n la campa?a de descr¨¦dito iniciada por el Gobierno Bazargan contra los comit¨¦s isl¨¢micos, a los que se les atribuye dentro del pa¨ªs el control del poder real en Ir¨¢n.
Seg¨²n noticias difundidas por el Gobierno Bazargan, los comit¨¦s revolucionarios est¨¢n infiltrados por agentes de la Savak y de la Guardia Imperial del sha, que tratar¨ªan de dar una imagen perniciosa de la revoluci¨®n isl¨¢mica, con el fin de desacreditarla.
A estos agentes infiltrados, el Gobierno Bazargan lanz¨® ayer un ultim¨¢tum para que se identifiquen o hagan frente, posteriormente, a su ejecuci¨®n acusados de espionaje.
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