El R¨¢cing, primer clasificado para los cuartos de final

El Rayo Vallecano ha quedado eliminado de la Copa de Espa?a. El R¨¢cing, con su triunfo ante los vallecanos, pasa autom¨¢ticamente a los cuartos de final. Este ser¨¢ pr¨¢cticamente el ¨²nico ¨¦xito de la eliminatoria para los racinguistas, porque econ¨®micamente ha sido un fracaso. El Santander ha perdido dinero con esta eliminatoria y, seg¨²n sus directivos, arrastra un d¨¦ficit de cerca de cinco millones desde que se inici¨® la competici¨®n en esta temporada. La mayor¨ªa de los clubs de Primera y bastantes de Segunda Divisi¨®n est¨¢n tratando de modificar el Torneo de Copa.Precisamente el desinter¨¦s que a la eliminatoria mostraron tanto el Santander como el Rayo proporcion¨® un partido anodino, pr¨¢cticamente de entrenamiento. Ni unos ni otros lucharon por resolver la eliminatoria a su favor. Antes que realizar juego, tanto los vallecanos como los santanderinos, se preocupaban de deshacer las escasas acciones contrarias. El encuentro se caracteriz¨® por un juego soso y vulgar, desangelado, sin lucha.

Cuando estaba a punto de finalizar el primer tiempo, el Santander se encontr¨® con la oportunidad de inaugurar el marcador, para lo que tambi¨¦n colabor¨® el ¨¢rbitro, al no se?alar el claro fuera de juego de Macizo, quien centrar¨ªa para que Gim¨¦nez obtuviese el primer tanto. El Santander no desaprovech¨® el regalo y sobre todo si ¨¦ste no le costaba esfuerzo alguno, como as¨ª fue.

Este gol, con el que finaliz¨® el primer tiempo, acab¨® por sentenciar al Rayo, que hizo m¨¢s m¨¦ritos, pero no demasiados, que el Santander, por lo menos para mantener el empate inicial. El segundo tiempo sirvi¨® para decidir definitivamente la eliminatoria. Hay que considerar la actitud de un Rayo que, teniendo perdida la eliminatoria, ni se preocup¨® de igualar por lo menos el marcador. La Copa no le interesaba al Rayo y as¨ª lo puso de manifiesto, casi descaradamente.

Apenas iniciado el segundo tiempo, el Rayo se encontr¨® con el segundo gol en contra. Mariano, en esta ocasi¨®n en funciones de defensa, despej¨® tan mal un bal¨®n lanzado sin peligro sobre su porter¨ªa que consigui¨® introducirlo en la meta de Pascual. El juego que se desarroll¨® a partir de ese momento apenas merecer¨ªa atenci¨®n alguna. El Santander se limit¨® a conservar su diferencia y asegurarse, por tanto, su pase a los cuartos de final. El Rayo, por su parte, se conform¨® con estar en el campo y dejar pasar los minutos hasta que finalizara el partido. Ahora el Santander esperar¨¢ resarcirse del d¨¦ficit econ¨®mico que arrastra en la Copa con unos cuartos de final interesantes, si la suerte del bombo le favorece. El Rayo, por su parte, tendr¨¢ m¨¢s tiempo para dedicarse a la Liga e intentar salir de esa zona tan peligrosa como es la del descenso.