Reforma sindical y reducci¨®n de impuestos, ejes del programa conservador brit¨¢nico

Un Gobierno conservador reducir¨¢ sustancialmente los impuestos a todos los niveles, recortar¨¢ a la vez el gasto p¨²blico y reformar¨¢ los sindicatos. Estos son los puntos fundamentales del Manifiesto tory, publicado ayer y ¨²ltimo en aparecer de los programas electorales brit¨¢nicos ante las elecciones del pr¨®ximo 3 de mayo.

El documento fue presentado por la l¨ªder conservadora Margaret Thatcher, en una conferencia de prensa, en la sede de su partido, rodeada de grandes medidas de seguridad. El primer ministro Callaghan se ha apresurado a se?alar que el precio de semejante programa ser¨ªa la p¨¦rdida de miles de puestos de trabajo y una escalada vertiginosa de los precios.El militar ser¨¢ el ¨²nico terreno no afectado por la reducci¨®n del gasto p¨²blico que prometen los conservadores. Su Gobierno aumentar¨¢ los presupuestos de defensa y pagar¨¢ m¨¢s a los profesionales del Ej¨¦rcito. El se?or Callaghan ya anunci¨® hace dos d¨ªas un aumento de sueldos a los funcionarios militares, pendiente de la finalizaci¨®n de un estudio sobre sus desventajas econ¨®micas con relaci¨®n al sector civil.

La se?ora Thatcher espera la cooperaci¨®n de los sindicatos, y no la confrontaci¨®n, con su futuro Gobierno. En cualquier caso, los tories pretenden disciplinarios en tres aspectos fundamentales: modificando la ley sobre los piquetes; reformando el sistema denominado closed shop, por el cual muchas empresas s¨®lo emplean a trabajadores afiliados a un sindicato, y haciendo obligatorio el voto secreto en todas aquellas decisiones de importancia que adopten los trabajadores.

El manifiesto conservador esboza una profunda desnacionalizaci¨®n de las empresas p¨²blicas. Una de sus promesas es la venta al sector privado de un porcentaje de las acciones controladas ahora por el Estado en l¨ªneas a¨¦reas y astilleros. British Airways en especial, la l¨ªnea de bandera inglesa, puede seguir el camino de la Brithis Petroleum, antes empresa estatal, donde ahora el 51 % del capital est¨¢ en manos privadas.

Este traspaso a particulares de parte de las propiedades p¨²blicas ser¨ªa la fuente fundamental de ingresos con que el Gobierno conservador compensar¨ªa la sangr¨ªa provocada en las arcas del Estado por sus planeados recortes impositivos. Los poderes del organismo que controla las empresas nacionales ser¨¢n reducidos mediante la disminuci¨®n de sus fondos y la imposici¨®n de mayor selectividad en sus inversiones. El futuro Gobierno conservador aspira a mantener en lo imprescindible su intervenci¨®n en el sector privado.

Pero la medida m¨¢s populista anunciada por Margaret Thatcher es la venta a sus actuales inquilinos de una buena parte de las miles de viviendas propiedad de los ayuntamientos brit¨¢nicos y que ¨¦stos arriendan a precios pol¨ªticos. Los habitantes de las casas municipales podr¨¢n comprarlas benefici¨¢ndose de sustanciales rebajas. La medida ha sido calificada de demag¨®gica por un portavoz laborista, que ha se?alado que su primera consecuencia ser¨ªa una dram¨¢tica reducci¨®n en la oferta de viviendas alquiladas a los sectores econ¨®micamente m¨¢s d¨¦biles.