Los nuevos dem¨®cratas en Am¨¦rica

MIENTRAS EL joven presidente de Panam¨¢, Ar¨ªstides Royo, visita Espa?a en viaje oficial, la Rep¨²blica del Ecuador elige nuevo presidente, el abogado Jaime Rold¨®s. Hay algunos rasgos de identidad entre los dos presidentes de pa¨ªses relativamente cercanos en la geograf¨ªa, y mucho m¨¢s en la repetici¨®n de problemas y esperanzas de soluci¨®n. Los dos son extremadamente j¨®venes para la importancia de su cargo: significan el acceso de unas generaciones nuevas con mucha ambici¨®n de borrar conceptos y m¨¦todos en la gobernaci¨®n de sus pa¨ªses; los dos proceden de elecciones populares y tienen como denominador com¨²n el intento de buscar por la v¨ªa democr¨¢tica una mejor convivencia, y en los dos est¨¢ la din¨¢mica del cambio. Si Royo intenta que la utilizaci¨®n de la riqueza del canal redunde en beneficio de su pa¨ªs, como pueden permitirlo, bien aplicados, los recientes tratados de Estados Unidos, Rold¨®s pretende hacer lo mismo con el petr¨®leo del Ecuador. Riqueza natural y subdesarrollo no son incompatibles, incluso se dan juntos con una frecuencia sospechosa. Debe tratarse de que esa riqueza natural no se pierda en la dominaci¨®n de los mercados y las acciones del neocolonialismo por v¨ªas que benefician a pa¨ªses desarrollados; pero tampoco que beneficien a grupos de grandes familias dominantes.Estos nuevos dem¨®cratas, sin embargo, no dan la espalda a la realidad de las presiones y obligaciones internacionales. Act¨²an dentro de lo posible. El Departamento de Estado de los Estados Unidos est¨¢ actuando desde el mandato de Carter en un sentido anterior a como lo hizo con Nixon y enlazando con las intenciones de Kennedy: facilitar en las rep¨²blicas americanas una transici¨®n a la democracia de forma que no signifique ruptura con los Estados Unidos. Antes, la opci¨®n estaba entre dictadura de hombres fuertes amigos de Estados Unidos y revoluci¨®n. La revoluci¨®n no dio resultados positivos para sus prop¨®sitos, mientras la dictadura de corte fascista se extend¨ªa, y se extiende a¨²n, por numerosos pa¨ªses.

La serie de elecciones que han abierto camino a formas ?a la venezolana? de gobernar estospa¨ªses ha llegado al Ecuador, donde el licenciado Jaime Rold¨®s, yerno del l¨ªder populista Assad Bucaram -apartado de las elecciones por argucias seudoinstitucionales-, representa un partido que ¨¦l define como de centro-izquierda; ha triunfado abundantemente sobre su rival de la derecha, despu¨¦s de una nueva edici¨®n de las elecciones, que no fueron convalidadas la primera vez. Rold¨®s es una esperanza.

La pregunta que se plantea ante estas nuevas formas de democracia en Latinoam¨¦rica es si entre la desproporci¨®n entre riqueza y pobreza que hay en sus pa¨ªses, y las obligaciones con el exterior que no pueden romper, podr¨¢n establecer un r¨¦gimen de justicia social que no han conocido en su historia. Todo lo que no sea hecho con cierta rapidez y con mucha eficacia dejar¨¢ siempre pendiente la posibilidad de intentos revolucionarios. Por su parte, las clases privilegiadas de los dos pa¨ªses han acusado de extremistas a los nuevos dem¨®cratas, y la posibilidad de un golpe de estado que impida el proceso civil est¨¢ tambi¨¦n pendiente. Rold¨®s no tomar¨¢ posesi¨®n de la presidencia del Ecuador hasta el 10 de agosto: a¨²n pueden ser niontadas muchas maniobras contra ¨¦l.