La comisi¨®n investigadora de Harrisburg amenaza con dimitir
Los doce miembros de la comisi¨®n independiente nombrada por el presidente Jimmy Carter para investigar el accidente de la central nuclear de Harrisburg amenazaron ayer con presentar su dimisi¨®n en bloque, a menos que se les conceda el poder de interrogar a los testigos bajo juramento.La comisi¨®n presidencial, que encabeza un antiguo ayudante de Albert Einstein, y de la que forman parte desde un periodista a una ama de casa, deb¨ªa haber comenzado ayer sus investigaciones in situ, al interrogar a varios funcionarios del Gobierno estatal de Pennsylvania y a directivos de la compa?¨ªa propietaria de la planta Three Mile Island, donde se registr¨®, a finales de marzo, el m¨¢s grave accidente de la historia de la energ¨ªa at¨®mica.
Pero los miembros de la comisi¨®n concluyeron que si no tienen poder para convocar a los testigos y para interrogarlos bajo juramento, no obtendr¨¢n la credibilidad de la opini¨®n p¨²blica, por lo que decidieron suspender indefinidamente las audiencias previstas para ayer y hoy en Middletown.
El presidente de la comisi¨®n de encuesta, John Kemeny, urgi¨® al Gobierno federal y al Congreso a que doten a la comisi¨®n de los poderes que ?el pueblo norteamericano quiere que tengamos?. Para Lloyd McBride, presidente del sindicato de metal¨²rgicos y miembro de la comisi¨®n, la carencia de esos poderes permitir¨ªa a los testigos oficiales ?jugar con la verdad?.
"Se nos ha mentido"
?Se nos ha mentido?, dijo Ann Trunk, la ama de casa residente a pocos kil¨®metros de la planta at¨®mica accidentada, que fue elegida por el presidente Carter para figurar en la comisi¨®n investigadora. La se?ora Trunk a?adi¨® que la ¨²nica manera de obtener la verdad de lo ocurrido en Harrisburg es interrogar a los funcionarios y a los empleados de la central at¨®mica y de la compa?¨ªa el¨¦ctrica propietaria de la misma bajo juramento.
John Kemeny, al anunciar la decisi¨®n de la comisi¨®n por ¨¦l presidida, dijo que ?si no se dan esos poderes durante un amplio per¨ªodo de tiempo, me temo que todos los miembros de la misma presentar¨¢n su dimisi¨®n?.
El presidente Carter, durante su espectacular visita a la central de Harrisburg, prometi¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n independiente que le informar¨ªa a ¨¦l personalmente de sus hallazgos sobre el accidente. Ahora, Carter se encuentra en una situaci¨®n delicada, porque ¨¦l carece de la autoridad necesaria para otorgar a la comisi¨®n los poderes que sus miembros consideran imprescindibles para realizar su trabajo seriamente y evitar en lo posible ser enga?ados.
El Congreso, reticente
El Congreso norteamericano no parece hasta ahora especialmente entusiasmado con la idea de dotar de esos poderes a una comisi¨®n presidencial y, pese a los esfuerzos de los abogados de la Casa Blanca, no hay ning¨²n legislador que quiera patrocinar tal propuesta. De persistir esta situaci¨®n, la comisi¨®n de encuesta podr¨ªa cumplir su amenaza de dimitir, con el consiguiente perjuicio para la imagen del presidente y la l¨®gica sospecha entre los ciudadanos de que se trata de impedir una investigac¨ª¨®n a fondo de lo ocurrido en Harrisburg.
Kemeny se refiri¨® a la existencia de varios ?caminos bloqueados?, que imped¨ªan las investigaciones de la comisi¨®n y que, de no ser despejados, da?ar¨ªan la necesaria credibilidad del equipo creado por el presidente Carter.
Para Carolyn Lewls, una profesora de periodismo en la Universidad de Columbia, que tambi¨¦n forma parte de la comisi¨®n de encuesta, ?el principal problema es conseguir credibilidad?, por lo que sin esos poderes, similares a los de un tribunal, ?seremos una comisi¨®n de juguete a los ojos del p¨²blico.?
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