Tito y Brejnev reconocen la existencia de "divergencias"
En una atm¨®sfera amistosa y cordial, seg¨²n fuentes sovi¨¦ticas, y abierta y franca, en opini¨®n de medios oficiales yugoslavos, se ha desarrollado la primera entrevista, de dos horas de duraci¨®n, entre el presidente Tito y el jefe del Estado de la URSS, Le¨®nidas Brejnev. Ambos estadistas han repasado las respectivas posturas sobre los temas de la detente y el incremento de la cooperaci¨®n sovi¨¦tico-yugoslava.
Todo parece indicar, seg¨²n los comunicados de las dos partes, que en la pol¨ªtica internacional no ha habido ninguna sorpresa en cuanto a las posiciones bien conocidas de los dirigentes reunidos en el Kremlin, que han expuesto lo que de manera ambigua se llama ?puntos de vista respectivos sobre la actualidad internacional?.Para hoy est¨¢ prevista otra reuni¨®n entre Brejnev y Tito, al final de la cual, posiblemente, no se d¨¦ comunicado alguno, que se reservar¨¢ hasta la terminaci¨®n de la visita del mariscal yugoslavo, prevista para el pr¨®ximo d¨ªa 21. Desde ma?ana, hasta el lunes, Tito descansar¨¢ en una dacha a las afueras de Mosc¨², en sustituci¨®n del viaje a Crimea, que, en principio, parec¨ªa ser la zona reservada para sus cortas vacaciones.
Otras conversaciones
En otras dependencias del Kremlin han mantenido conversaciones m¨¢s fruct¨ªferas Josip Vrhovec, ministro yugoslavo de Asuntos Exteriores, y Stane Dolanc, miembro del presidium del Comit¨¦ Central de la Liga Comunista yugoslava, con Andrel Gromiko, ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, y Constantin Roussakov, secretario del Comit¨¦ Central del PCUS.
Ambas reuniones se han calificado de positivas, ?a pesar de las divergencias sobre ciertos problemas?. La posici¨®n de Tito se fundamenta en la absoluta independencia que siempre ha solicitado para su pa¨ªs y la oposici¨®n a toda intervenci¨®n militar, bajo ning¨²n pretexto, entre pa¨ªses socialistas.
No es dif¨ªcil imaginar que sobre la mesa de conversaciones ?las divergencias sobre ciertos problemas? se habr¨¢n referido, principalmente, a las cr¨ªticas que hizo el a?o pasado en Belgrado el presidente Tito, en la conferencia de pa¨ªses no alineados, donde, indirectamente, descalificaba la intervenci¨®n militar de Cuba y la URSS en Africa.
En v¨ªsperas, como dice, de una nueva reuni¨®n de pa¨ªses no alineados, que se celebra en esta ocasi¨®n precisamente en La Habana, es obvio que los dirigentes sovi¨¦ticos intenten frenar los ¨ªmpetus del presidente yugoslavo para que deje de referirse a ?ciertas formas de hegemon¨ªa?, que puedan ser interpretadas como ataques a la URSS.
Los dos temas que suscitar¨¢n mayor inter¨¦s de Tito en sus encuentros con Brejnev, seg¨²n fuentes yugoslavas, en cuanto a pol¨ªtica internacional, ser¨¢n ?la democratizaci¨®n de las relaciones internacionales? y la superaci¨®n efectiva de ?la divisi¨®n del mundo en bloques enfrentados?.
El presidente yugoslavo, seg¨²n un portavoz de su comitiva, insistir¨¢ ante Brejnev en ?los puntos m¨¢s importantes de la declaraci¨®n de Belgrado de 1955?, cuando se produjo el deshielo en la cumbre Tito-Kruschev, y, en particular, en la ?condena de cualquier agresi¨®n e intento de imponer el dominio pol¨ªtico y econ¨®mico sobre otros pa¨ªses?.
Tito propondr¨¢ a Brejnev la ampliaci¨®n de la cooperaci¨®n econ¨®mica, cuyos intercambios comerciales alcanzaron este a?o el r¨¦cord de 3.000 millones de d¨®lares, para que suban en 1980 a unos 14.000 millones y durante el quinquenio 1980-85 se redondeen en un programa previsto de 17.000 millones de d¨®lares.
Un alto funcionario yugoslavo, que se mostr¨® ?muy seguro? de la vigencia de la firmeza de Tito, declar¨® a Efe que ?Yugoslavia no tiene ahora problemas de sucesi¨®n?, porque Tito ?lo ha dejado resuelto?, en cambio ?habr¨¢ que ver con mucha atenci¨®n qui¨¦n asiste a las reuniones en la cumbre, junto a Le¨®n idas Brejnev, para sondearlas posibilidades de la sucesi¨®n sovi¨¦tica?.
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