Borowzcyk, un minucioso del erotismo
Estreno de "Goto, isla del amor"
Se ha estrenado en Madrid Goto, isla del amor, calificada como una de las mejores pel¨ªculas del realizador polaco Waler¨ªan Borowzcyk, director de otros filmes de contenido er¨®tico. En este trabajo, Augusto Mart¨ªnez Torres estudia la personalidad de Borowzcyk, de cuya vitalidad es una muestra el hecho de que en Madrid se proyecten actualmente dos pel¨ªculas suyas.Despu¨¦s de trabajar durante varios a?os en Polonia, en colaboraci¨®n con Jan Lenica, como realizador de cortometrajes de dibujos animados y experimentales, que le sit¨²an a la cabeza de esta especialidad, Walerian Borowzcvk (1923) abandona su pa¨ªs natal ii los cuarenta a?os para vivir y trabajar en Francia. All¨ª, tambi¨¦n en el campo del cortometraje, vuelve a hacer pel¨ªculas que tienen la misma buena acogida.
En Le th¨¦atre de monsier et madame Kabal (1967), su primer largometraje, utiliza una personal¨ªsima t¨¦cnica para contar una cornpleja historia sobre las relaciones de un matrimonio. El medio empleado, el dibujo animado, resulta demasiado rudimentario para dar la fuerza requerida a la tensi¨®n existente entre ambos personajes. Esta es la raz¨®n por la cual es su ¨²ltimo trabajo en esta modalidad de cine.
Goto, isla del amor (1968), que ahora se estrena en Madrid, es su primer largometraje de im¨¢genes reales y confirma lo que se hab¨ªa apreciado en sus cortos experimentales. Una forma casi matem¨¢tica de desarrollar una h¨ªstor¨ªa y un gusto exquisito dentro de un estilo narrativo caracterizado por su sobriedad. Por conceder una primordial importancia a la imagen, tener un peculiar sentido del humor, sentir una especial atracci¨®n por el pasado y encerrar un minucioso y calculado erotismo, as¨ª como exponer una personal¨ªsima concepci¨®n del decorado y reducir al m¨ªnimo los di¨¢logos, ¨¦sta es la mejor de sus pel¨ªculas.
A un nivel similar se sit¨²a Blanche (1971). Tambi¨¦n cuenta una historia del pasado en la que se mezclan la lucha por el poder con la lucha por el amor de una mujer, en ambos casos interpretada por la inquietante actriz polaca Ligia Branice. Dada la concepci¨®n artesanal de su trabajo que en esta ¨¦poca tiene Borowzcyk y acostumbrado al control absoluto que suponen los dibujos animados, ambas son narraciones minuciosas en las cuales tienen la misma importancia un decorado, una frase o uno de los m¨²ltiples objetos que pueblan las pel¨ªculas. Frente a la frescura de Goto, isla del amor, Blanche es m¨¢s rica en la medida en que sus decorados y muchos de sus objetos han sido dise?ados por el propio Borowzcyk. Esto supone una planificaci¨®n a¨²n m¨¢s sobria, anal¨ªtica v ajustada a la narraci¨®n Y la creaci¨®n de una efectiva atm¨®sfera del siglo XIII.
Cuentos inmorales (1974), que le da a conocer internacionalmente, no tiene la minuciosidad de sus obras anteriores y s¨®lo supone el desarrollo de un erotismo altamente refinado, apuntado en sus dos primeras pel¨ªculas, que es el primero en exponer en cine. A pesar de los diferentes resultados conseguidos en los cuatro sketchs que la integran, logra un gran ¨¦xito tras vencer m¨²ltiples dificultades de censura, pero convierte a Borowzcyk en un descuidado realizador de pel¨ªculas er¨®ticas cada vez menos interesantes.
Vuelve a Polonia para hacer Historia de un pecado (1975), curiosa ambientaci¨®n de un follet¨ªn decimon¨®nico, realizada a medio camino entre la pulcritud narrativa de sus primeras pel¨ªculas y la precipitaci¨®n y el descuido que marcan sus posteriores trabajos. Ni La bestia (1975), ampliaci¨®n de un sketch no incluido en Cuentos inmorales, que desarrolla el m¨ªtico tema de la bella y la bestia; ni Una mujer de la vida (1976), mala adaptaci¨®n de la novela de Andr¨¦ Pieyre de Mandiargues, que los ¨²ltimos momentos de la intransigente censura del general Franco proh¨ªbe rodar en elbarrio chino de Barcelona, donde se desarrolla el original. ni mucho menos Interior de un convento (1977), p¨¦sima adaptaci¨®n de un relato de Sthendal, rodado con un descuido que se sit¨²a en los ant¨ªpodas de su minuciocidad inicial, tienen nada que ver con la frescura y la sabidur¨ªa que dejan traslucir sus trabajos iniciales.
El erotismo y el dinero que le proporcionan han hecho que. en muy pocos a?os, Borowzcyk pase, de ser una de las m¨¢ximas promesas del cine europeo, a un mal artesano especializado en pel¨ªculas er¨®ticas con pretensiones. El estreno de Goto, isla del amor, su obra maestra, al tiempo que contin¨²a en exhibici¨®n Interior de un convento, la peor de sus obras, permite constatar la ca¨ªda que en diez a?os ha experimentado su obra.
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