El cambio pol¨ªtico se ha proyectado sobre el teatro

Recientemente se ha celebrado en Nueva York una semana sobre Teatro espa?ol actual, en la que han intervenido los autores Antonio Gala y Francisco Nieva; los directores y actores Jos¨¦ Luis G¨®mez y Fabi¨¢ Puigserver y los cr¨ªticos Andr¨¦s Amor¨®s y Jos¨¦ Monle¨®n.La ¨²ltima de las sesiones de esta semana, organizada por la Fundaci¨®n Juan March y el Spanish Institute, de Nueva York, consisti¨® en una mesa redonda en la que participaron los autores, directores y cr¨ªticos espa?oles y varios profesores de espa?ol radicados en Estados Unidos.

Antonio Gala, en su intervenci¨®n, defendi¨® que la revoluci¨®n teatral no puede hacerse hoy desde el teatro mismo, sino transformando la sociedad entera desde sus m¨¢s hondas y tradicionales estructuras. ?El teatro -dijo- o es un hecho social o no es nada.? Sin embargo, el p¨²blico de hoy es para Gala menos identificable socialmente, m¨¢s amorfo; ?el pueblo suele imitar los gestos de la burgues¨ªa?. Explic¨® tambi¨¦n que como g¨¦nero literario el m¨¢s largo reproche que se le ha podido hacer al teatro espa?ol de todos los tiempos es el de la entrega del autor a su p¨²blico en lugar de a su pueblo.

Francisco Nieva afirm¨® que el teatro ha entrado en una crisis grave, entre otras razones porque la cultura de la oposici¨®n en Espa?a no fundament¨® su desarrollo claramente en valores m¨¢s abstractos y perdurables. Explic¨® Nieva que cualquier escritor aparecido en Espa?a despu¨¦s de la guerra civil ha sido juzgado aplicando una plantilla que le definiera pol¨ªticamente como integrado o soportado por el r¨¦gimen o como puntal de ideolog¨ªas enemigas.

?En la infancia democr¨¢tica de nuestro pa¨ªs -a?adi¨® Francisco Nieva- el problema consiste en la desprovisi¨®n de toda plantilla y en el descubrimiento de lo in¨²til que fue para el arte el haberlo aplicado por tanto tiempo. El ¨²ltimo teatro espa?ol se ha mantenido bajo el est¨ªmulo extraart¨ªstico de lo pol¨ªtico y ha dominado la aparici¨®n del llamado Nuevo Teatro. No importaba que este nuevo teatro se alejara est¨¦ticamente de lo que el p¨²blico espec¨ªficamente espa?ol puede reclamar, puesto que la consulta al p¨²blico no era posible.

El director Fabi¨¢ Puigserver habl¨® del fen¨®meno del teatro lliure, que intenta crear un sistema que permita la concentraci¨®n de fuerzas, un m¨¦todo regularizado de trabajo, unos bienes propios y una econom¨ªa m¨¢s racional. ?No nos planteamos -explic¨®- un teatro de investigaci¨®n destinado a un c¨ªrculo reducido de espectadores sino un teatro para todos.

Jos¨¦ Luis G¨®mez, que ofreci¨® una representaci¨®n de Informe para la academia, de Kafka, habl¨® sobre los actores. ?En Espa?a hay actores -dijo-, pero no hay arte del actor; hay directores, pero no hay una cultura del hecho esc¨¦nico. No ha existido en Espa?a una reflexi¨®n sobre la raz¨®n de ser de los mecanismos particulares del actor ni sobre la especificidad de su discurso esc¨¦nico puesto al servicio de una dramaturgia espa?ola. El actor de teatro no tiene que ilustrar las im¨¢genes del autor, tiene que hacerlas posibles.?

El cr¨ªtico Andr¨¦s Amor¨®s opin¨® en su intervenci¨®n que el gran problema del teatro espa?ol actual radica en que no es suficiente que una obra tenga contenido social o pol¨ªtico sino que, ante todo, debe ser una obra de teatro. ?El teatro espa?ol actual se preocupa por el lenguaje y por lo ceremonial y ritual.? Por su parte, el cr¨ªtico Jos¨¦ Monle¨®n se?al¨® la contradicci¨®n que se experimenta entre la realidad pol¨ªtica y la realidad sociocultural. Determinados estrenos y fen¨®menos teatrales probar¨ªan -seg¨²n ¨¦l- que el cambio pol¨ªtico ha comenzado a proyectarse sobre la po¨¦tica teatral.