Legalizada la masoner¨ªa espa?ola

La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha anulado, mediante sentencia hecha p¨²blica ayer, la resoluci¨®n de la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Interior del pasado 7 de febrero que declar¨® ilegal a la Asociaci¨®n Grande Oriente Espa?ol (Masoneria Espa?ola Simb¨®lica Regular), seg¨²n una informaci¨®n publicada por el vespertino madrile?o Diario 16. Los masones espa?oles podr¨¢n, pues, inscribirse en el Registro Nacional de Asociaciones y quedar constituidos en asociaci¨®n legal.

El pasado mes de febrero, el Ministerio del Interior neg¨® la inscripci¨®n de la masoner¨ªa espa?ola en el registro citado. El secretariado de la organizaci¨®n interpuso recurso en base ?a los derechos recientemente reconocidos por el Parlamento, con la ley de Protecci¨®n Jurisdiccional de los Derechos y Libertades?.Seg¨²n Diario 16, la sentencia de la sala correspondiente de la Audiencia Nacional declara el derecho del Grande Oriente Espa?ol a inscribirse en el Registro Nacional de Asociaciones, y basa esta resoluci¨®n en que ?la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Interior, al declarar ilegal la Masoner¨ªa Espa?ola Simb¨®lica Regular, se excedi¨® en la restringida habilitaci¨®n legal que la Constituci¨®n confiere a la autoridad gubernativa?. La Audiencia Nacional considera que la Administraci¨®n no est¨¢ habilitada para hacer a priori una valoraci¨®n de la licitud o de la determinaci¨®n de los fines y medios expresados en los estatutos de dicha organizaci¨®n, ?y menos -se?ala la sentencia- para llevar a cabo un juicio de las verdaderas y supuestas ocultas intenciones de los que promueven su creaci¨®n?. La Audiencia Nacional se basa en el libre derecho de asociaci¨®n, amparado en la Constituci¨®n y en la primac¨ªa de ¨¦sta sobre los criterios que sirvieron de base a las leyes fundamentales anteriormente vigentes.

El 1 de marzo de 1940, el anterior jefe del Estado promulg¨® la ley de Represi¨®n de la Masoner¨ªa y el Comunismo. Aunque con anterioridad hab¨ªan sido tambi¨¦n perseguidos en m¨²ltiples ocasiones -s¨®lo durante la Segunda Rep¨²blica puede decirse que tuvieran una ¨¦poca de esplendor-, los masones llegaron a convertirse en una aut¨¦ntica obsesi¨®n para Francisco Franco, quien acu?¨® con ellos algunos de sus m¨¢s t¨ªpicos giros ling¨¹¨ªsticos, con los que se refer¨ªa a los enemigos de la Patria, como los de judeomasoner¨ªa internacional o conspiraci¨®n judeomas¨®nica. Algunas fuentes hist¨®ricas han se?alado que Franco intent¨® entrar en la masoner¨ªa dos veces y no fue admitido, aunque esta informaci¨®n haya sido puesta en tela de juicio por el gran maestre del Grande Oriente Espa?ol, Jaime Fern¨¢ndez Gil de Terradillas.

Entre los principios que los masones presentaron en sus estatutos al solicitar su legalizaci¨®n -calificaban la asociaci¨®n de humanitaria, moral y c¨ªvica, con intenci¨®n de contribuir al perfeccionamiento de sus miembros y de la sociedad- estaban la defensa a los derechos del hombre y sus libertades, el orden p¨²blico y la familia, ?asilo sagrado e inviolable de las intimidades personales?. Se mostraban contrarios a toda forma de violencia, terrorismo o secuestro y respetaban la soberan¨ªa de cada Estado.