Francia, obsesionada por la potencia alemana
Tanto para la izquierda como para la derecha francesas, la pr¨®spera Alemania occidental se ha convertido en una obsesi¨®n.La campa?a para las presentes elecciones europeas del 10 de junio revel¨® la fascinaci¨®n que ejerce el ¨¦xito alem¨¢n entre centristas de Giscard d'Estaing y socialistas de Fran?ois Mitterrand, as¨ª como la irritaci¨®n que suscita para los comunistas de Georges March¨¢is y los neogaullistas de Jacques Chirac.
El presidente de la Rep¨²blica francesa, Valery Giscard d'Estaing, cita de continuo en sus declaraciones o en ruedas de prensa el ejemplo alem¨¢n, exhortando a seguirlo.
En 1965, Par¨ªs y Bonn reg¨ªan econom¨ªas de potencia similar, y en veinte a?os el marco alem¨¢n se revaloriz¨® en un 100% respecto al franco franc¨¦s.
El pa¨ªs llamado ?enano pol¨ªtico y gigante econ¨®mico? parece adaptarse, mejor que Francia a la crisis de la energ¨ªa, que estall¨® en 1974, aunque tambi¨¦n sea verdad que en los sectores de mucho porvenir, como la inform¨¢tica, la energ¨ªa nuclear, la investigaci¨®n espacial y la oceanograf¨ªa no haya mucha diferencia entre las dos naciones.
La Alemania de la posguerra rechaz¨® la centralizaci¨®n pol¨ªtica, el nacionalismo a ultranza y la expansi¨®n con inflaci¨®n de precios del nazismo, y qued¨® mejor preparada para la ¨¦poca contempor¨¢nea.
En Francia, en cambio, el nacionalismo a¨²n est¨¢ a flor de piel, el centralismo sofoca las iniciativas regionales de tipo econ¨®mico, preciosas en la Rep¨²blica Federal de Alemania, y reina la inflaci¨®n.
Los analistas franceses estudiaron con esmero el fen¨®meno alem¨¢n y concluyeron que su secreto est¨¢ en el consenso nacional entre unos patronos ?que ven los m¨²sculos de los sindicatos? y unos sindicatos ?que no matan la vaca de la que necesitan la leche?.
Con una inflaci¨®n de 3,8% frente a la francesa del 9,1%, las esperanzas francesas de alcanzar a los alemanes son desechadas en una encuesta del diario Le Monde titulada ?Veinte a?os de logros alemanes?, debido a que el crecimiento econ¨®mico galo es de un 1% mayor.
Dice Giscard que en diez a?os Par¨ªs volver¨¢ a estar a la misma altura que Bonn -como hace diez a?os-, pero los gaullistas Jacques Chirac y Michel Debr¨¦ no est¨¢n seguros de ello y denuncian la hegemon¨ªa actual de Alemania occidental sobre el Mercado Com¨²n Europeo.
Georges March¨¢is, secretario general del Partido Comunista, va m¨¢s all¨¢, al condenar el ?imperialismo alem¨¢n? y considerarlo ¨ªntimamente ligado al norteamericano.
A Fran?ois Mitterrand, primer secretario del Partido Socialista, se le escapan referencias a las acertadas soluciones alemanas de los socialdem¨®cratas.
Nadie olvida que esta Alemania que domina a Europa occidental es s¨®lo una parte y que la otra, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, es el pa¨ªs m¨¢s influyente entre los del Este.
Todos los pol¨ªticos franceses se mostraron contrarios, en una reciente encuesta del diario Le Monde, a la reunificaci¨®n de ambas mitades de naci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.