La disciplina o el abismo

?Desde este peri¨®dico, desde esta misma columna, nunca se han regateado palabras y argumentos para exigir responsabilidades a los miembros de las Fuerzas de Orden P¨²blico que se extralimitan en el ejercicio de sus funciones. No va a ser menos en el caso de la joven ecologista Gladis del Estal, muerta el domingo en Tudela durante una manifestaci¨®n.?Que hay justificada indignaci¨®n por la muerte de Gladis del Estal? Nadie en su sano juicio lo pondr¨¢ en duda. Pero de ah¨ª a cooperar a que esta justificada indignaci¨®n se canalice en luchas callejeras, hay un paso que, hoy por hoy, ninguna fuerza pol¨ªtica democr¨¢tica -si posee sentido de la supervivencia- se puede permitir el lujo de dar.

Insistimos en la cuesti¨®n de la disciplina. Al parecer, ronda por ah¨ª el f¨¢cil argumento de que el contenido de esta palabra es un asunto que s¨®lo concierne a quienes corporativamente han aceptado asumirla: Ej¨¦rcito y FOP. Y que a los dem¨¢s, gente de a pie, ciudadanos, no nos concierne. Falso, rotundamente falso. Al d¨ªa siguiente de la muerte de la joven ecologista, dos Guardias civiles cayeron acribillados en Canillas. Dos m¨¢s. ?Qu¨¦ dir¨ªan las fuerzas pol¨ªticas que activa o pasivamente han enconado los sucesos del Pa¨ªs Vasco si a los miembros de las FOP se les dejara expresar en la calle, y se les alentara a ello, su justificada indignaci¨®n? ( ... )?

, 6 de junio