Venerables veteranos

En 1965, Javier S¨¢nchez Para¨ªso estableci¨® el r¨¦cord de Espa?a de los cien metros lisos en 10-4. Javier S¨¢nchez Para¨ªso, en 1979, cercano ya su trigesimos¨¦ptimo cumplea?os, ha sido seleccionado para formar parte del equipo espa?ol que el s¨¢bado compite en Bruselas. Parece que sin remedio posible, S¨¢nchez Para¨ªso va a tener el m¨¦rito de acudir a los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos como titular del equipo nacional, y el atletismo nacional, la desgracia de no poder prescindir de un hombre que era internacional cuando muchos de sus admiradores no hab¨ªan nacido.En Mosc¨² podr¨ªa ocurrir que S¨¢nchez Para¨ªso compitiera con gente a la que le doblar¨ªa la edad. Los a?os de Para¨ªso son una declaraci¨®n de culpabilidad de los rectores del deporte espa?ol. Podr¨ªan tener otra interpretaci¨®n s¨ª Para¨ªso hubiera logrado, al fin, una marca de nivel mundial, pero, desgraciadamente, su perseverancia ¨²nicamente le ha permitido mantenerse en la primera fila de un atletismo raqu¨ªtico que vive de espor¨¢dicos ¨¦xitos a nivel europeo.

Los hombres de la generaci¨®n de S¨¢nchez Para¨ªso est¨¢n retirados. Su permanencia en el equipo nacional es una iron¨ªa, porque al tiempo es responsable del equipo de relevos. Mientras el atletismo tenga que recurrir a venerables veteranos, sus dirigentes, por pura discreci¨®n, deber¨ªan quedarse calladitos. Al menos nos evitar¨ªamos sus folkl¨®ricas declaraciones.