Las empresas necesitan reconstituir sus recursos propios y sus beneficios
La empresa espa?ola necesita reconstituir sus fondos propios como objetivo prioritario, y para ello, al margen de una pol¨ªtica de aumentos de capital, se precisa la recuperaci¨®n de niveles de beneficio por la v¨ªa de pol¨ªticas de costes y precios, se?alaron ayer Alvaro Cuervo y Pedro Rivero, autores de un estudio sobre la situaci¨®n econ¨®mica y financiera de las empresas encargado por la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n (APD).
El trabajo es el segundo que aparece de los mismos autores y considera los datos definitivos de los ejercicios 1972 a 1977 y una estimaci¨®n de los resultados de 1978. El estudio se ha realizado en base a una encuesta amplia remitida a unas 3.000 empresas, de las cuales han respondido unas 250. El trabajo presentado ayer basa sus datos en los de 193, ya que las otras sesenta fueron rechazadas por falta de coherencia en los datos. Estas empresas suman recursos propios de medio bill¨®n de pesetas, venta de un bill¨®n y plantilla de 400.000 trabajadores. El trabajo, en el que se garantiza el anonimato de las empresas, se ha hecho mediante ordenador y con una metodolog¨ªa que se aplica en otros pa¨ªses que cuentan con estudios pormenorizados sobre el tema. En la conferencia de prensa de presentaci¨®n del estudio se destac¨® que crece con los a?os la transparencia y proclividad a la informaci¨®n por parte de las empresas, aunque estemos a un nivel muy lejano del americano e inferior al europeo. Los autores del estudio se?alaron que trabajar con los datos de las memorias oficiales es absolutamente insuficiente y que por ello se ha recurrido al sistema de encuesta, en la que se demandan datos m¨¢s pormenorizados y menos inocuos que los de las memorias. La muestra resultante con las empresas que han respondido est¨¢ inclinada hacia las medianas y grandes empresas.
Conclusiones novedosas
Conclusiones poco esperadas que aparecen en el an¨¢lisis de los datos son las siguientes: las empresas medias y peque?as son m¨¢s rentables que las grandes y que las empresas vinculadas a instituciones financieras tienen realmente m¨¢s cr¨¦dito y a menos coste que las no vinculadas y, sin embargo, consiguen tasas menores de rentabilidad.Los resultados b¨¢sicos del estudio est¨¢n contenidos en los dos cuadros adjuntos, en los que se resumen las evoluciones porcentales del conjunto de balances y cuentas de resultados de la muestra sobre la que se ha trabajado. En ambos cuadros puede observarse la evoluci¨®n econ¨®mico-financiera de las empresas en los ¨²ltimos seis a?os y la estimaci¨®n de resultados para 1978.
Es evidente el aumento de la importancia de la financiaci¨®n interempresas, es decir, el crecimiento de las cuentas de proveedores y clientes. La falta de liquidez, provocada por la pol¨ªtica monetaria rigurosa seguida por el Gobierno, como punto fuerte de su objetivo antiinflacionista, ha provocado un alargamiento de los cobros y pagos, con los consiguientes efectos sobre los balances cada vez m¨¢s notorios.
Menos capital
Otro aspecto destacado en los activos es la disminuci¨®n del inmovilizado, que pone de relieve una falta de inversi¨®n y un mayor aprovechamiento de los equipos. Esto se produce al mismo tiempo que crecen las existencias, lo cual pone de manifiesto un cierto problema de falta de demanda. y un mantenimiento, en lo posible, de la actividad, probablemente con objeto de dar empleo a plantillas m¨¢s elevadas de lo necesario para la demanda.Por su parte, en el pasivo puede observarse una disminuci¨®n de los recursos propios, entendiendo como tales capital y reservas. Mejora, sin embargo, este cap¨ªtulo por el juego de las regularizaciones de balances, que permiten recuperar, en parte, las p¨¦rdidas por la inflaci¨®n. Las partidas de amortizaci¨®n disminuyen, con todo lo que ello comporta, y otro tanto ocurre con las deudas a largo y medio plazo.
Este ¨²ltimo punto es especialmente grave y pone de relieve una de las mayores dificultades del sistema. El protagonismo de la financiaci¨®n se traspasa a la de corto plazo, con los problemas de inestabilidad y precio que comporta.
M¨¢s financiaci¨®n, menos beneficios
Los autores del trabajo destacaron un tema especialmente importante en este punto, y es el del apalancamiento negativo de las empresas, entendiendo como tal el proceso por el cual mayores cifras de endeudamiento no consiguen generar m¨¢s rentabilidad, sino menos, ya que los costes financieros son superiores a los rendimientos. Esto supone que las empresas se endeudan ¨²nicamente con objeto de evitar su definitiva ca¨ªda, que, de todas formas, tiene que producirse, si no hay cambio de tendencia, con el paso del tiempo.Manifestaron tambi¨¦n los autores que esta situaci¨®n no es peculiar de las empresas espa?olas, sino que se repite, incluso con mayor virulencia, en las empresas japonesas, francesas, belgas e italianas. El modelo latino y japon¨¦s de financiaci¨®n, se?alaron, se ha basado en el crecimiento y no en los flujos financieros de la actividad. El modelo anglosaj¨®n, sin embargo, centra su atenci¨®n en el cash flow, es decir, las amortizaciones m¨¢s los beneficios. En principio no se puede decir cu¨¢l de los dos sistemas es m¨¢s o menos sano. Se trata de modelos establecidos dif¨ªciles de cambiar.
A la vista de la cuenta de resultados resumida del total de la muestra se observa el crecimiento de los gastos de personal, que, sin embargo, parece que se han estabilizado. El pasado a?o las ventas por empleado se cifraron en unos tres millones de pesetas, con aumento del 16% respecto al a?o anterior. Los gastos de personal suponen algo m¨¢s de la cuarta parte de las ventas.
Los gastos financieros tambi¨¦n han crecido, aunque no tan espectacularmente como parec¨ªa. Se sit¨²an por debajo del 5% de las ventas, aunque en algunos sectores (siderurgia, bienes de equipo..). superen el 10%.
Las amortizaciones, como ve¨ªamos tambi¨¦n en el balance, son las paganas de la crisis y se ven reducidas, con todo lo que ello comporta para el futuro de las empresas.
Inflexi¨®n de beneficios
El beneficio de explotaci¨®n se reduce sensiblemente a lo largo de los ¨²ltimos seis a?os, aunque parece que 1977 marc¨® el punto de inflexi¨®n. Los datos de 1978 son estimaciones que tienen a¨²n que confirmarse en la realidad. Seg¨²n se?alaron los autores del trabajo, las estimaciones optimistas no se confirmarse en 1977, y otro tanto puede ocurrir con respecto a 1978. Dividendos y reservas sufren tambi¨¦n, con el paso de los meses, el efecto de la reducci¨®n de la rentabilidad.En la presentaci¨®n del informe, Antonio Garrigues, presidente de APD, se?al¨® que la organizaci¨®n apoyar¨¢ la continuidad de este tipo de estudios y tratar¨¢ de animar a las empresas para que respondan los cuestionarios. Se?al¨® que APD tiene encargado otro trabajo sobre los aspectos sociales de la empresa complementario del presentado ayer. Es preciso que obremos sobre hechos y datos y no por instinto. La situaci¨®n de la empresa espa?ola no es tan mala como a veces nos creemos y nuestros problemas son semejantes en otras partes del mundo. Tan irresponsable ser¨ªa un optimismo irrefrenable como un pesimismo total, concluy¨® Antonio Garrigues.
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