La suerte de Bokassa I puede decidirse en la "cumbre" de Monrovia

La comisi¨®n de juristas africanos encargada de investigar sobre la matanza de adolescentes organizada por Bokassa en Centro¨¢frica el ¨²ltimo mes de abril ha terminado sus trabajos en el mismo momento en que se abre la conferencia anual de la OUA. Se desconocen oficialmente los resultados de esta encuesta, pero fuentes solventes aseguraban ayer en Par¨ªs que la referida comisi¨®n no ha sido indulgente, como pod¨ªa presumirse, ?por razones de Estado o de intereses m¨¢s o menos oscuros?.El asesinato de los ni?os parece ser que se ha comprobado. La investigaci¨®n, por el contrario, se mostrar¨ªa m¨¢s cautelosa por lo que se refiere a la participaci¨®n directa del ?autoemperador?. En cualquier caso, su precaria situaci¨®n no ser¨¢ mejorada por la publicaci¨®n del informe de la comisi¨®n. Y su ca¨ªda, prevista desde hace semanas, se precipitar¨ªa o no seg¨²n que los juristas hagan p¨²blico su veredicto antes o despu¨¦s de la reuni¨®n de la cumbre de la OUA.

En el primer caso se estima que el reino de Bokassa I habr¨ªa terminado, ya que los jefes de Estado africanos no podr¨ªan acoger en su seno a un asesino. En el segundo caso, la continuaci¨®n del r¨¦gimen depender¨ªa de que todas las partes interesadas encontrasen una f¨®rmula de recambio.

Sobre este problema de la sucesi¨®n, en el momento presente se prev¨¦n tres posibilidades. En primer lugar, los tres aspirantes republicanos a reemplazar al emperador intrigan y se oponen los unos a los otros, en espera de que Francia ofrezca sus favores a uno de ellos. Se trata del antiguo primer ministro, Ange Patasse, del ex embajador en Par¨ªs Sylvestre Bangui (ambos est¨¢n en Par¨ªs) y del que goza de m¨¢s popularidad, por no haberse beneficiado de la corrupci¨®n del r¨¦gimen de Bokassa, Abel Gumba, residente en Africa.

La segunda posibilidad, que se supone preparada por consejeros franceses de Bokassa, consistir¨ªa en crear un consejo de regencia presidido por uno de los treinta y pico hijos (no se conoce el n¨²mero exacto) del emperador, Georges Bokassa, exiliado en Par¨ªs, y que ha venido manifest¨¢ndose contrario a los m¨¦todos de gobierno de su padre.

Por fin, teniendo en cuenta que la influencia de Francia, Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica se neutralizan, no se excluye la menos veros¨ªmil de las hip¨®tesis, consistente en que Bokassa contin¨²e a¨²n un tiempo apoyado esencialmente por Libia y por Zaire. Libia parece ser que ya se ha comprometido a pagar el sueldo de este mes de julio de los funcionarios de Bokassa.