Tarta bien repartida

El comit¨¦ del Mundial-82 ha dictado la sentencia m¨¢s inesperada sobre las sedes. Se sab¨ªa que hab¨ªa inter¨¦s por quedar bien con todos, pero lo que no pod¨ªa imaginarse es ese reparto de papeles que, sin duda, ha de evitar cualquier tipo de pol¨¦micas sobre mayores o menores protagonismos. La soluci¨®n que se hab¨ªa estudiado contando con San Sebasti¨¢n era casi igualmente satisfactoria.Barcelona y Madrid ten¨ªan asignados desde el comienzo los papeles estelares. Se les ha respetado. Yo apostar¨ªa ahora por Bilbao para ese partido entre tercero y cuarto. Bilbao no quedar¨¢ como est¨¢ y todo parece indicar que se le adjudicar¨¢ esa segunda final a costa de detraerle un partido para que sea el inaugural en Barcelona. Valencia se ha quedado con los tres partidos de la selecci¨®n, lo que es bocado exquisito.Tres partidos s¨®lo, pero los hist¨®ricos y seguramente, los que hay que ver. Para el resto del Pa¨ªs Valenciano, seis partidos m¨¢s con Alicante y Elche, donde hay estadios reci¨¦n estrenados. Sevilla se ha llevado una sernifinal, que viene a ser un tratamiento de tercera potencia. Tampoco puede haber queja, ya que adem¨¢s a los b¨¦ticos les tocan dos partidos y M¨¢laga no queda fuera de concurso.

Si alg¨²n asturiano se siente discriminado se le podr¨¢ decir que a cambio de s¨®lo tener fase previa se le arreglar¨¢ el campo al Oviedo. Algo parecido podr¨ªa responderse a los gallegos, que se quedar¨¢n con un Riazor de dulce. Los vallisoletanos se han salido con la suya, y para el futuro contar¨¢n con una magn¨ªfica zona deportiva. Zaragoza tiene lo que ped¨ªa.

Todo, naturalmente, no es tan rosado. Los estadios que requiere la FIFA ser¨¢n bloques de cemento a partir del 82, porque algunas ciudades nunca volver¨¢n a llenar los grader¨ªos.